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—Gracias —contestó Dostoyevsky mientras guardaba entre las hojas de su cuaderno el sobre que le proporcionaron.

Miró su reloj y se dio cuenta que faltaban solo unos minutos para que comenzara la siguiente clase, así que se retiró a su banca.

Al ver a su alrededor notó que Dazai no estaba. Abrió el sobre, que contenía una hoja de papel doblada.

—Ya la está abriendo —le susurró Ranpo a Yosano.

—¿Cómo crees que reaccione? —obtuvo como respuesta.

—Seguro que bien, nos esforzamos bastante en escribirla.

Ambos estaban interesados en lo que fuera a suceder.

En cuanto terminó de desdoblar el papel Fyodor leyó:

"Fyodor:

Perdón por no haberte entregado la carta yo mismo o hablar de manera directa, pero ahora que tienes demasiados problemas por mi culpa no quisiera causarte uno más con mi declaración, eso complicaba un poco que te lo expresara, sin embargo quiero que sepas lo mucho que te adoro y lo alegre que me hace interactuar con una persona como tú.

Aunque nos conozcamos hace poco y quizás era apresurado amarte, bien sabido es que el tiempo no pregunta y, tras pasar de largo ante la prudencia, en mi fueron enterrados los incontrolablemente hermosos sentimientos hacia ti. Quiero que siempre te sientas como alguien importante, ya que para mí lo eres. Me siento cómodo hablando contigo, tengo claro que tú le brindas tranquilidad a mi alma sumergida en la desgracia.

Así mismo, puedo afirmar que te estaré eternamente agradecido, ya que decidiste darme tu apoyo incondicional a pesar de las circunstancias difíciles que paso todos los días. Preocuparte al grado de enfrentar a la insufrible coordinadora es algo que merece que te enaltezca. Te has convertido en una persona muy especial para mí y me agrada pasar tiempo contigo, que aun si no ha sido bastante, esos minutos me volvieron feliz como no imaginas.

Estoy seguro de que conmigo sin ser un egregio vate, estas palabras plasmadas en papel no serán suficientes para comunicar todo lo que he estado anhelando que supieras desde hace tiempo, pero me complace que puedas tener conocimiento de alguna parte.

Atentamente: Osamu Dazai."

Dostoyevsky no imaginó que algo como aquello pasaría. Es real que en los últimos días se concentró más en el tema del periódico.

Estaba deseando hablar con el castaño y decirle que esos sentimientos eran correspondidos.

Automáticamente se levantó de su banca para mostrar el papel a Nikolai y Sigma.

—¡Miren! —exclamó alegre—. Me la mandó Dazai.

De inmediato, Gogol le arrebató el papel de las manos y Sigma se acercó a él para leer también.

Cuando levantó la vista, el chico del parche comenzó a reír.

—¡Yo te dije! —exclamó aún en su carcajada—. ¡Yo sabía que Osamu te correspondía! ¡Lo lograste! Ustedes serán la mejor pareja, lo sé.

—Me alegro por ti Fyodor —sonrió Sigma.

—Y ahora que sabes esto, ¿qué harás?

Nikolai dio unas palmadas en la espalda del azabache.

—Creo que no salió muy bien —dijo Yosano con una amarga sonrisa.

—Opino lo mismo.

Clase A05 [FYOZAI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora