005

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Luego de romper su relación con Chuuya el carácter de Dazai cambió notablemente, hasta los profesores lo notaron, aunque no se iban a preocupar por un alumno "problemático".

Al saber la respuesta correcta a las preguntas el castaño no las decía, por una parte porque ya no tenía ánimos de nada, la otra era una razón que solo el chico de las vendas conocía y no estaba muy feliz de aceptarla.

Si él no participaba era Fyodor quien lo hacía, y eso era esperado por Osamu. Sus intentos de iniciar conversación con Dostoyevsky se volvieron nulos debido a lo dicho por el azabache, así que las respuestas de Fyodor eran las únicas oportunidades para escuchar su voz.

Para sorpresa del mismo Dazai, no quería dejar de ver o escuchar a Dostoyevsky, era un impulso incontrolable, como si fuese víctima de algún hechizo. Toda la presencia del azabache le ofrecía cierto consuelo, desde sus movimientos delicados, incluso su voz un poco baja pero nunca inaudible daba calma.

Pero iba a complacer a Dostoyevsky, no se le acercaría más y obviamente se guardaría los pequeños sentimientos que su compañero de clase le provocaba.

O eso creía él.

Contarle a alguien lo confundido que estaba respecto a Fyodor no estaba en sus planes originales, pero esperando el más mínimo apoyo emocional terminó por contárselo a Ranpo.

Ya sabía —dijo Edogawa cuando escuchó a su amigo—. Me di cuenta que ya no ves nada que no sea Fyodor. Sobre tu confusión solo hay de dos sopas: o te gusta o te terminará gustando.

Osamu iba a responder algo, pero su amigo lo interrumpió:

Aunque lo intentes negar, tú también estás consiente de que eso pasará.

No lo iba a negar, lo iba a confirmar —respondió Dazai—. Supongo que si me terminará gustando. Como sea, me pone triste lo que piensa de mí y que no puedo hacer nada para cambiarlo.

Ranpo estalló en una sonora carcajada y exclamó:

Claro que puedes, pero que no sepas como es otro problema.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Qué le explique yo mismo negando todo lo que pasó aquel semestre para que al final no me crea? ¡Quedaría en ridículo!

¡Que suerte tienes de tener un amigo como yo! Que hace los mejores planes —Edogawa le guiño el ojo—. Ya pensé una solución para eso.

Simultáneamente a esa conversación; había amigos hablando en otra parte de la escuela:

Me enteré que Chuuya y Osamu terminaron el viernes —dijo Nikolai.

¿Cómo está eso? —inquirió Fyodor.

Según lo que me dijeron Chuuya le reclamó no sé qué cosa, le gritó a Dazai-kun y luego terminaron por eso.

Dostoyevsky se quedó en silencio procesando las palabras que le habían dicho, en su cara había una expresión de extrema sorpresa.

¡Es tu oportunidad Fyodor! —animó Sigma.

Duraron siete meses entonces —comentó Fyodor.

Hasta eso duraron mucho —opinó Sigma—. Porque estaban todo el tiempo juntos y todo lo querían hacer ellos. No sé, yo me aburriría de estar tanto tiempo con la misma persona, es decir me fastidiaría un poco no poder estar con amigos por estar solo con mi novio.

Claro —contestó Fyodor—. Porque está bien tener pareja, pero no es el centro del universo ni van a estar siempre juntos. Ambos deben de hablar y convivir con más personas.

Clase A05 [FYOZAI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora