─ capítulo dos: la primera vez.

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CHAPTER TWO

Al otro día

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Al otro día.

"Aún faltaban dos horas para el encuentro y aún así, impaciente, Wanda ya estaba preparándose. Se había ido temprano a retocar el bonito diseño floral en sus uñas en combinación con la recién entrada primavera y luego de llegar a casa había descansado un rato antes de prepararse: había tomado un largo baño de burbujas, se había puesto la crema favorita de Natasha —aquella que tenía un aroma a lavanda demasiado dulzón— y había perfumado la zona detrás de sus orejas con su perfume favorito. Incluso se había maquillado un poco más de lo usual, acompañando aquel bonito labial bordó con un vestido del mismo color por las rodillas.

La sonrisa feliz en sus labios era su mejor accesorio esa noche y todos quienes la vieron subir al ascensor, pasar por la recepción del edificio e incluso caminar por las iluminadas calles del barrio podrían asegurarlo. Wanda estaba tan radiante que se pasaba por alto la ansiedad en sus facciones por reencontrarse con el amor de su vida.

Mientras estaba a una cuadra del restaurante su teléfono sonó con la melodía especial de Natasha y se detuvo un momento, una risa burbujeante haciéndose presente mientras contestaba la llamada.

—¡Mí amor! —la llamó emocionada, retomando la caminata— lo siento, creí que era temprano pero parece que he caminado demasiado lento. ¿Ya estás en el restaurante? Lo siento, llegaré pronto. ¡Tengo tantas ganas de verte!

El otro lado de la línea estaba tan silencioso que Wanda alejó el celular por un momento, comprobando que la llamada no se había cortado.

—Wanda, cariño...

—Ya estoy aquí... oh ¿no estás en nuestra mesa de siempre? —Wanda la interrumpió, mirando por la vidriera del restaurante a aquella mesa cercana a las grandes puertas de vidrio que daban al jardín, al otro lado del restaurante—. Pero hace un año que nos la reservan los viernes...

—Wanda, no podré ir a nuestra cita —dijo Natasha de pronto, deteniendo el parloteo confundido de Wanda. Ésta dejó de sonreír, preocupada.

—¿Qué sucedió? ¿estás enferma? ¿dónde te encuentras, o aún no estás en el país?

—No, llegué hace tres horas —confesó Natasha. Se oía tímida desde el otro lado de la línea— pero me reclutaron al llegar, sabes que como jefa del equipo de seguridad tengo más libertades y beneficios pero también más obligaciones. El jefe me pidió venir a la base para hacer una presentación del último caso como clase teórica para los nuevos reclutas y no pude negarme, lo siento tanto...

Mientras Natasha hablaba Wanda caminaba fuera del restaurante, sintiendo como si cada persona en aquel lugar estuviera viéndola entrar e irse sola, como abandonada. Solitaria... no, sola. Soportando el nudo en su garganta, sin embargo, ya que sabía cuánto le había costado a Natasha llegar a aquella posición, esbozó una sonrisa e intentó sonar feliz mientras le aseguraba que no había problema, que igualmente cenaría allí —como si no hubiese perdido el apetito por completo— y que podrían verse más tarde o al día siguiente.

Todo estaría bien, había sido solo una vez. Algo de una única vez.

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ㅤㅤㅤㅤㅤauthor's note:

Me dolió escribir eso, basta.

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LA BUENA VIDA ── ˗ˏ wandanat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora