• Capítulo 19 •

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   Seokjin camina ahora por un centro comercial, de la mano de Taehyung. Fueron a comprar ropa para los dos, y también a pasear un rato.

   Están muy a gusto, hasta que la sensación de déjà vu hace que el mayor se detenga y mire a su alrededor.

–Ay no, ¿Otra vez? –Se queja–. Estábamos en la clínica del doctor hace un momento.

–Bueno, a mí me alegra que nos hayamos ido de ahí –Comenta el pelinaranja sin soltarle la mano–. Esos robots me asustaron mucho.

   Jin suelta la mano de Tae, y camina desorientado, pasándose las manos por el cabello.

–¿Esto en serio no se puede parar? –Se detiene, con las manos en su cintura, y luego grita hacia arriba–. ¿PUEDEN ESCUCHARME? ¡POR FAVOR, PAREN! ¡JUNGKOOK, NAMJOON, JISOO, QUIEN SEA, NECESITO QUE ALGUIEN DETENGA EL PROCEDIMIENTO!

   Taehyung se encoje de hombros, y va a pararse junto a su novio, mirando también hacia arriba.

–¡DEJEN DE BORRARME DE LA MEMORIA DE JINNIE! ¡PORFA! –El menor grita hacia el techo del lugar, ayudándolo.

–No creo que nos escuchen –Suspira Jin–. Debe haber una forma de comunicarnos con ellos.

   Los dos se quedan en silencio un momento mientras piensan. Jin no deja de mirar a su alrededor, esperando ver llegar a la oscuridad de un momento a otro.

–¿Y si intentas abrir tus ojos? –Sugiere el menor.

–Estan abiertos Tae, ¿No me estás viendo?

–No, pabo –Bufa–. Me refiero a los ojos de tu cuerpo.

–Oh... –El castaño comprende, y piensa por unos momentos–. ¿Hablas de intentar despertarme?

–Ahá. Podemos intentarlo, ¿No?

–Sí podemos, pero... ¿Cómo hago eso? ¿Cómo se despierta uno a voluntad?

–Mmm... A ver, ahora tu cuerpo debe estar acostado, ¿Verdad? Intenta acostarte aquí en el suelo.

   Seokjin asiente, y se acuesta de inmediato en el suelo, en medio del centro comercial, mirando hacia arriba. Taehyung se sienta de piernas cruzadas cerca del castaño.

–Cierra tus ojos, y ábrelos cuando yo te diga –Dice Tae.

   El mayor obedece. Deja sus ojos cerrados, esperando la órden de su novio.

–Ahora, ¡Ábrelos!

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   Seokjin abre sus ojos, y ve con dificultad el techo de su cuarto. Puede sentir que tiene algo duro alrededor de su cabeza. Además, escucha unas voces que vienen de algún lugar.

   No puede creerlo. ¡En verdad funcionó, se despertó! Ahora todo es cuestión de comunicarse con alguien que esté cerca de su cama, y hacerle saber que deben parar el procedimiento.

   Intenta levantarse, pero no puede. Es como una de esas famosas parálisis de sueño, él en serio no puede hablar ni mover un solo centímetro de su cuerpo.

   Un hombre rubio aparece en su indefinido campo de visión. Parece que es Jimin, pero no está seguro.

–¡Abrió los ojos! Miren –Cuando escucha su voz, está 100% seguro de que es Jimin.

–¿En serio? –Reconoce la voz de Jungkook, y un segundo después lo ve apareciendo en su campo de visión. Detrás de él ve a Namjoon. Se siente raro, porque en el recuerdo de hace un momento, ellos dos tenían la cara borrosa. Casi se siente como verlos por primera vez.

   Los mira casi sin parpadear, abriendo muy grandes sus ojos, intentando así decirles que se detengan. Pero no parece que estén comprendiendo.

–¿Esto es normal, Namjoon-nim? ¿Te había pasado alguna vez? –Pregunta Jimin.

–Sí, pero muy pocas veces –Responde, sacando un pequeño kit de su bolsillo, que contiene un frasquito y una jeringa descartable–. No se preocupen, ya lo resuelvo.

   Seokjin quiere gritarles que paren, pero su cuerpo sigue sin responderle. Ve al doctor cargando la jeringa. Sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas, por la tremenda impotencia y frustración que siente.

   Ellos están ahí, literalmente al alcance de su mano, pero no puede hablar, no puede moverse, no puede comunicarles que se arrepintió de ninguna forma.

   Siente el pinchazo en su piel. Y lentamente, todo comienza a nublarse más y más y más.

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   Jin sigue acostado boca arriba en medio del centro comercial, pero ahora está llorando desconsoladamente.

–Jinnie, ¿Por qué lloras? ¿Qué pasó, mi amor? –Tae sigue sentado a su lado. Como Jin no deja de llorar, se arrodilla y lo rodea con sus brazos, y lo hace levantar la espalda del suelo.

–Estaba tan cerca, Tae –Solloza, aferrándose a su novio con fuerza–. Me desperté, los ví en mi cuarto, a Namjoon, a Jungkook, a Jimin... P-pero no podía moverme ni hablar, así que no pude decirles nada... Y... Y luego v-volvieron a dormirme.

   Su cuerpo comienza a temblar, y a tener espasmos incontrolables por los sollozos.

–Es inútil. ¡Todo esto es inútil! –Jin está tan aferrado al cuerpo de Tae como nunca antes había estado–. Te van a borrar, te voy a olvidar para siempre... No quiero olvidarte, bebé, tú eres el amor de mi vida, no quiero, no... N-no quiero... Por f-favor, no.

   Taehyung tiene un nudo en su garganta. Ver a su Jinnie precioso llorando de esa forma tan desgarradora le está rompiendo el corazón en pedacitos. Pero hace un esfuerzo y se mantiene compuesto.

   Los locales del centro comercial están comenzando a desaparecer, pero ellos no lo saben. Siguen sentados en el suelo, en medio del lugar.

–No llores, Jinnie... Mírame.

   Tae lo toma de los hombros y lo separa de su cuerpo, para que pueda verlo a la cara. Jin tiene una expresión rota en el rostro, y mira hacia abajo, así que el pelinaranja debe tomar su barbilla para hacerlo alzar la vista. Sus ojos están enrojecidos e hinchados.

–Escúchame, quizás ahora se borren todos los recuerdos de mí que hay en tu cabeza. Yo también borré por accidente todos los recuerdos de ti... Pero eso no importa, porque lo que tú y yo tenemos es inmenso.

   Seokjin sigue llorando, clavándole así una daga en el pecho al menor, y haciéndole casi imposible la tarea de mantenerse sereno. Traga saliva y limpia las lágrimas de Jin con sus manos, y luego le acaricia las mejillas con los pulgares.

–Ya no llores, hyong... Tú y yo vamos a volver a encontrarnos. Vivimos en la misma ciudad, y no tan lejos uno del otro. Las familias de Yoongi y Hoseok me contratan para fotografiar eventos desde hace años, y además trabajo a veces para KT... Jinnie, vamos a volver a encontrarnos, quizás un día que voy a entregar una canción, quizás una vez de casualidad por la calle, no lo sé, pero vamos a volver a conocernos. Vamos a enamorarnos uno del otro de nuevo, vamos a tener citas, a hacernos novios, a amarnos mucho mucho otra vez –El menor ya casi no puede aguantar su propio llanto–. Te lo prometo, eso va a ocurrir, mi amor. Hay que confiar en el destino, y en este amor tan lindo y tan poderoso que tenemos.

   Se acerca más a él, y frota la punta de su nariz contra la de Jin. Ya dejó de llorar, y solo quedan los espasmos de sus sollozos.

   El mayor se aleja de nuevo. Esta vez intenta sonreírle a Tae, y asiente un par de veces, diciéndole así que confía en sus palabras.

   Enseguida se da cuenta de que ese recuerdo está a punto de ser borrado, asique rodea a Taehyung con sus brazos una vez más, y un instante después todo vuelve a desaparecer.

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Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora