• Capítulo 25 •

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   El sol comienza a acariciar al mar en el horizonte, pintándolo de los más bonitos tonos de rosa y naranja, coronando de forma ideal lo que fue una memorable tarde llena de amor.

   Jin sonríe, aún con la imagen fresca de su mejor amigo Yoongi, siendo tan feliz como nunca antes lo había sido. Por fin se casó con Jennie, la chica que se lleva todos sus suspiros. La boda y toda la fiesta fue ahí mismo, en la playa Dongmak de la ciudad de Incheon.

   Debe volver a Seúl en el auto de Hoseok, pero ya que su amigo está demasiado entretenido con la amiga de Jennie que conoció durante la fiesta, Jin decide alejarse del grupo y caminar hasta la bonita casa de madera que está en esa playa.

   Le contaron que es una casa que está abandonada desde hace años, y por algún motivo nadie la reclama. Jin va a sentarse en la escalera de entrada, disfrutando del aire salado, de los colores del ocaso y de la simple soledad.

–Hola –Saluda una voz profunda a su lado–. Veo que también te llamó la atención esta casa. Es bonita.

   Jin alza la vista, y ve que se trata del fotógrafo de cabello castaño con mechas verdes, que estuvo a cargo de inmortalizar todo el evento. Aún trae su cámara colgando de su cuello.

–Oh, hola... Sí, es una casa bonita –Coincide, mirándola por un momento. Su mirada vuelve a caer en el fotógrafo.

   Él estuvo viéndolo secretamente desde que comenzó la ceremonia. El hombre le cautivó desde el principio, y no puede explicar por qué.

   Quizás se trata de su bonita sonrisa.

–¿Te molesta si me siento también? Estoy exhausto –Dice el peliverde, y luego cae pesadamente junto a Jin, empujándolo un poco para poder caber ambos en los escalones.

   Jin apoya el codo en sus rodillas, y descansa su rostro en esa mano, mirando con devoción al hombre a su lado, que está concentrado revisando las fotos que tomó.

–No esperaste una respuesta, simplemente te sentaste con confianza, invadiendo mi espacio personal. No sabía ni tu nombre, y ya estaba sintiendo el calor de todo tu cuerpo junto al mío –Recuerda Jin, suspirando–. Fue tan íntimo, como si ya fuéramos amantes sin saberlo.

   Sin responder a eso, Taehyung gira la cámara hacia Jin, y se pone a mostrarle una exclusiva de las fotos de la boda, tal y como sucedió en el recuerdo real.

–¿Recuerdas las cosas de las que hablamos esa tarde? –Pregunta Tae, sin dejar de pasar las fotos.

–Sí, me dijiste tu nombre, yo te dije el mío, y solo comenzamos a hablar de un montón de cosas –Responde Jin, mirando las fotos pasar.

–Me contaste cómo se conocieron los novios, y lo mucho que te gustaba ver tan feliz a tu mejor amigo –Continúa Tae.

–Y luego comentaste que todos debemos aferrarnos a algo para ser felices. Me diste el ejemplo de Van Gogh bebiendo sorbos de pintura amarilla, porque es un color alegre, y creía que su vida iba a alegrarse si hacía eso.

–Y nos entretuvimos tanto charlando de todo un poco, que se hizo de noche y no nos dimos cuenta –Tae se pone de pie y trata de abrir la puerta, pero al parecer está bloqueada desde adentro.

–Ya no había nadie en toda la playa. Solo éramos nosotros dos.

   El de mechas verdes se aleja, analizando toda la casa con la vista.

–Hay que verla por dentro –Repite lo que dijo en el recuerdo, y se va a buscar una forma de entrar, mientras Jin se queda quieto en la entrada.

Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Jintae fanfic) EN ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora