¿Verdadero o falso?

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Aquella mirada castaña tan intensa y profunda, aquel pelo caqui y aquel cuerpo tan familiar se acercaba hacia mí, no lo podía soportar. Un saludo me sacó de mis pensamientos.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó Marc con un tono «mira a mi chica», como siseó me importase, bueno si que me importaba.

-¿Qué haces Sandra?- Si es verdad Sandra era aquella chica, una chica que había cambiado por completo después de aquella noche, no me podía creer que fuese ella tras lo ocurrido. Ya no es la chica tímida y simpática que me enamoró.

-No te importa- dijo Marc egocéntrico.

-No estaba hablando contigo, y si me disculpas...- agarré a Sandra del brazo y me fuí.

-¿Pero qué es lo que te pasa?-estábamos en un rincón, yo tenía a Marc de espaldas así que no le podía ver.

-Nada- respondió Sandra, podía ver en su mirada que estaba preocupada por lo que pensaba Marc.

-Dime la verdad,¿Qué paso anoche? ¿Qué haces con él?

-Lo que paso anoche no te importa, es privado, mío y de él. Y que yo sepa tu no eres nadie para que yo te tenga que decir con quien salgo.

-Estás muy distinta.- dije muy aturdido.

-Lo sé- su tono frío me dio incluso miedo- Marc me ha estado explicando como son las cosas y de esta forma he abierto los ojos. Gracias a él veo las cosas de otra manera.

-¿De otra manera? ¿Pero qué otra manera?- ella se mordía las uñas.

-Mira, yo a tí no te tengo que dar explicaciones, ya me he dado cuenta del tipo de chico que eres.

-Haber, tu siempre has sido una chica independiente que no se deja influir por los demás, al yo muy fuerte a tenido que pasar para que cambies....

-¿Otra vez? ¡Qué a ti no te importa!

-Mírame a los ojos y dime que de verdad te creer lo que dice.

-Si, me lo creo.

-¿Por que?- Estaba cansado de esta conversación quería ir al grano.

-Por que yo... Yo - por unos segundos ví a la Sandra verdadera en sus ojos, pero de repente se fue, en un segundo volvió a desapareces y su tono de camionera volvió- yo soy su novia y punto.

-Mírame a los ojos y dime que eres su novia.

Su mirada se paralizó la Sandra verdadera estaba allí otra vez y no iba dejar que se marchara.

-Mírame fijamente y dime que ya no me quieres, que has olvidado esos momentos halando juntos, esas risas, mis celos....mi princesa....se que todavía estas ahí y que la llama de nuestro amor sigue ardiendo, tú y yo y sólo yo y sólo tú...juntos. Sandra ya sabes lo que siento, sabes que te quiero, por favor- Sandra seguía pensativa y ausente cuando en sus ojos la luz se apagó y su mirada a no iluminada aquella solitaria esquina, yo no había llama, ya no había conexión, la química se fué y aquella Sandra con ella también.

-Yo soy su novia y déjame en paz.

-Pero dime, ¿Todavía me quieres? ¿Tan pronto me has olvidado?- una vez más ella estaba ausente, con un « uag» se dió la vuelta y se fue.

Yo me quedé allí parado viendo como aquellas piernas y aquel culo y esa cintura que tanto me encantaba se marchaban rápidamente, pero no iba a dejar que se escapará tan fácilmente. Obligué a mis piernas ha ir hacia ella pero algo me ordenó que me detuviese, fue mi corazón.

Me dí cuenta de que Marc la miraba como si fuese un juguete, como si la estuviese dominando. Es cierto que Sandra no estaba contenta como siempre si no que estaba triste, apagada, desganada...

Pero una cosa no iba a hacer: quedarme pensando en que no respondió a mi pregunta.

¿Por qué ella? ¿Qué he hecho mal? Por favor Sandra regresa....

Amor encadenadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora