Parte de Sandra:
Me marché junto con Marc con muy mal sabor de boca. Todavía lo seguía queriendo, es cierto. También es cierto que antes yo quería a Marc. Ahora ya no, yo lo odio.
Es por lo que paso anoche, una historia un poco larga.
Ahora Marc me iba a comparar hacia casa, me había pedido que fuese a su casa a comer, pero lo rechacé ¿Cómo iba yo a comer con alguien tan rastrero como él?
Bueno, aquí esta lo que pasó anoche:
En aquel descampado estaba Andrés tirado en el suelo, golpeado y desangrado, no podía soportar más aquella imagen, mi corazón no respondía.
Tenía que ir hacia donde había empezado todo, a Marc.
-Marc, por favor déjalo.
-Tranquila nena.-dijo en plan chulito.
-No no estoy tranquila, y no me llames nena no soy nada tuyo, por favor dices que paren.
-Oye, yo no voy a parar, y tu eres mía.
-Déjalo por favor, haré lo que me pidas- es cierto que me arrepentí a los pocos segundos de decirlo, pero imaginaba algo como sal conmigo o cosas así...
-Conviértete en mía.
-¿Y cómo quieres que haga eso?
-Acompáñame a mi habitación y lo descubrirás- dijo caliente y sonriendo plácidamente
-NO me acostaré contigo.- dijé histerica.
-¿A no?- me rodeó la cintura,me levantó por el culo y acercó mis labios hacia los suyos.-¿No te gusta esto?
-No- estaba intentando salir de allí.
-Dejadlo.
Después de haber hablado con Andrés lo dejaron en el suelo, no me dejó ni mirarlo.
-Ven conmigo.
Me agarró fuertemente y no podía ni andar, mis pies se dirigían arrastrandose.
Llegamos a su habitación. Marc comenzó a quitarse la camisa y a desabrochares el cinturón.
Se quitó el cinturón y se acercó hacia mi, comenzó a acercarse a mi, a tocarme y cuando intentó besarme y desnudarme pude responder:
-¡Estaté quieto! ¡Ni se te ocurra tocarme jilipollas!
-E.e tranquila sólo estaba cumpliendo con el trato.
-¿Qué trato?
-Yo he dejado a Andrés y ahora tu me tienes que obedecer, tu cuerpo es mío.
-No, yo puedo salir contigo pero no me puedes tocar.
-De acuerdo, tu ya me conoces soy buena persona y es cierto que me he comportado mal, sabes que te amo y no puedo hacerte daño. Sólo voy a pedirte una cosa, sal conmigo.
-¿Y si no quiero?
- Por favor, no quiero que les haga mucha gracia a mis amigos.
-Vale, esta bien.
-Sacó unas bebidas ¿Vale?
Llegó con dos vasos y empezamos a beber. Sin darme cuenta de la hora estábamos halando. Una cosa llego a la otras y halamos de Andrés, él no lo iba a tocar más. Me estaba durmiendo, todo pasó muy deprisa, lo último que oí fue -Me concedes un beso. Y sus labios se acercaban a los míos.
Y eso fue lo que pasó por la mañana me explicó que me había dormido por que estaba muy cansada y me quedé a su casa a dormir.
Algo muy extraño le pasaba a mi móvil, no paraba de recibir mensajes de extraños, yo no tenía tuenti ni Facebook ni Twitter. Es por que no me dejaban yo me conectaba a chat.
«He soñado contigo»
«Estabas muy guapa anoche»
«De dónde sacas esos pechos»
«¿Vienes esta noche a mi casa?"
«Puta»
«Me encanta tu cuerpo»
No podía creer de donde salían todos esos mensajes, así que apague el móvil por que luego vinieron las llamadas.
Las lágrimas comenzaron a salir de mi cara, no sabía de donde habían salido esos comentarios.
Intenté relajarme por la tarde en el colegio, todos me miraban mal excepto cuando estaba Marc a mi lado, no tenía ni idea pero me resultaba muy extraño.
-Marc, ¿paso algo más anoche?- le pregunté a la salida
-No cariño, todo fue perfecto.- algo en su cara me decía que mentía.
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Amor encadenado
Teen FictionSandra cuenta su amor y odio hacia un chico, Andrés, que siempre le pide salir. Un chico nuevo que conoce, Pablo, que se convierte en su amor verdadero y Marc, un chico nuevo que esta distante hasta que Sandra cada vez se acerca más a él. Al final e...