Capítulo 11

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El fuerte viento de los árboles y cielo oscurecido anunciando la aproximación de una tormenta me hacía querer reemplazar mi actual estado de ánimo por uno más positivo.

Luego de haber atrapado a Tankhun con una oreja en la conversación que mantuve con Kinn durante todo ese período de "privacidad" irónicamente proporcionada por él mismo, rechacé la idea de permanecer en aquel mismo lugar y le sugerí a Kinn con un ligero movimiento de cabeza en dirección a la puerta el retirarnos en busca de un nuevo espacio libre de Tankhun, quién dejándonos escapar tras haberse delatado a si mismo, permitió a Kinn caminar en silencio hacia la puerta de salida y dejar que me retirase junto a él sin decir palabra alguna. No miré a nadie más que a Kinn, ni siquiera a Chay...

—¿Buscas un lugar en específico?

La pregunta de Kinn vino acompañada de la decisión de detener sus pasos para observarme a mitad del pasillo.

—Cualquier habitación insonorizada es buena opción.

Kinn sonrío de manera juguetona ante mi respuesta. ¿Cuántos años tenía? ¿Era un adolescente? No era la situación más apropiada para mal pensar una tontería como esa... ¿Pero qué pasaba conmigo también? ¿por qué tenía que mencionar aquel requisito en específico?

—No importa lo insonorizada que sea, soy demasiado bueno en lo que hago.

Imbécil.

Maldije a Kinn un par de veces más cuando a solo unos segundos de haber retomado nuestra caminata, nos detuvimos nuevamente, esta vez, frente a una puerta que una vez abierta, dejó escapar aquel agradable y característico aroma a menta que Kinn solía portar; lo supe con solo un olfateo, aquella era la habitación de Kinn.

—Bienvenido. —Dijo al tiempo en que se hacía a un lado permitiéndome el ingreso— ¿Qué más quieres saber?

Ignoré su pregunta el tiempo que me hizo falta para terminar de examinar a detalle el cuarto ajeno. Era aburrido, ni siquiera sus sábanas tenían color, todo era blanco y de no ser por un par de las macetas ubicadas en puntos estratégicos de la habitación, no habría ni un sólo rastro de color en aquel lugar.
Las palabras de Tankhun resonaron en mi cabeza.

—¿A qué se refieren con lo de las plantas? —Pregunté.
—Eso... —Kinn lucía incómodo— Tengo el pasatiempo de cuidarlas... Puede que no lo sepas pero establecer contacto de cualquier tipo con seres vivos no es lo mío así que las plantas son la forma más segura para controlar mis intenciones y no provocar tragedias mayores.
—Entonces... ¿Mantienes lo de ser mi ángel de la guarda?

Jamás pensé decir algo como aquello... Vamos, ni siquiera lo terminaba de creer.

—¿Por qué sigues haciendo preguntas si no crees en las respuestas? —Kinn resopló frustrado— Escucha Porsche, sólo tienes que pedirlo y haré que olvides todo.
—¿Cómo? ¿borrando mi memoria? —El sarcasmo de mi comentario no pareció causarle gracia alguna— ¿Por qué habrías de borrar mi memoria?
—Para que dejes de buscar respuestas diferentes a las que te dejo saber y para que dejes de observarme como un potencial asesino en serie.
—Nadie te ve de esa forma... —De hecho, si lo hacía, pero eso no significaba que así lo creyese— ¿Quieres que confíe en ti? Lo haré, ¿pero entonces qué hay del chico con el que te acuestas? ¿a él si puedes tocarlo, no lo "matarás" como afirman tú y tus hermanos?

Sin darme cuenta, mis interrogantes se fueron convirtiendo poco a poco en indirectos reclamos de los cuales no me arrepentía en lo absoluto.

—Mika tampoco es humano.
—Espera... —Me preparé para dar el mejor de mis tonos burlones— ¿entonces es por eso que no querías tocarme? ¿me discriminas por no ser parte de tu raza superior o algo por el estilo?

KinnPorsche / MileApo [Horizon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora