Diana
—¿Quién es? — decía Greco, muy curioso.—¿Quién es quién? — Conway se unió a la conversación en el peor momento.
— Nadie, es que son muy graciosos ellos — Mire a Gustabo enfadada.
—Creo que mi hermanita está enamorada — dijo con tono burlón, mirándome con una sonrisa.
Conway se sentó en su silla atento, mirando hacia mi y Gustabo que estábamos en el sofá en vez de mirar a Greco estaba sentado en la silla frente a él, al igual que Horacio.
—¿Te gusta alguien? — preguntó Greco, muy interesado.
—No, para nada, ¿Que mas os da?— Gustabo se rió de mí, y Horacio le siguió la risa.
—Bueno, tampoco es que sepamos cómo te pones cuando te enamoras — Gustabo lo dijo sabiendo que era algo íntimo. Greco miró a Conway apunto de preguntarme algo más.
—¿Nunca te has enamorado? — Mire a Greco sin ganas de contestarle.
—Bueno, solo una vez — Conway siguió apoyándome.
—Una es más que suficiente —Validando mi respuesta.
—Pues si la verdad— Aunque no supieran todo me valía esa respuesta.
—Entonces, ¿estás enamorada o no? — Greco prefunto tajante, mientras Horacio me miró curioso.
—Que no — Respondí cansado escuchando el suspiro de Horacio, en ese momento entró Torrente.
—¿Qué hacéis? — dijo él cerrando la puerta, todos nos miramos, sin entender qué pasaba.
—Acaba de llegar un aviso de desaparición— Me levanté rápido sabiendo que nos iba a tocar trabajar.
—Joder, ¿por qué coño a mí no me sale? — Torrente suspiró yendo a su ordenador igualmente preguntó antes de hacer algo.
—¿Puedo? — El asintió, Torrente tocó las teclas y lo dejó ver el archivo.
—Bien, te puedes retirar — le dijo con tono tranquilo él haciéndole caso salió lo más rápido posible.
—¡Idos! — nos levantamos rápidamente con su grito.
—Tú no, Sienna — me quedé dentro de la sala. Él me hizo un gesto para que me acercara a él yo me quedé de pie, mientras el me miraba muy serio.
—Siéntate aquí — me señaló sus piernas, yo parpadeé dos veces y le hice caso, me senté, y él acercó la silla a la mesa.
—Te he puesto a ti como la segunda jefa, por así llamarlo, del caso, junto a mí claramente. Luego he puesto a tu hermanito y a Leonidas— me dio una carpeta con la información del caso, yo que seguía encima de él traté de no mirarle con vergüenza.
—Se te dan bien las desapariciones, encuéntralos. — Me levanté rápidamente y le escribí a Gustabo para que viniera conmigo a hablar con la familia de la chica.
Nos reunimos en la puerta y seguimos caminando hacia el Z que había aparcado él en la entrada. Nos montamos y fuimos a casa de la madre.
Toqué la puerta y allí estaba ella, temblando, súper nerviosa.—Buenos días, ¿queréis algo de beber? — dijo ella, demasiado tranquila para como debería estar.
—No, necesitamos que nos cuente la última vez que la vio— Después de hablar con ella un rato, nos contó que su hija había ido como todos los días por el camino de siempre.
Ella caminaba hasta el instituto. Luego, cuando fue a recogerla, no salió. Habló con los profesores, quienes le dijeron que no había ido en todo el día a ninguna clase.
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✨✨✨No lies ✨✨✨
FanfictionUna chica de 26 años llega a la ciudad de los santos intentando rehacer su vida como policía después de una mala pasada en el MI6 lo que no esperaba es encontrar a alguien tan roto como ella ese hombre con olor a tabaco y perfume ese seria su nuevo...