✨✨✨No lies ✨✨✨

24.

Jack
Son las 5 de la mañana y no puedo dormir. Cada vez que me duermo sueño lo mismo: Diana en ese puente, llorando, luego se tira y yo llego tarde, siempre
llego tarde...
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Emma Fuentes sanchez
000.
Diana
Son las 7 de la mañana, hora de ir a comisaría. Espero que hoy la gente no me siga viendo como a un perrito mal herido. Me visto, me pongo una pistolera en la pierna y voy a mi moto negra. Llego a comisaría y veo a Conway hablando con un hombre, con las manos en la cabeza. Se nota que no ha dormido.
Me acerqué a él.
—Buenos días, ¿pasa algo?— le pregunté.
Conway me miró.
-Sí, mira, chavalilla, que le estaba comentando a este señor que quería denunciar a su exmarido- me dijo un hombre alto con barba, muy flaco.
—A mí no me denuncias, e jo'puta- dijo otro señor, anciano y calvo, muy enfadado.
—Bien, pues lo solucionamos. ¿Cuál es el problema? A ver, ¿por qué le quieres denunciar?— El chico pensó mucho.
—Pues porque me ha puesto los cuernos- contestó el chico.
El otro se enfadó.c —¡Los cojones! Que era mi prima, coño. ¿No me crees? ¡Te pincho!- gritó.
Le quité la navaja del pantalón al calvo.
—¿Pero eres bisexual o gay?— le pregunté, muy convencida.
—Soy gay, me gustan los hombres, las pollas— dijo el calvo, muy convencido.
Conway miró al hombre.
—Pues ya está. Mirad, señores, ¿os queréis?— Ambos dijeron que sí.
—Pues ya está, iros a casa chicos y apuntados a terapia— les dijo Conway, mientras ellos se daban la mano.
-Gracias, señorita, que tenga buen día— dijeron los dos antes de marcharse.
Conway se quedó mirándome.
—¿Has entrado en servicio?— me preguntó.
Yo negué con la cabeza.
—Adios, súper- dije mientras me iba a la comisaría a ponerme en servicio. Lo hice y luego fui a patrullar.
Jack
Después de eso me quedé pensando.
Me ha llamado "súper", eso es raro. Normalmente me diría Conway. Tengo que recuperar nuestra confianza... de joder, si hemos hasta dormido juntos.
Hace años que no dormía con alguien " ella me hizo cambiarlo. Horacio
—¡Holaaa! Estoy en casa de Diana esperando a Gustabo para ir a comisaría.
Antes tuve una idea de la ostia: comprarle una pulsera cara para que Conway se la diese. Es de oro rosa y tiene una "D" muy bonita. La quiero mucho y quiero que esté bien, y en verdad sé que le gusta, a Conway se le nota, bueno, se lo noto. Es como mi hermana pequeña— pensaba mientras me preparaba.
—¿Hola? Horacio, ¿tío, que estás en las nubes? ¡Horacio, coño!— me gritó
Gustabo.
Le miré y le sonreí.
—¿Qué quieres, nos vamos o qué?— le respondí.
Salimos de la casa y fuimos a comisaría. Allí me encontré al súper, así que fui
hacia él.
—Hola, súper, mira, toma— le dije mientras le daba una cajita con la pulsera.
-Dásela a Diana, es para ella, pero dile que es tuya, ¿vale?- le expliqué.
Él abrió la caja.
—Es bonito, nena. Parece que tu gusto ha mejorado un poco— comentó.
Eso me gustó y me enfadó.
—¿Cómo que gusto de mierda, perro?— le respondí, levantando las cejas.
Sacó la porra y di dos pasos atrás.
—No me va a dar de hostias, eh- pensé.
Me fui y me reuní con Gustabo para patrullar. Greco
Salgo de casa y voy a comisaría. No sé por qué, pero una vez al mes Conway decide comer con los comisarios, y ese día es hoy. Diana ya lo sabe porque se lo he dicho yo, y ella ha aceptado de mala manera. Entiendo que no quiera estar con Conway, el tío es un poco gilipollas a veces, pero se le quiere. Tengo que ir a recoger a Diana para llevarla al restaurante.
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Emma Fuentes sanchez
Diana
Fui a casa a vestirme y me puse un vestido negro con solo una manga. Era corto y llevaba un bolso negro con unos tacones. Salí de mi casa y vi a Greco con un traje azul tocando el claxon. Me subí al coche.
—¡Qué guapa!— dijo él, empezando a conducir hacia el restaurante.
—Tú también estás guapo— le respondí.
Él se sonrojó. Eso me hizo gracia. Llegamos al restaurante, y allí estaban Conway y Volkov. Volkov de gris y Conway de negro. Nos acercamos a ellos.
—Hola, chicos— dijo Greco, feliz.
-Hola, vamos para dentro— dijo Conway.
Entramos al restaurante y nos sentamos. La mesa era cuadrada. Yo enfrente de Conway y Volkov al lado de él. Greco enfrente de mí.
—¿Bueno, ya os habéis perdonado?— preguntó Volkov.
Greco le metió una patada que sonó fuerte.
—Yo lo siento de verdad, Diana— dijo Conway. Los demás lo miraron raro.
Conway nunca se lamentaba ante nadie.
—Te perdono, Conway-le dije, sonriendo. Él me miró con una media sonrisa. —Te perdono, Conway- le dije, sonriendo. El me miró con una media sonrisa.
—Bien, pues a comer— dijo él, y empezamos a pedir la comida. Yo suelo comer poco. En realidad, nunca había comido con gente. Siempre comía sola y muy poco.
Después de comer, fuimos a un bar y allí todos se pusieron hasta el culo. Greco estaba bailando con Volkov, y Conway estaba en la barra divagando. Greco pidió un taxi y todos salimos afuera.
—Yo no me voy en taxi— dije.
Conway intentó cruzar los brazos, pero casi se cae. Yo lo sujetaba del brazo. Él no se quejaba, hasta él sabía que si no lo sujetaba, se caía. Volkov y Greco se fueron en el taxi, y yo y Conway nos quedamos esperando a ver qué quería hacer.
Lo miré a los ojos.
—¿Qué quieres hacer?— le pregunté.
Él me miró.
—Llévame a tu casa— me dijo.
Eso hice, gracias a Dios Greco me dejó las llaves de su coche. Al llegar a mi casa, abrí la puerta y él entró tambaleándose. Se fue hasta mi cama y se sentó en ella.
Yo fui al armario y cogí unas mantas.
—Me iré al sofá. Tú duerme aquí— le dije.
Él me cogió de las caderas y me tiró encima suya. Luego me miró a los ojos y me besó. Me quedé en blanco mirándole. El volvió a besarme, y esta vez le seguí el beso. Él me miró y sonrió, acariciándome la cara.
—Siempre he querido hacer esto— dijo antes de dormirse abrazándome. Yo cerré los ojos poco a poco y me dormí enci y le él.