Capítulo 5: Una velada placentera (Segunda Parte)

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—¿Acaso no es muy temprano aún?

Baekhyun preguntó a Chanyeol.

—Le gusta ser puntual...demasiado. Ahora vete y haz que se calle de una vez.

Con fastidio por haber sido interrumpido, Baek se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Una vez la abrió, fue rodeado por un par de largos brazos en un asfixiante abrazo y todo su rostro fue llenado de sonoros besos. El aire adquirió por un exquisito olor a perfume.

—¡Querido! ¡Tu tía te extraño tanto!

Baekhyun escapó del agarre de la mujer y le echó un vistazo.

Era una joven rubia de ojos castaños muy atractiva. Vestía un revelador vestido rojo que dejaba al descubierto partes de sus muslos y un escote que descendía hasta su ombligo exponiendo la piel blanquecina. Sus labios carmesí intensos combinaban
con su vestimenta llamativa.

—Eres un sobrino tan malo. No hemos hablado desde hace tanto tiempo. Dime, ¿cómo va tu matrimonio con...?

—¡Ejem! —interrumpió Chanyeol agarrando la cintura de Baek mientras observaba a la mujer con indiferencia. —Es bueno tenerla de vuelta, señorita Seo. ¿Cuándo regresó de su viaje? No pensé que sería usted quien viniese a representar a la familia Byun. Me siento halagado.

Una mueca apareció sobre los labios coloridos de la mujer.

—Por favor, ahora somos familia. Llámame  Ye ji—dijo observando un tanto sorprendida la cercanía de los hombres frente a ella. Según los correos que intercambiaba con Baek, estaban en el proceso de divorciarse

—Regresé de New York hace dos días. Por supuesto que no vine por la fiesta. Mi esposo eligió a Mark como su reemplazo, yo solo quería ver a mi querido sobrino y comprobar de que
esté bien.

—Lo está. Me estoy haciendo cargo de eso.

Chanyeol acercó más el cuerpo de Baekhyun hacia él. Ye Ji no pudo evitar sonrojarse un poco al notar cómo su mano se mantenía sobre el trasero de su sobrino y le daba un suave pellizco.

—Lamento que no podamos seguir hablando, pero como puede ver, aún no estamos listos para recibir invitados. ¡Jongin y Kyung-soo, envíen a la señorita Seo a una de las habitaciones de huéspedes para que descanse!

Baek observó la partida de Ye Ji y luego se giró para ver a Chanyeol.

—¿Qué? —preguntó el hombre al sentirse observado por Baek.

—Me gusta este lado posesivo tuyo.

—Para de decir tonterías y ve a elegir un traje para esta noche.

—Todavía es temprano, ¿no?—
Baekhyun llevó una mano a la cadera de Mao.—Hagamos algo más para pasar el rato.

De puntillas, besó el cuello de su esposo y luego recorrió un pequeño tramo con su lengua.

Chanyeol solo cerró la puerta en respuesta. Minutos después se escucharon sollozos provenientes de la habitación y más tarde un frustrado Baek salió dirigiéndose
al baño.

“¿Por qué compré esos malditos juguetes?”

Chanyeol solo los usaba en él y una vez se corría, eso era todo. ¿Acaso no
pensaba ir más allá? Desilusionado, Baekhyun se sumergió en la ducha tibia y pensó en alguna otra forma de seducción para usar en su esposo.

Park Chanyeol invitó a los líderes de la empresa con la que habían cerrado el trato, así como también lo hizo con la familia Byun y varios potenciales compradores.

La velada se llevaría a cabo en el jardín trasero de la mansión. Más de 50 hectáreas de los alrededores eran de Chanyeol, así que no tenían vecinos. La arquitectura de la casa era completamente tradicional. Tejados multi-inclinados de color dorado, galerías con amplias ventanas, paredes que variaban entre el color rojo, verde o morado, todo mostraba una apariencia solemne. El jardín había sido decorado con varias sillas alrededor de un estanque y un enorme bufet de comida variada.

Tan pronto cayó la noche, él y Baekhyun comenzaron a dar la bienvenida a los invitados. Chanyeol prestaba atención al comportamiento de Baek, pero no encontró ninguna imperfección. Definitivamente había cambiado. Antes, solía quedarse en la habitación sin salir a menos que alguien de la familia Byun le obligase a hacerse presente. Cuando esto pasaba, era seguro que armaría algún escándalo si viese algo que no le gustase justo como un niño mimado y quisquilloso. Este nuevo Baekhyun le gustaba mucho más que el otro.

“Tal vez debería darle una oportunidad y hacer que esto funcione.”

De esta forma, Chanyeol se comportó como un buen marido y disfrutó gran
parte de la velada junto a Baek, pero esta armonía no duró mucho.

Ye Ji entró del brazo de un joven muy parecido a ella. Llevaba un traje recto
blanco muy elegante que favorecía su esbelta y atlética figura. Al ver en dirección a Baek y Chanyeol atravesó la habitación con una radiante sonrisa.

—¡Primo! Me alegro mucho de verte —dijo dejando a su madre frente a Chanyeol y fue a abrazar a Baekhyun.

Desde su llegada hasta el saludo, Baek se había mantenido observando al hombre de cabellos rubios con fijación. Era muy guapo, si Chanyeol era una belleza masculina, este joven debía ser llamado dios griego.

—A mi también me da alegría...verte —dijo devolviendo el abrazo con sonrisa, sin olvidar sentir los firmes músculos bajo su ropa. Al ver esto, los ojos de Chanyeol mostraron un brillo peligroso que logró ocultar antes de acercarse a ellos.

—Contrario a tu madre, pareces llegar excesivamente tarde, Mark. Tenía
esperanzas de que cuando Ye Ji me dijo que vendrías fuese una broma, pero al parecer tu padre no se toma en serio tales acontecimientos.

—Mi padre no tiene tiempo que perder en reuniones ociosas como esta. Es un hombre muy ocupado que dirige sus negocios por su cuenta. No como el señor Park, quien lleva el título de jefe, pero es controlado como un perro por su antepasado —dijo en un tono inocente mientras lo observaba fijamente.

Ante la mención de su abuelo, Chanyeol se acercó más a Mark, su puño se cerró con fuertes ganas de pegarle, pero antes de levantar su brazo Baek y Ye Ji intervinieron al mismo tiempo.

—¡Lo lamento mucho! Este niño insolente...

Ye Ji tiró de su hijo a un lado, golpeando su cabeza mientras buscaba el apoyo de su sobrino.

—Querido, no debemos pelear con nuestros invitados. Nos darían la etiqueta de malos anfitriones, ¿no crees? —dijo Baek abrazando el brazo de Chanyeol con un tono cariñoso. El calor hizo que el hombre mayor se sintiese más tranquilo, pero no
olvidó lanzar una mirada de odio hacia Mark.

—¡Oh, si! ¡Acabo de recordar! Nuestro pequeño Mark se detuvo en el camino a comprar un regalo para su primo ¿Cierto? —dijo Ye Ji observando a su hijo con ojos feroces.

—Si. Está en el auto. Iré a traerlo... —respondió el aludido seguido de su madre.

Baekhyun se quedó observando la espalda de Mark alternando de su trasero hacia los rizos dorados de su cabeza, mordió su labio inferior. Un hombre capaz de rebelarse a Chanyeol sin ganarse un agujero de bala entre las cejas era bastante impresionante.

—¿Te gusta lo que ves? —susurró Chanyeol al oído de Baek mientras este último seguía observando anonadado la figura de Mark en la distancia.

—Un poc...

Al darse cuenta de quien era el que estaba junto a él, se calló y dijo nervioso.

—Por supuesto, su traje es bastante elegante. ¿Dónde crees que lo compró? —dijo tratando de salvar la situación.

—Tengo un traje parecido a ese en la habitación. Vamos, quiero mostrártelo.

Baekhyun no pudo negarse al notar el aura peligrosa de su marido. Y así, nadie fue testigo de la repentina desaparición de los anfitriones de la fiesta.

¡Esposo, tu esposa necesita un castigo! [Chanbaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora