Capítulo 24: Dulce

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Baekhyun se estiró en el asiento del escritorio de su habitación y observó los resultados de su ordenador.

Habían transcurrido semanas desde que Jisub le informó que el hacker no fue encontrado. Sin embargo lograron confirmar que, en efecto, su base era una fábrica abandonada en el Distrito 4. Desde ese momento, Jisub se centró en buscar al ladrón —o ladrones— de información obstinadamente.

Baekhyun decidió ayudarlo
ahora que Chanyeol se encontraba en un viaje de negocios.

Pensando en los dos días que no había hablado con Chanyeol, envió la información a su tío y llamó a su esposo. Cuando su llamada fue contestada, no esperó a que la otra
persona hablase.

—Te extraño —dijo. La línea permaneció en silencio, procesando lo que Baekhyun acababa de decir, pero pronto obtuvo su respuesta.

—Yo también —dijo Chanyeol, su voz estaba cargada de cariño.

—¿Cuándo vuelves?

—Dentro de tres días.

Baekhyun resopló.

—Eso es mucho.

Una divertida risa se escuchó detrás de la línea.

—¿Tanto quieres ser consentido por tu marido?

—¡Por supuesto! Llevamos una semana sin vernos.

—Espera un poco más. Pronto verás a tu querido esposo.

Baekhyun se revolvió en su asiento, inconforme.

—Te noto inquieto —dijo Chanyeol, su voz se volvió profunda.

—Lo estoy, necesito un tratamiento.

Los ojos de Chanyeol brillaron y se recostó en su asiento.

—Puedo ayudarte con eso.

—¿Cómo?

—¿Dónde estás?

—En nuestra habitación.

Al escuchar la palabra “nuestra” Chanyeol tuvo la urgencia de dejar el negocio e ir a follar a su esposa en ese momento, pero logró contenerse.

—Desnúdate.

Baekhyun corrió hacia las ventanas y las cerró. Luego puso el celular en manos libres y comenzó a quitarse la ropa. Todo esto en menos de un minuto.

—Listo —dijo. Su voz era un susurro tembloroso.

—Ve al armario y agarra un juguete.

—¿Cuál?

—El azul.

El pene de Baek sufrió una sacudida.“El azul...”

Caminó hacia el armario y buscó en el lugar donde guardaban todos sus
juguetes sexuales. Cuando encontró el que Chanyeol se refería y mordió sus labios. En sus manos se encontraba un consolador de 18 centímetros, dos menos que el de su esposo, pero igual de placentero gracias a sus vibraciones de ocho velocidades.

Jadeando, Baekhyun regresó a la cama y se lanzó sobre ella, puso el celular a su lado.

—¿Lo tienes?

—Lo tengo.

Su respiración errática volvió loco a Chanyeol, quien deslizó sus pantalones hacia abajo y agarró su polla, frotándola con suavidad. Era una suerte que estaba solo en su habitación de hotel en esos momentos. Si no estuviese tan paranoico debido al problema de Jisub y su robo de información, le habría pedido una videollamada.

¡Esposo, tu esposa necesita un castigo! [Chanbaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora