¡Esposo, tu esposa necesita un castigo! [Chanbaek]

Capítulo 27: ¡No soy una propiedad!

—¿Qué le hiciste a Kyung-soo? —preguntó Chanyeol en el auto de camino a su mansión. Cuando regresó al hospital a buscar a Baekhyun, había visto el rostro encendido de Kyung-soo mientras que su esposa no paraba de sonreír.

—¿Por qué piensas que hice algo? —dijo Baek fingiendo inocencia.

“Tan solo hice una broma. Nada grave.”

Chanyeol levantó una ceja en su dirección.

—¡Acababan de tener sexo! Habría sido un desperdicio si no los molestaba un poco.

—No lo incomodes, está herido.

Baekhyun se revolvió en el asiento, luego de unos minutos frunció el ceño y miró a Chanyeol.

—¿Fumaste? —dijo acercando su rostro al cuerpo de Chanyeol e inspiró el olor a tabaco de su cuerpo. Su rostro se distorsionó en desagrado.

—Solo cuando necesito calmarme —respondió el hombre observando la reacción de Baek—. No te gusta.

No era una pregunta. Estaba escrito en el rostro de Baekhyun.

—Es malo para ti.

En su tono había cierto reproche y preocupación que hicieron a Chanyeol apretar el volante para controlarse de no lanzarse al joven en ese mismo momento.

—Lo dejaré —miró cómo la expresión de Baek mejoraba—, pero me tendrás que ayudar para calmarla ansiedad.

—No creo que mis técnicas vayan a calmarte, pero lo intentaré —provocó Baek.

En el pronto silencio del auto, Chanyeol comenzó a pensar en la forma correcta de decirle que lo quería. ¿Estaba bien hacerlo en el auto? ¿O debería esperar un poco más?

Sus pensamientos fueron interferidos por el tono del celular de Baekhyun. El joven miró la pantalla y contestó.

—Hol...

—¡¿Dónde estás?!

El grito de Jisub perforó sus oídos, así que lo alejó y puso a manos libres.

—De camino a casa con...

—¿Estás bien?

Se escuchó la voz preocupada de Ye Ji seguida de Mark que repetía la misma
pregunta que su padre.

—¡Estoy bien! —dijo cuando las voces se calmaron por un momento—. Ahora voy de camino a casa. Mi esposo está conmigo, no tienen que preocuparse.

—¿El perro de Park está ahí? ¡Quiero hablar con él!

Baekhyun miró de reojo a su marido que parecía ignorar a su tío.

—Está conduciendo, ahora mismo no puede hablar...—¿Estás a manos libres? Si estás a manos libres dile que iré a su casa y te llevaré. Volverás a vivir con nosotros. Un perro tan inservible como él no merece que estés allí.

Chanyeol gruñó y se inclinó para decir algo, pero Baek llevó una mano a los labios del hombre y negó.

—Estoy bien, de verdad. No necesitas hacer eso —escuchó un par de sonidos incomprensibles al otro lado de la línea y luego la voz de Ye Ji saltó preocupada.

—Querido, ¿de verdad estás bien?

—Si, mi esposo está conmigo. No me pasará nada.

Chanyeol agarró la mano de Baekhyun y la sostuvo con fuerza.

—¿De verdad?

—De verdad.

—¿De verdad, de verdad? ¡No me mientas!