Capítulo 25: No soportaría perderte

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Cuando terminaron de comer, Baekhyun pidió dar un corto paseo por el lugar. Aún eran las 4 de la tarde y no quería regresar a la mansión.

Planeó salir para mejorar su humor, pero al final este solo decayó al ver lo cariñosos que eran Jongin y Kyung-soo.

¡Él también deseaba ser mimado!

Baekhyun caminó por la vereda observando los tranquilos alrededores por donde transitaban.

De hecho, era demasiado tranquilo. Casi no habían personas y el silencio
era muy sospechoso. Se giró para preguntar a los dos hombres a su espalda si había alguna festividad en las cercanías, pero en ese momento escucharon el sonido de unas ruedas
derrapando y una furgoneta negra apareció desde una esquina, acelerando hacia ellos.

La puerta corrediza del vehículo se abrió, dejando ver a un par de hombres encapuchados. Uno de ellos iba armado mientras el otro sostenía una soga.

Baekhyun fue empujado hacia un lado y saltó alarmado cuando el estruendo de un disparo aturdió sus oídos. Jongin había sacado su arma y apretó el gatillo, disparando hacia el hombre encapuchado que estiraba los brazos con la intención de arrastrar a Baek hacia dentro de la furgoneta.

Con una maldición, el hombre armado comenzó a disparar hacia ellos al ver la herida sangrante del brazo de su compañero.

Jongin y Kyung-soo respondieron con rapidez, intercambiando balas contra los hombres del vehículo mientras hacían retroceder a Baekhyun detrás de una arboleda.

Baekhyun observó con ojos bien abiertos cómo las pocas personas en la calle habían corrido por su vida, algunos se encontraban tirados en el suelo para evitar ser alcanzados por las balas. El brazo de Kyung-soo presionó a Baek contra su pecho y usó
su cuerpo como escudo mientras seguía disparando.

La furgoneta maniobró de forma brusca cuando una bala atravesó una de sus ruedas y comenzaron a darse a la fuga. Todo sucedió de forma tan rápida que Baekhyun no pudo evitar pensar que se trataba de una ilusión.

Los disparos fueron haciéndose menos audibles hasta que finalmente el sonido de las ruedas y el motor del auto desaparecieron con ellos. El lugar quedó en silencio, solo quedaban las marcas de las balas y los neumáticos en el pavimento.

Jongin salió de entre los árboles y corrió a la calle observando la dirección donde había desaparecido el vehículo. Marcó unos números en su celular y comenzó a informar con rapidez la información de la matrícula, así como cuántas personas había visto dentro de la furgoneta.

Kyung-soo liberó al Baekhyun agitado sobre su pecho.

—Furen, ¿estás herido? —preguntó examinando el cuerpo del joven. Baekhyun palideció cuando sintió una sustancia caliente en sus manos.

—No...tú...estás sangrando...

ººº

En el hospital general de Ciudad Y, Baekhyun mordía sus uñas caminando de un lado a otro por el pasillo mientras que Jongin se encontraba sentado en uno de los
asientos en silencio. Desde hacía una hora esperaban la noticia sobre la condición de Kyung-soo.

Lo único que sabían era que una de las balas había penetrado en su estómago.

Cuando Baekhyun vio tanta sangre se sintió mareado. Nervioso, gritó a Jongin que salvase a Kyung-soo de morir desangrado sobre él. A pesar de que el aspecto de Soo no podía ser mejor, Jongin corrió hacia el auto y en dos minutos estaba conduciendo hacia el hospital. Cuando los tres hombres bajaron del coche, Jongin cargó a Kyung-soo en sus brazos a pesar de sus súplicas e irrumpieron en la sala de urgencias.

¡Esposo, tu esposa necesita un castigo! [Chanbaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora