Al despertar siento el como el sol inunda poco a poco mi cuarto, una parte de mi no quiere levantarse, pero por otro lado tengo que hacerlo, hoy tengo que ir a la escuela, sin duda alguna odio eso, mi único motivo era el, y aunque no lo veía mucho solo por el me dispuse a ir, era evidente que Gerardo me está volviendo loca, ir solo por el a la escuela es un gran acto de amor.
El cabello se me escurre por la espalda mojando mi playera, estoy muy estresada puesto que se me hace tarde, no eh logrado alistarme desde temprano, pero justo en este instante estoy tratando de hacer lo posible para lucir de lo mejor en tan poco tiempo.
Entre prisas y maquillaje , mi cuerpo comienza a sentirse raro, es como sí fuera a pasar algo, odio este jodido sentimiento de desconocer lo que pasará, trato de calmarme y seguirme maquillando, pero me es inevitable, se que hay algo que justamente hoy que va a hacer cambiar las cosas, una electricidad comienza a recorrer mi cuerpo, a tal punto de entrar en ansiedad.
Cuando por fin logro calmarme, veo el reloj y pego un grito al aire.
¡No puede ser, ya son 2:30!, Ni de loca me van a dejar entrar a la escuela.
Ya mejor quédate Gina- Exclama mi hermano y me sonríe.
Lo analizo unos cuantos segundos y lo fulminó con la mirada, sin duda faltar y estar en mi casa suena maravilloso, pero mis ganas de ver a Gerardo eran más, tras un rato me resigne y me cambie por unos jeans y un jersey.
La tarde parece ir bien, el presentimiento ya no me inunda, y sobre todo me siento radiante, es como si todo fuera mejor conforme a los rayos del sol. Tumbada en mi cama con el móvil en la mano veo que me escribe Daniel.
-Hola amor, ¿Vas a salir?.✨
Eventualmente me emocionaría por un mensaje de Daniel y aunque somos ex y amigos con derechos ya no me emociona, pero por otro lado estoy jodidamente aburrida en mi casa.
-Hola mor, si, ¿Y tú?.🥰
¡Joder Gina, ahí vas de nuevo con el mismo! -Me digo a mi misma para luego soltar una risita ahogada.
A los cinco minutos Daniel ya estaba afuera de mi casa para que saliéramos juntos, de alguna u otra forma el y yo siempre acabaríamos juntos, o mínimo eso pensé.
Entre risas y juegos nos quedamos de pie frente a su casa, la plática cada vez más se adentraba a un tema que no quería tocar, pero estando juntos era inevitable hablar de todo lo que pasó entre el y yo, por un momento estaba ya dispuesta a adentrarme al tema cuando de pronto, giro levemente la cabeza y veo a alguien muy familiar parado en la puerta de la privada.
Me quedé sorprendida al verlo ahí, actúe de forma rápida y le di un codazo a Daniel que estaba alado de mi sin notar la presencia de aquella persona.
Hey, ¿Que te pasa, loca?.- Pregunta Daniel con un tono de burla.
Cállate, y voltea discretamente.- Le digo en un tono bajo para luego verlo directamente a los ojos, por alguna razón mi corazón ya estaba súper acelerado.
Daniel voltea lentamente y alza la mano para saludar a Ed, mi confusión fue tanta que le pregunté que si se hablaban, por supuesto el me dijo que no pero que igual lo saludaría.
Tras un rato note que Ed seguía ahí parado, me pareció estúpidamente raro, puesto que no podía entender a quien esperaba, así que entre tanto asumí que era a Daniel, realmente mi incomodidad fue mucha ya que no me gusta sentir que excluyó a la gente, así que no tarde mucho en decirle a Daniel que lo invitará a venir.
Daniel obviamente lo hizo, pero Ed no mostraba señales de venir hacia acá, así que me desespere un poco y le grite.
¡Ed, ven!- Un poco irritada, quizá fue mi grito u otra cosa pero vino, el ambiente comenzó a sentirse pesado y realmente lo era, cuando el llegó a nosotros saludo a Daniel y luego a mi, de un momento a otro ellos entablaron una platica, mientras yo de ves en cuando tenía participación.
Había algo en particular que no me permitía quitarle la mirada de encima a Ed es como si algo me atrajera mucho más a él, era realmente inusual que pasará eso, por qué no veía el motivo de verlo tan frecuente.
Quizá Daniel lo noto por qué en cuestión de segundos me abrazo, como si estuviera marcando territorio, en ese preciso instante no me importo por qué de una o de otra forma yo no podía de ver los ojos café oscuro de Ed y su sonrisa.
La tarde seguia pasando tan deprisa que me costaba trabajo asimilar todo lo que había pasado en las últimas tres horas, me comencé a frustrar por qué no podía dejar de hacer contacto visual con Ed, realmente me molestaba bastante eso, pero por otro lado Daniel estaba de encimoso, una parte de mi gritaba.
¡Creeme que ya todos tienen claro de que soy de tu propia, pero hey solo hasta que yo te lo permita!.
Mientras trataba de disimular lo que estaba sintiendo, Daniel no se me despegaba, las manos me sudaban por alguna razón, mi nerviosismo termino justo cuando Ed , Daniel y yo salimos a la tienda, ellos no paraba de hablar de fútbol y de música, realmente me comenzaba a adentrar a la plática, debo confesar que ya era más agradable la situación.
Conforme cayó la noche mi sexto sentido se agudizó, comencé a intuir que Ed y yo de alguna forma estaríamos juntos, mi cabello volaba por los aires y mis ojos se posaban en Ed, en ese instante comprendí que Daniel ya no era lo mismo para mí.
Estoy encerrada en mi habitación, realmente estoy cansada, bajo poco a poco los jeans y cuando por fin logro quitarme los jeans me dejó caer en la cama, y cierro los ojos, por alguna razón en mi mente solo está la sonrisa de Ed, pero también por si fuera poco también la imagen de como se le hacen chiquitos los ojos cuando sonríe.
¡Vamos Gina, ¿Que carajos te pasa?.! Me digo mientras me tallo los ojos, se que esto es inusual, pero no puedo sacarlo de mi mente
Entre millones de pensamientos saque un tabaco de mi cajón, me puse la pijama y sali a la calle, el humo era de un color gris gracioso, mientras sentía como pasaba por mi garganta, pensaba.
"Esto es raro, pero se que algo bueno viene"
El cielo estaba ligeramente estrellado y el frío era intenso, por otro lado me hacía sentir la calma, no sé en qué momento el sueño me invadió, no tarde mucho en levantarme de la banca donde estaba para meterme a la cama, los ojos me ardían y las manos me temblaban por el frío.
Cuando por fin ya estaba dentro de la cama, me hice bolita y me tape completamente y cerré los ojos, en la completa oscuridad lo ví, era como si no me quisiera dejar, respiro profundamente y trato de relajarme, cuando de pronto mi mente dice.
"Tu sabes que es el, es con el"
¿Queeee carajos?, Me digo sobresaltada y analizo la situación, no comprendía por qué había pensando en eso, ya no podía seguir así, sin duda asumí que era por el cansancio, en el fondo quería que fuera así, de nuevo en la obscuridad conseguí quedarme dormida.
¡Está es tu historia, es aquella que quizá no debía ser!.
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El tiempo que duro
Fiksi RemajaEd y Gina no eran los más cercanos, ni siquiera recuerdan si alguna vez ellos estuvieron envueltos en algo más, pero un giro de 360° llegó a su vida, viviendo un romance que a la larga los ahogaría, o mínimo a Gina