El libro prohibido de BNHA (+18)

KATSUKI BAKUGOU [SOFT/ANGST ESPECIAL]

no sé qué opinaréis del final DLÑJFLÑA

yo solo quería escribir a Katsuki enamorado... y lo he hecho, solo que con un poco más de contexto ehe

me disculpo por las posibles faltas ortográficas. he corregido algunas, pero creo que hay algunas sueltas

no sé de quién escribir el próximo FJSDLÑFJLDKÑ

pd, la parte angst dura poquito a mi parecer. aun tengo que pensar en hacer uno BIEN triste... 

palabras: 9281

finalizado: 04/07/2022

°°°

—Profesor, ¿alguna vez te has enamorado?

Katsuki quiso lanzarle una tiza al niño que había hablado.

—¿Por qué no cierras el pico en vez de hacer preguntas inútiles?

Sin embargo, todos los demás niños quisieron saberlo y no le dejaron en paz hasta que el rubio les contestó.

—Sí —dijo de mala gana—. ¿Contentos?

—¿Y sigues saliendo con esa persona?

El rubio abrió la boca para contestar, pero no pudo. Volvió a cerrarla y se quedó sumido en los dulces recuerdos antes de retomar consciencia. 

Esta vez sí, le lanzó la tiza al niño.

—No más preguntas estúpidas.

Katsuki no quería recordar el dolor del pasado.

Llegó a su casa después de horas intensas en las que se dedicó a corregir exámenes y reparar su traje de héroe y entrevió entre el papeleo las fotografías del año en el que había estado más feliz.

—Deja de ladrar —le masculló a su perro, y el animal se calló.

El gato los observó desde un lado con ojos agudos y esperó su momento de mimos. Katsuki se acercó y lo hizo, acariciándole por debajo de la barbilla. Pensó en lo que había en el escritorio y suspiró.

No pudo resistir la tentación y se hundió en la melancolía. Se sentó en la silla y fue cogiendo las fotos, una por una, sonriendo con tristeza al ver sus rostros juntos, contentos, sus manos unidas.

Se le escapó una lágrima y se la quitó al momento, pero otra cayó después de esa y no pudo frenar el llanto.

Afortunadamente, este fue interrumpido por la llamada de Eijirō.

—¿Katsuki?

—¿Qué quieres?

Eijirō suspiró.

—Resulta que... Ay, Denki, para. ¡No, no! No dejes que el perro se suba al árbol otra vez. ¡Detén a la señora mayor!

—O hablas o te cuelgo.

—A ver, pues que resulta que hace unos días...

Se oyó una explosión al otro lado de la línea y Katsuki, al ver que no escuchaba nada y que su amigo estaba demasiado distraído, colgó. 

Se lavó la cara en el lavabo y salió a la calle a tirar la basura y a fumar un poco más. Dentro de esa gran casa que estaba diseñada originalmente para dos persona se sentía atrapado.

Su teléfono volvió a sonar.

—¿Hoy me va a llamar todo el mundo o qué? 

—No le hables así a tu madre.