El libro prohibido de BNHA (+18)

๑ Tamaki Amajiki ๑

Si esto lo está leyendo la persona que lo pidió... Por favor, manifiéstate. 

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Jo, gracias a aquellas personas que fueron a votar por este libro en ese concurso. <3

Ya casi somos 2k. :D

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Wattpad: FUCK YOUUU, FUCK YOU VERY VERY MUUUUCH.

—No deberías enfrentarte a esos chicos.

La chica se encoge cuando siente el algodón sobre la herida y hace pucheros, sabiendo que su novio tiene razón (pero sabiendo que aun así no cambiará por culpa de su personalidad impulsiva).

—Tengo que defenderme —se defiende.

Tamaki no le dice nada, pero esa expresión, al mismo tiempo, ya se lo ha dicho todo. La muchacha, avergonzada, esboza una angelical sonrisa y le pone la mano sobre la pierna. Amajiki se endereza al instante, pero no se atreve a comentar nada al respecto. Echa más alcohol sobre la superficie blanca y deja que su pareja le regale caricias a lo largo del muslo.

—Me perdonas, ¿verdad? —murmura ella avanzando, sentada porque está en la cama, hacia él.

—Lo vas a volver a hacer.

—No puedo permitir que te insulten —se excusa ahuecando su mano sobre su mejilla. Tamaki, con los labios fruncidos y las orejas rojas, se queda en silencio—. Anda, dime algo...

—No tienes que pelearte por mí —musita dejando las herramientas a un lado.

—Eres mi novio.

Amajiki se ruboriza aún más, pero su expresión de «Estoy enfadado» intenta mantenerse.

—Acabas lastimada, no tiene ningún beneficio.

La joven se acerca lo suficiente como para hacer que sus labios choquen. Una pequeña sonrisa se asoma por la comisura de sus labios cuando a Tamaki le tiembla la barbilla.

—Son heridas superficiales —insiste pasándole los dedos por el cuello, por la nuca, y nuevamente por la clavícula—. No me duelen —reitera quitándole la corbata sin separar sus ojos de los suyos.

—Podrías... Podrías acabar gravemente heri...

—Tampoco les dejaría —interrumpe—. Y ahora bésame, porque estás tardando mucho.

Tamaki, tímidamente, le da un rápido pico y se estira en la cama cubriendo su rostro. Ella se ríe y, con una mano encima de su pierna, le separa las manos que le tapan la cara y hace pucheros. Amajiki se sonroja aun más, pero se reincorpora, sin atreverse a mirarla. Le da rápidos y azorados vistazos para comprobar que sigue queriendo que la bese.

Inspirando profundamente, baja los párpados y pega sus labios sobre los suyos. Ahueca su extremidad en su mejilla y ladea la cabeza. La joven, complacida, lo invade con su lengua y lo recuesta nuevamente sobre el colchón, acomodándose sobre su regazo mientras se desprende de su camiseta.

Tamaki, temblando, le acaricia, de modo muy sutil, las piernas, ya que casi ni se atreve a ponerle una mano encima sin pensar que le está haciendo daño —o sin pensar que a ella posiblemente no le gusta. Por suerte, el contacto húmedo y cálido de su lengua jugando con la suya lo ayudan a dejar más seguido la mente en blanco y cerrarse en su burbuja de confianza —donde solo su novia tiene el permiso de entrar.