El libro prohibido de BNHA (+18)

◕ Shota Aizawa ◕ [ESPECIAL]

inspirado en esos manhwas isekai de villainess??

bueno, que si tienen recomendaciones solo TENÉIS QUE DECIRLAS.

yo actualizando dos días seguidos? inaudito

palabras: 8050

Finalizado: 12/12/2021

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Hija única y de marqueses, buena educación, altos estándares. Mujer, bastarda, personalidad vulnerable. Vendida. Así se la podría describir. Un ser débil, maleable, despreciado y poco querido. La muchacha aceptó su destino, no se negó al matrimonio por conveniencia con el famoso duque del norte.

—No debes hacer el ridículo —dijo su padre—. Para eso te quedas aquí y lo haces como siempre —añadió—. Es un honor que el duque haya sido quien haya propuesto el matrimonio —prosiguió dejando la tralla en la mesa.

La joven asintió mientras las criadas le subían la cremallera del vestido. El hombre se marchó de la habitación y ella se quedó sola con las intimidantes miradas de las presentes, que susurraban en su contra cuando veían la oportunidad.

La chica se había sentido completamente sola desde que llegó a la casa; no hubo nadie que le ofreciera su ayuda, que sintiera mínima pena por su trágica vida, que quisiera sonreírle cálidamente para asegurarle que todo iría bien.

Esperaba que el duque, su prometido, al menos pudiera ser más decentemente amable que los demás. 

Una semana después

Ella se miró al espejo y se sintió bonita por primera vez. Giró el rostro de lado a lado para observar el maquillaje, se volteó para contemplar el lazo de la espalda y, así, hacer volar la falda. Sonrió instintivamente y se permitió relajarse a pesar de tener las miradas de desprecio de sus sirvientas. 

Una vez lista, su progenitor le ofreció el brazo y ella lo agarró mientras la puerta se abría y los dos caminaban sobre la alfombra roja. Al final se encontraba el rumoreado duque y la muchacha le sonrió débilmente, tratando de no hacer le ridículo como bien le habían dicho, y este asintió imperceptiblemente, extendiéndole la mano para que se sujetara a ella.

—Recuerda mis palabras —le siseó su padre en la oreja a la vez que la dejaba ir.

A la muchacha le recorrió un escalofrío por la dolorida espalda, así que se aferró fuerte a la extremidad de su prometido y se paró frente al cura, quien empezó a hablar. En un momento dado, ambos quedaron cara a cara y ella pudo apreciar sus facciones bien marcadas que le daban el toque varonil que hacía suspirar a tantas mujeres nobles. La joven contempló el nacimiento de la barba, la mandíbula afilada y, por último, los ojos penetrantes que la hicieron temblar.

El imponente duque y la hija bastarda de los marqueses. Una pareja curiosa y bizarra, decían algunos. Él era fuerte, de complexión grande, viril y  confiable; puede que un poco distante. A los veinticinco años había conseguido hazañas que muchos jamás lograrían. No se había casado ni prometido nunca, no tenía hijos, no había tenido ni un solo rumor amoroso. Que el Shota, el dichoso duque, le hubiera propuesto matrimonio a la hija bastarda de los marqueses fue una noticia que dio la vuelta al reino.

La hija bastarda de los marqueses había nacido a causa de un revolcón casual con un plebeyo. El padre no pudo dejar a la madre y esta última, sin vergüenza, ignoró a su hija como si no fuera suya. Ella era el hazmerreír de la familia, por supuesto, y si tenía que casarse con un desconocido para poder satisfacer o conseguir su amor, lo haría.