El libro prohibido de BNHA (+18)

Hawks [ESPECIAL]

Otra cosa no reescrita. Bv

Perdón por no actualizar por más de un mes lol

°°°

—¿Estás lista?

La joven se ajustó el pequeño micrófono que le colgaba del cuello de la camisa y asintió, sonriendo ligeramente.

—Sí, estoy hasta emocionada.

El chico delante de ella rio y le sujetó el pinganillo que le caía de la oreja.

—Solo tú podrías estar ansiosa por hacer una entrevista con uno de los villanos más buscados de la ciudad —comentó irónicamente.

—¡Por supuesto que sí! ¿Cómo es que tú no...? Oh, bueno, claro... —rio—. Eres policía. Ni siquiera sé por qué me estás ayudando.

—Te debía una.

—Pero no era tan grave como para que acompañaras a una triste periodista a cumplir su objetivo.

—También eres mi amiga.

—¿Quién arriesgaría la vida y el trabajo por un antojo egoísta de su amiga? —murmuró divertida. Salió un hombre de la puerta donde estaban esperando y se calló.

—Ya puedes pasar —le dijo seriamente.

La muchacha soltó el aire por la boca y asintió, mirando una última vez a su compañero.

—Si ocurre algo, grita o haz lo que sea; el caso es que tienes que llamar la atención.

—Lo haré, pero que sepas que sé defenderme —añadió alzando el brazo y tocándose el bíceps con orgullo. Entonces él realizó esa expresión que ella ya conocía demasiado bien, pues la había visto siempre a lo largo de su vida—. Sé que no tengo Particularidad y todo eso... Pero no es como si él fuera inmortal. Un golpe letal en el corazón y hasta ahí llega.

—Lo sé...

—No te preocupes —le interrumpió. Se giró y subió el peldaño—. Lo peor que me podría pasar sería salir sin respuestas, y yo siempre consigo lo que quiero.

Para llegar hasta el despacho de Hawks, la mujer tuvo que taparse los ojos con una venda. Le pareció una tontería, ya que seguramente acabarían cambiando la base y que ella hubiera estado allí no habría sido de mucha importancia. Le quitaron esa cinta cuando cerraron una puerta y ella quedó delante de Hawks, el cual había estado en boca de todos las últimas semanas.

Hawks, con una gracia inhumana, bajó las piernas de la mesa y esbozó una sonrisa de medio lado, indicándole a la periodista con la mano que se sentara en la silla frente a él. La fémina analizó rápidamente la apariencia del hombre y pensó en que las fotos de los cárteles que había por toda la ciudad no le hacían justicia; en persona era mucho más atractivo. Obedeció su proposición y sacó la grabadora, ajustándose el micrófono por vigésima quinta vez desde que se lo había puesto.

—¿Está usted nerviosa, señorita periodista?

La chica relajó levemente los hombros y se relamió los labios.

—No cada día tengo la oportunidad de hablar con alguien que es el objetivo número uno de todos los héroes y policías —respondió apretando los puños para evitar que le temblaran las manos. Contempló velozmente las imponentes alas extendidas del peligroso hombre frente ella y llegó a la conclusión de que moriría en el acto si hacía alguna estupidez—. Bien, ahora que estamos ya en situación, me gustaría empezar con...

—¿Trabaja usted para alguien?

Sorprendida por el corte, alzó la cabeza y se le pasó por la cabeza contestarle de mala manera por no dejarla acabar, pero prefirió callarse y negar.