No soy lo que buscas, nunca lo he sido.
No soy la princesa que espera ser salvada, ni la que busca el calor del apuesto guerrero, yo soy la reina y señora de mi mundo y mis dominios jamás se doblegan a una conquista.
No soy la diana, yo soy la flecha: dura, directa, implacable.
Soy inocencia en su estado puro y la lealtad inquebrantable que ofrezco a quien la merece. Pero me equivoco, soy imprudente e ingenua y a veces eso tiene un precio. El más alto que se te ocurra.
El caos me sigue, el caos de mi propia existencia. No soy buena ni mala, egoísta ni generosa, ángel ni demonio, espada ni escudo. Lo soy todo, todo al mismo tiempo y nada a la vez. Condenada al peso de una armadura de soledad autoimpuesta y que resguarda un corazón demasiado indómito como para ser gobernado. Y aun así, aquellas personas que pueden tocarlo, se maravillan de ello. ¿Por qué? Es algo que se escapa a mi entendimiento. Solo ofrezco lo que soy: imperfección humana y nada más, mezclado en la vorágine de ser yo, inhóspito lugar a veces, calor de hogar tantas otras.
Soy caos, puedo darte vida o muerte, calor o destrucción, ¿no estás dispuesto a aceptar que el aliado y el adversario no son tan distintos el uno del otro? Entonces, no soy lo que buscas.
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La contadora de sueños. Relatos cortos, cotidianos, mágicos y épicos
Truyện Ngắn¿Un coche puede ser una fiera montura? ¿Qué misterio ocultan las galletas que nos hacen tan felices cuando las comemos? Los niños son capaces de ver el otro lado de la vida. ¿Por qué tenemos que resignarnos los adultos? Vuelve a soñar con esta peque...