Pequeño homenaje a la ciudad que me vio nacer y a la que amo como a mi vida misma, en el día más especial para ella y para los toledanos.
Toledo se engalana y habla para ti, solo para tus ojos y tus oídos, huele a tomillo y a pasión, a devoción y a pecado, siempre diferente pero imperturbable ante el paso del tiempo. Toledo es eterna, es tradición y mito, pero es cercana y cálida como un abrazo, fresca como el amante Tajo y solemne como el silencio de la noche.
Feliz Día del Corpus para nosotros, toledanos, y para todos aquellos que llevan a Toledo grabado a acero y brasas en su alma porque forman ya parte de la eternidad de la ciudad.
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La contadora de sueños. Relatos cortos, cotidianos, mágicos y épicos
Kısa Hikaye¿Un coche puede ser una fiera montura? ¿Qué misterio ocultan las galletas que nos hacen tan felices cuando las comemos? Los niños son capaces de ver el otro lado de la vida. ¿Por qué tenemos que resignarnos los adultos? Vuelve a soñar con esta peque...