Era un nuevo día, y una linda chica pelinegra hacía la misma rutina de todas las mañanas antes de ir a la escuela.
Despertar, asearse y peinarse, vestirse con el uniforme, guardar en su mochila las cosas necesarias y finalmente desayunar con su familia antes de salir de la casa.
Siempre tomaba uno de los primeros trenes de la mañana, lo que le hacía llegar a la escuela con bastante tiempo de sobra; siempre era de las primeras en llegar. Como de costumbre, saludaba cordialmente a varios alumnos y profesores que la daban los buenos días en su camino a la sala del Consejo Estudiantil.
Al llegar se sentó en su escritorio soltando un suspiro antes de comenzar con su trabajo. Unos minutos después la puerta fue abierta, dándole paso a una bonita rubia de mejillas abultadas. Jennie la miró algo sorprendida pero le dedicó una pequeña sonrisa a modo de saludo.
—Rosie, buenos días. Me sorprendiste, aun es bastante temprano.
La mencionada dejó su bolso sobre una mesa y se acercó al escritorio de la mayor.
—Buenos días Jendukie. Hoy me levanté más temprano.
Jennie miró hacia la puerta, como esperando que alguien más entrara, cosa que no sucedió.
— ¿Jisoo no viene contigo? Eso sí es raro. — Jennie rió y sus palabras causaron un leve sonrojo en su amiga.
—La verdad es que quería hablar contigo, a solas. Por eso vine más temprano y sin ella hoy – el rostro de la rubia cambió a un semblante algo serio.
La pelinegra curvó una de sus cejas en confusión.
— ¿Qué es, Rosie? ¿Pasó algo malo?
—Bueno, eso ya me lo dirás tú. – la omega menor cruzó sus brazos sobre su pecho y habló con un tono de regaño – No pienses que olvidé tu extraño comportamiento de ayer. Me estás ocultando algo, estoy segura. Así que quiero que me lo digas.
Jennie se puso algo nerviosa, aunque mantuvo su fachada tranquila. Su mente empezó a procesar rápidamente que es lo que le diría a su amiga. Sabía que esta se daría cuenta de la situación. Roseanne podía ser una chica bastante despistada, torpe y nerviosa a veces, pero no en estos casos. Tenía como un sexto sentido para saber cuándo a ella o a algún otro amigo suyo le pasaba u ocultaba algo.
Debía darle algo concreto, porque ella no se creería cualquier cosa. Le contaría la historia. Mordió su labio inferior algo indecisa, pero finalmente habló.
— ¿Conoces a Lalisa Manoban, verdad? La presidenta del Club de Música. – Roseanne asintió a modo de respuesta – Pues ella descubrió que soy una omega.
La omega rubia abrió los ojos de la sorpresa y con una mano tapó su boca igualmente abierta. No podía ser, el secreto que tan bien guardaba su amiga, quien siempre fue muy cuidadosa, ahora alguien más lo sabía.
—Pero, ¿cómo fue eso posible? Ustedes ni siquiera son tan cercanas — su ceño se hallaba fruncido en preocupación por su amiga, temía que Lalisa Manoban pudiera perjudicarla ahora con esto.
Jennie dejó salir un profundo suspiro y jugaba con los dedos de sus manos, las cuales estaban apoyadas encima de su mesa.
—Me pasó algo parecido a cuando tú me descubriste. El día que llegó mi celo estaba aquí sola en la tarde. Mi caja de supresores estaba vacía y no me di cuenta. Fue Lalisa quien me encontró tirada en el suelo. – le contó lo más breve posible.
— ¿Y entonces qué hizo ella? ¿No me digas que se aprovechó de ti y por eso estabas así? – los puños de la menor se cerraron ante la idea – Dímelo, y yo misma la golpearé. No me importa que sea una alfa.
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¡La presidenta del Consejo Estudiantil es una omega! || Jenlisa
Fanfiction⌦Jennie es una alfa que solo quiere lo mejor para todos los omegas en su escuela. La convivencia entre todas las clases es su objetivo, y trabaja en esto desde su puesto como Presidenta del Consejo Estudiantil. Pero hay un problema. Jennie en realid...