Kim Dahyun y Son Chaeyoung nacieron en el seno de una familia posicionada en lo más alto del estatus social, dos mujeres poderosas y atractivas que criadas en "cuna de oro" formaron una fuerte relación a muy temprana edad, volviéndolas imparables y...
Chaeyoung dormía plácidamente cuando la luz intensa de la mañana ingresaba sin piedad por el gran ventanal de la habitación, eso despertó a Mina quién un poco incomoda y dormida trato de ocultar su vista de la claridad contra el pecho desnudo de la contraria dándose cuenta en ese momento con quién estaba, dónde y todo lo que pasó pero todo lo contrario a asustarse pasó su brazo por toda la espalda desnuda de Chaeyoung apretando sus cuerpos aún más, respirando el olor natural de su cuerpo y escuchando su respiración tranquila contra su cabeza. No tenia idea alguna de que hora era pero aún así no le preocupaba para nada, no tenia responsabilidades que cumplir ese día así que disfrutar a pleno ese momento sin preocupaciones hacia sentir a Mina en el paraíso.
Sin poder conciliar el sueño de nuevo, se aventuró acariciando su piel lentamente pasando sus dedos por la línea de su columna con los ojos aún cerrados disfrutando de la suavidad de su cuerpo, las dos aún desnudas y sus piernas entrelazadas podía sentir su intimidad contra su pierna, estaba en un éxtasis recordando cada detalle de la noche anterior, no sería fácil para nada olvidarla, Chaeyoung comenzó a removerse despertando poco a poco, Mina aprovechó para que sus labios comenzaran a recorrer la piel que tenía a su paso, desde sus pechos hasta su cuello y barbilla recibiendo gemidos de aprobación.
—Mmh, buenos días.—La voz ronca de Chaeyoung provocó una pequeña puntada de excitación en su centro por lo sexy que sonaba, acercó sus labios a los suyos robándole un beso que terminó por despertar a la mujer en sus brazos, quién le sonrió mostrando aquel hoyuelo que le pareció tan adorable desde la primera vez.
—Buen día.—Respondió Mina volviendo a su cuello para besarlo eróticamente, Chaeyoung se movió en un intento de darle más acceso y sintió el roce apretado de la pierna de Mina en su intimidad, aprovechó eso y con un pequeño movimiento de caderas su clítoris comenzó a latir, repitió eso en lapsos cortos de tiempo mientras Mina acariciaba su cintura y espalda con más intensidad, en cuestión de minutos sintió en su pierna la humedad que comenzaba acumularse y mojarla, sonrió satisfecha para atacar sus labios con deseo empezando una ronda más de sexo, consumiendo cada parte del adictivo cuerpo de Chaeyoung.
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Sana despertó esa misma mañana por golpes insistentes en la puerta de su departamento, abrió los ojos encontrándose pegada a espaldas de Dahyun que abrazaba su brazo contra su pecho semidesnudo, una escena digna de una pareja de años, la noche anterior se durmieron luego de pequeñas sesiones de besos disfrutando del calor y la compañía, no iba a mentir y decir que no tenía ganas de cogerse a Dahyun toda la noche sin mínimo descanso pero lo que surgió mediante sus conversaciones y besos tranquilos le pareció muchísimo mejor, lo disfrutó a pleno hasta que las dos cayeron en un profundo sueño que ahora se veía interrumpido por quién sea que este golpeando la puerta de manera desquiciada.
Bueno, desquiciada era un poco exagerado pero no dejaba de ser molesto, entre quejas internas y estrategias para que Dahyun la suelte sin despertarla se levantó en completo silencio, se vistió con la ropa más holgada que encontró y fue hacia la puerta principal, "por favor, que no sea quién imagino, que no sea él." Pensó antes de mirar por la mirilla y efectivamente, era Young.
