02.

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"02. Nuevas amistades y enemistades"

La pijamada que las tres chicas hicieron en casa de Alexa hizo que de una vez por todas se consumara una linda relación entre las tres. Eso tenía a la chica Jones contenta, y su padre podía verlo.

— ¿Quieres que te lleve? Tengo la mañana libre hoy — preguntó en medio del desayuno — No te preocupes, Lydia y Allison pasaran por mí —respondió la chica con una sonrisa.

— Vaya, ya has hecho amigas, eso es bueno, pero no te olvides de tu viejo tan pronto — bromeó el mayor, logrando que su hija riera antes de seguir su broma — Por poco y no se como te llamas ¿Sabes?

Alexa buscó rápido sus cosas mientras su padre la veía ir de un lado para otro acomodando su cabello. Unos instantes después, sonó una bocina.

— Cuídate ¿Sí? — pidió. Tomó su billetera y se acercó con un billete a su hija — Y qué esto te alcance para la comida, lamento no haber cocinado nada.

— Tranquilo papá, estaré bien, solo hay que esperar que los cuervos no vuelvan — respondió dándole un beso en la mejilla, eso iba a ser todo, pero se paró un minuto para preguntar — Al final ¿Descubrieron algo sobre eso?

Su padre negó.

— Nada todavía. Es como si de la nada esos animales se volvieron locos — respondió ahora un poco más serio; su voz sonaba cansada, porque el tema lo tenía así — Ahora ve antes de que tus amigas me maten por tenerte mucho tiempo.

Alexa salió de la casa y cuando entró al asiento trasero del auto saludó a las chicas.

— ¿Por qué tardabas tanto? Pensé que tendríamos que irnos sin tí — pregunta Lydia.

En su poco tiempo en la cuidad, Alexa había entendido que a Lydia Martin le gusta que las cosas sean a su manera, que no la hagan esperar y que ella debía saber todo sobre la vida de sus amigas, pero no era mala chica, de hecho tenía una lealtad incomparable.

— Hablaba con mi papá, sobre él tema de los cuervos — explicó con un aire desanimado — Me dijo que hasta ahora no tienen nada, pero no tiene sentido.

Vió a ambas hacer una mueca.

—  No le des muchas vueltas, Alex — susurra Allison en tono tranquilizador — No creo que ese tema lleve a ningún lado, si me lo preguntas.

— Allison tiene razón, solo un montón de pájaros que se volvieron locos y desafortunadamente chocaron en nuestro salón — coincide Lydia tras el volante, pero sonaba como si ni ella se lo creyera.

El resto del camino, que fue muy poco en realidad, se la pasaron hablando de otras cosas, como la vida de Alexa en San Francisco.

— No estaba mal, pero no sé, nunca sentí que terminaba de encajar ¿Eso tiene sentido? — pregunta un tanto perdida en sus pensamientos.

— Tiene todo el sentido para mí — respondió Allison con voz quejosa — Cuando tus padres viven mudándose de lugar en lugar, y siempre eres la chica nueva, es difícil sentir el lugar como propio.

— Entiendo lo que dicen, pero no pasé por algo así, yo siempre estuve aquí — habló Lydia con voz un poco apagada — A veces me pregunto que hay fuera de Beacon, es decir, no quiero quedarme aquí toda la vida.

Las dos chicas asistieron, no siendo indiferentes a ese sentimiento.

— Bueno, cuando nos graduemos, seguramente podrías entrar a cualquier universidad del mundo así que yo no me preocuparía tanto por quedarme aquí — reconforta Alexa con una sonrisa — Y cuando te vayas a Oxford o algo así, no te olvides de nosotras.

Stand by you ; Teen Wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora