Capítulo 2.

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Alexia Harris.

Ha sido un día largo de trabajo en la tienda de música, ya estamos cerrando para que nos podamos ir a nuestras respectivas casas. Pero antes de irme a mi casa pasare por Ice Cream House por unas malteadas, soy fan del helado y más cuando el sabor es de chocolate, así que... sí, la malteada de chocolate es mi favorita.

Mientras camino hacia Ice Cream House voy escuchando música, soy de las personas que disfruta y ama la música, que hace la gran mayoría de cosas mientras escucha música, además muchas veces despeja la mente y eso para mi es más que increíble. Amo a Panic! At the disco, y Golden Days tiene un ritmo fantástico y totalmente arrollador, te llena de energía, en definitiva, es de mis favoritas.

Cuando llego al establecimiento hago fila como por 5 o 10 minutos, hasta que es mi turno y con una sonrisa en mi rostro empiezo: -Buenas noches, por favor me vende seis malteadas, una de chocolate, dos de frutos rojos, una de vainilla y otras dos de oreo, gracias.

-A nombre de quien hago el pedido? – pregunta el muchacho.

-Alexia Harris.

-Okey, puede tomar asiento, cuando este listo su pedido la llamaremos.

-Muchas Gracias.

Me siento a esperar y entre todas las canciones que tengo descargadas en mi celular, empieza a reproducirse una de mis favoritas: Count On Me de Bruno Mars. En voz baja empiezo a tararear la canción y automáticamente se me viene a la mente la cara del chico que estuvo hoy en la tienda, cuyo nombre creo que es Tyler.

Es un chico muy interesante, se nota que tiene un buen gusto musical y eso es increíble. Tiene el cabello negro y unos hermosos ojos color avellana, es de piel blanca y tenia un piercing dorado en la oreja. Llama la atención a simple vista todo su ser.

En medio de tantos pensamientos cuando la canción ya esta llegando al final, me llaman para que reciba mi pedido y lo pague. Después de coger las bolsas de las malteadas ahora si me dirijo a mi casa, no esta tan lejos de Ice Cream House, entonces todo esta bien, aunque particularmente hoy estoy mas agotada de lo normal, así que después de entregar las malteadas a mi familia creo que me iré a mi cuarto a dormir o probablemente a tocar la guitarra, es uno de mis pasatiempos favoritos.

Al llegar a casa golpeo y me abre Riley y automáticamente se da cuenta de que traigo conmigo una bolsa de Ice Cream House y chilla de la emoción.

-¡¡Pasa, pasa!! ¡¿Me compraste una malteada de oreo!? – empieza decir toda emocionada.

-Riley, ayúdame con esta bolsa mientras yo cierro la puerta. – prácticamente me rapa la bolsa y sale a correr.

Cuando llego al comedor, ella ya ha sacado tres de las malteadas y corre hacia mi para quitarme la otra bolsa y sacar las otras tres malteadas, las organiza y coge la suya para luego probarla y saltar de felicidad.

-Eres la mejor!! – empieza a decir mientras me abraza. – Gracias, gracias, gracias!

Luego de eso tomo la malteada de mis otros hermanos, primero voy a donde Lillian y le entrego la malteada de frutos de rojos, me abraza, me agradece y me pregunta un par de cosas de mi día. Salgo de la habitación de ella para dirigirme a la habitación de Andrew y hacer el mismo proceso, esta vez entregándole la otra malteada de oreo.

Por último, me dirijo a donde mis papás y le entrego a mamá la malteada de vainilla, a mi papá le entrego la otra de frutos rojos y al recibirla le brillan los ojitos. Definitivamente, adoro a mi papá y es increíble, a él le agradezco muchas cosas, entre esas el haberme heredado su guitarra y haberme enseñado a tocar antes de eso.

Inevitable finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora