Capitulo 6.

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Alexia Harris.

Debo admitir que me sorprendió un poco cuando vi a Tyler en la tienda, no espere verlo y menos que fuera por la invitación que me había hecho. Aunque no quiera admitirlo me emociono saber que estaba ahí por esa salida pendiente, que tomara la iniciativa y que me dijera que tenía planeado que fuéramos a comer y a hablar, que después confesara que había sido algo espontaneo, fue aún mejor.

Que sea tan fácil hablar con él y no se sienta forzado, es estupendo. Cuando enganche mi brazo al de él de manera tan natural fue sorprendente incluso para mí, que él dijera que no le incomodaba fue bonito, aunque sé que de pronto fue un poco raro hacerlo tan de la nada, pues no es que tengamos mucha confianza, aunque se siente como si ya hubiéramos hablado un montón de veces.

Reconozco que es una persona demasiado interesante y que cada vez que hablamos y conozco un poco más de él, me da más curiosidad y más ganas de que nuestras conversaciones nunca acaben.

Cuando llegamos a Ice Cream pedimos dos malteadas de chocolate y la confesión que hizo Tyler sobre que era fan del chocolate me tomo desprevenida, pero me emociono bastante. Que hiciera referencia a la respuesta que le di en Music World cuando me invito a salir, fue bonito.

-Me gusta venir aquí por malteadas, de hecho, vengo seguido. – digo intentando sacar un tema de conversación.

-Ohh, que interesante. – dice, para después agregar – Me imagino que tu malteada favorita es la de chocolate, ¿no es así? – esboza una pequeña sonrisa.

-Acertaste, es mi favorita. – le devuelvo la sonrisa – Me parece que este es uno de los mejores lugares para comer helado.

-Tenias razón, hay una gran variedad de cosas para comer – demuestra interés en la conversación. – Que creativos son – dice mientras ríe un poco.

-Ohh, si que lo son – me rio con él.

En ese momento llega el mesero con las malteadas dejándolas en la mesa para luego irse.

-Bueno, llego el momento de que confirmes si sí son buenísimas las malteadas que preparan aquí o no – espero una reacción de su parte al verlo dar un sorbo a la malteada.

-Mm, si que son buenas – asiente mientras se pasa un dedo por la comisura de la boca, es inevitable no mirarlo mientras lo hace.

Quedo entre tonta y boba al verlo hacer ese gesto tan normal, pero que se ve jodidamente bien en él. Reacciono segundos después.

- ¿Ves? Te dije que aquí preparaban una de las mejores malteadas. – digo un poco afectada aun por lo que hizo minutos antes.

-Pues cuánta razón tienes, eh mujer – sigue tomando de la malteada mientras hace gestos que dan a entender que le ha encantado. Suena divertido ese "mujer".

-Deberías creerme un poco más – bromeo un poco.

-Uhm lo hare a partir de ahora – asiente unas cuantas veces.

- ¿Cómo vas con los discos que compraste? – pregunto cambiando de tema y recordando que la razón principal por la que estábamos aquí era por nuestras coincidencias respecto a la música.

-Super bien – se ve feliz cada que habla de música y eso me revuelve todo un poco. – De hecho, los he disfrutado bastante.

-Me alegra mucho saberlo. – recuerdo el disco que me recomendó ese día – A propósito ¿te acuerdas del disco que me recomendaste?

-Si si, claro que me acuerdo – dice sonriendo. - ¿Has escuchado alguna canción?

-Si, he escuchado tres de ellas – intento acordarme de sus nombres. – Morning Glory fue la primera que escuche, me pareció increíble sobre todo la ultima frase, "necesito un poco de tiempo para despertar", quise escuchar más después de eso.

Inevitable finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora