Me llamo Naruto...

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—Este será su compañero para aquellos que están en el mismo equipo y también para aquellos que no lo estarán... Hokage-sama ordeno que fuera integrado a un equipo y el mismo indico que ya tiene todos los años requeridos en la academia al igual que ustedes. — Con sutileza quito sus manos de los hombros del rubio al ver como se removía incomodo. — Preséntate. — Palmeo su hombro que indicaba que lo hiciera.

—Me llamo Naruto... — Todos quedaron callados al escuchar la voz plana sin sentimientos.

—Bien Naruto, puedes sentarte. — Dijo luego de que no viera que el oji-azul fuera a hablar más.

El rubio miro los asientos disponibles, todos estaban con muchos niños a la par, lo que indicaba que podía ser el blanco para muchas preguntas y era algo que no quería. Opto por sentarse en la última banca, donde se encontraba un Aburame, lo sabía porque tenía un compañero en raíz que le había explicado cómo eran los de su clan.

—¿Te molesta? —, pregunto mirando con sutileza al de lentes.

—Adelante. — Dijo acomodando sus lentes.

Naruto asintió a modo de agradecimiento, miro con atención como algunos no habían quitado su mirada de él.

—Me llamo Naruto... Uzumaki Naruto, es un gusto conocerte Aburame-san. — Murmuro sonriéndole al peli-negro. — Este que vez aquí es Maru, mi compañero. No tienes por qué preocuparte por tus insectos, Maru no los comerá. — Hizo que serpiente sacara solamente su cabeza.

—Aburame Shino, Naruto-san. — Asintió con sorpresa de que el otro le hablara y conociera a su clan.

Las personas siempre le preguntaban de que clan era, los entendía pues su clan era reservado, pero le gustaría que fueran más informados al saber que Konoha contaba con un clan como el suyo. Que fueran más como Naruto.

—¿Puedes hacer que uno de tus insectos salga? Me gustaría conocerlos más de cerca, creo que son geniales. — Esta era una de las veces que podía emocionarse, se sorprendía de que esa emoción todavía estuviera presente. — Mira Maru, son geniales. Como los imaginamos. — Estiro su dedo haciendo que el insecto se posara en él.

—¿Tu... serpiente puede entenderte? —, no negaría que se encontraba emocionado de hacer un amigo, quizás podría ser el mismo sin miedo a que otros lo criticaran por cargar insectos por todo su cuerpo.

—Lo hago, pequeño humano. — El pequeño silbido hizo que todos voltearan a verlos.

—¿Naruto, Shino están poniendo atención a la clase? —; Iruka les pregunto mientras fruncía su ceño.

—Lo hacemos Iruka-sensei y antes de que preguntes de que estabas hablando, se trata de los anteriores Hokage's y como fueron conocidos en el mundo. — Naruto dijo mirándolo serio.

El sensei de la clase asintió conforme por la respuesta.

—Shhh, Maru debes de hablar más despacio. — Naruto susurro a su serpiente. — Bien, Maru este de aquí se llama Shino, Aburame Shino y es genial con sus insectos. — Le acaricio la cabeza a la cría mientras cerraba sus ojos.

—Es un gusto conocer al primer amigo de mi cría. — El Uzumaki rodo los ojos al ser llamado así. — Pronto conocerás más de él, pero mientras debes saber que no es tan abierto como ahora, incluso puede parecer muy agresivo si alguien lo interrumpe, pero tranquilo contigo no será así. Ya te considera un amigo y no lo hará. — Nuevamente empezó a meterse a la sudadera del rubio.

—¿A qué se refiere con agresivo? —, Shino pregunto aturdido. Naruto seria su primer amigo y debía saber que era lo que no le gustaba.

—Cuando la gente me interrumpe y se mete a una conversación donde no fue llamada en primer lugar, y el hecho que dañen a mis amigos, aunque hasta ahora eres el primero. — Sonrió con esa sonrisa zorruna que siempre daba. — No te preocupes, no te haría daño. No daño a mis amigos. — Retomo la atención a la clase, dejando al Aburame sorprendido de lo aprendido.

(...)

Su equipo se reuniría en la azotea, era una lástima que no le había tocado con el Aburame, pero podían tener escapadas de sus equipos. Sonrió cuando Shino le había dicho donde podrían encontrarse más tarde.

—Lo que faltaba... — Murmuro cuando en su campo visual entro esa cabellera plateada.

Lentamente se acercó, sus ojos nunca miraron a la figura que lo miraba sorprendido. Aunque sintió también la de la peli-roja, pero no era como si le importara.

—Bien, están aquí... Pueden presentarse. — Sus ojos empezaron a entretenerse a hallarle forma a las nubes.

En un momento fue un pasatiempo que luego pasaría a calmar su vida tormentosa, encontrarles forma a las nubes hacía que su mente se ocupara de otra cosa que no sea la realidad de la vida.

Había pensado que luego de que Orochimaru intento llevárselo lo dejarían en paz, pero luego lo llevaron a un lugar oscuro y frio. Alejado de la luz, condenado a sufrir por algo que en ningún momento había pedido. Y ahí estaba el hecho de que hubiera querido nacer en otro cuerpo o... Simplemente no nacer.

Esperaba que su amistad con Shino le ayudara a progresar, que volviera a hacer el mismo Naruto de antes, pero algo en su mente le decía que nunca lo seria. Una: porque si lo hubieran llevado o no, el habría cambiado. Y segundo: Estaba roto por dentro y no sabía cómo repararse el mismo o como le ayudarían.

—Rubio, es tu turno. — Frunció su ceño molesto de que tuviera a su compañera peli-roja tan cerca de él.

—Ya te escuché, así que quítate de mí vista. — Espeto mientras sus ojos muertos la miraban, mandándole un escalofrío por su espalda. —Me llamo Naruto... — No dijo más que eso, solo serian compañeros. Dudaba si llegaran a ser amigos.

—Sabemos que te llamas así, pero al menos dinos tus gustos, disgustos y sueños. — Kushina dijo mirando seria al oji-azul.

Su corazón latía muy rápido y sentía que podía salirse, ahí, delante de ella estaba aquel bebe que había abandonado. Rubio como su esposo.

—Mis gustos y disgustos no les interesan... Y mi sueño es ser libre. — Suavizo su mirada mirando al cielo, solo eso quería como sueño y parecía tan lejano y solo eso; un sueño.

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¡Chau, cachorros!, 🌻🐱