Me llamo Naruto...

[06]

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—Escucha Naruto, lo que le hago a las personas no es nada bueno. Por eso sensei me marco como un ninja renegado y tuve que salir de Konoha, lo mío es torturar a las personas hasta dejar que se suman en la locura o bien, matarlas cuando ya no me sirvan. — Miro como esos ojos cálidos pasaban a aterrorizarse por su forma de decir todo ello.

—Está bien, me quedare aquí... — Murmuro decepcionado de no poder salir de ese lugar. -—... De todos modos, agradezco que me hayas regalado a Maru. — Realizo una reverencia mientras la cría la pegaba a su pecho.

Al final de cuentas sino pudo ir, consiguió a un compañero de juegos y quizás un compañero para toda la vida.

—Eres demasiado ingenuo, la única razón por la que me arriesgaría a venir a Konoha y esperar aquí... Es por ti, ¡Tu deseo se ha cumplido! — Naruto levanto enseguida su cabeza, escuchar esas palabras hicieron que su corazón latiera con fuerza. Podría tener razón al decir que tenía demasiada ignorancia para ciertas cosas, pero que podía esperar de un niño de 4 años. — Vamos, no necesito arriesgarme más; — esa mano tendida a su dirección sería una oportunidad de vivir.

Pero no importaba cual fuera el hecho de llevarlo, estaba en esa mano su salida a la felicidad. La esperanza revoloteo como un ave en libertad al ver como alguien estaba dispuesto a sacarlo de ahí, no importo si era alguien malo. Al final de todo el bueno o el malo se había preocupado por el, hasta sacarlo de ese infierno.

Porque alguien le daría una oportunidad de sentirse vivo, sentir que vino a este mundo para no simplemente enterrarse en el dolor, la desgracia y odio a hacia su pequeño ser. No podía juzgarlo, era la persona que estaba arriesgando su vida para sacarlo de ahí.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir que, por una vez en su vida, había alguien dispuesto a darle la felicidad que se le había arrebatado desde el primer momento en que se convirtió en un Jinchūriki. Una sonrisa brillante y con sus mejillas con un tinte rojo asintió dispuesto a ir con él.

—¡Agh! —, su grito quedo ahogado cuando alguien más lo había sacado de ese lugar. Su pequeño cuerpo fue tomado en brazos, los conocía perfectamente como para saber que de no ser conocido había hecho que sus garras lo aruñaran.

Con un poco de esfuerzo miro sobre el hombro del anbu, como la persona dispuesta a darle una vida mejor se alejaba y esa sonrisa se desvanecía dejando paso a una de desesperación. Él se estaba yendo.

(... )

—...De no ser por la intromisión de Kakashi, Naruto habría crecido de otra forma. — Suspiro mirando como esos ojos risueños se habían cerrado para siempre. Esa luz había llegado a su fin, había dejado de sufrir. — Naruto merecía algo mejor. — Sus ojos transmitieron calidez al rubio, dando a entender que si se había preocupado por él.

—¿Por qué no volviste por él? —, si también había pensado hacerlo, pero luego el consejo lo alejo por un tiempo de su radar.

—Danzo hizo que lo alejaran de nosotros, lo acusaron de tener contacto con un ninja renegado. Dijeron que el Kyubi estaba haciendo parte de ese plan, nunca pude sacarlo de ahí... — El viejo mono dijo, arrepentido de no poder hacer algo más por al que considero su nieto luego de ese incidente.

—Vez Minato, Konoha nunca fue un lugar seguro para él. Pero entonces con tu regreso, se te negó saber sobre tu hijo mayor y nunca preguntaste que había sido de él. Te conformaste con lo que te dijo tu mujer... — No mentiría que casi quemaba y arrasaba con la aldea al saber por lo que estaba pasando en ese entonces el pequeño Uzumaki. —La única razón por la que Naruto hizo todo esto, fue porque permitieron que a su corazón la oscuridad lo tomara, nadie lo saco de ahí y no me dejaron tenerlo. ¿Ahora? ¿Dónde quedo toda esa vida inocente? —; demando saber, mirando tanto a su sensei, al padre de aquel ángel y a su compañero de equipo, padrino del niño que tuvo que haber cuidado. — Nunca estuvieron para el... Lo dejaron morir. — Murmuro mirando como el color se iba del cuerpo.

—No tienes que decírmelo, cargare con su muerte por el resto de mis días. Nunca me lo perdonare, después de todo la primera vez que lo tuve en mis brazos jure protegerlo más que a nada. Sus hermanos contenían solamente el chakra, pero el... Él tendría una carga mucho mayor, tendría que estar lidiando con una voz en su cabeza que le podría haber dicho que hacer y él nunca supo de donde provenía, nunca estuve para calmarlo en sus noches de miedo... — Sus ojos se llenaron con lágrimas no derramadas, suavizo su rostro mostrando dolor. —... Nunca fui un padre para él. — Agacho su cabeza, dejando libre sus lágrimas.

Quería acercarse para tener a su hijo en sus brazos como la primera vez. Su pecho dolía y no sabía que hacer, pero no podía, eso dolor estaría para siempre pues su hijo permanecía muerto en brazos de otra persona. Nunca pudo pedirle perdón, incluso lo tacho de difamador por usar en términos de él, un apellido que no le pertenecía y no merecía. Que equivocado estaba.

—Es muy lamentable que hasta ahora estés arrepentido, cuando pudiste hacerlo en esos días donde todavía permanecía a Konoha. Y una vez que él se fue de la aldea, a nadie le importo, sin embargo, lo querían por ser un arma perteneciente del pueblo. Nunca lo vieron como algo más que un sacrificio humano. — Se levanto y junto con el levanto el cuerpo del Uzumaki, tenía un lugar perfecto para que el pudiera descansar hasta la eternidad.

—¡Oe! ¿A dónde vas? — Miro sobre su hombro a uno de los Hokage's revividos, el hombre era el abuelo de su compañera Sannin. — Ese cuerpo le pertenece a Konoha, en él se encuentran muchos secretos. — Dijo serio mirando a la serpiente Sannin.

—Se llama Naruto... Uzumaki Naruto y a nadie le pertenece. Konoha perdió el derecho de tenerlo, ahora... Él puede descansar sin huir y sin miedo a que lo casen. — Su rostro muerto fue en dirección de Hashirama, no hacía falta que se quedara en ese lugar.

—Él tiene razón, por lo menos ahora merece que estando muerto lo dejen en paz. — Tobirama dijo, mientras cerraba sus ojos y permitía que su hermano lo mirara incrédulo. — Konoha decayó desde nuestros tiempos, dejar a la deriva al Jinchūriki fue su más grande error. Y tú Hashirama... Debieras saber que el haberlo dejado en la oscuridad fue el inicio de una tortura para él, Mito estaría decepcionada de ti si piensas lo contrario. El pertenece al clan Uzumaki al igual que ella, por lo tanto, debes saber que un Jinchūriki pasa por cosas más trauman tés, conociste a Mito y la ayudaste en ese tema. No digas que no sabes sobre ello. — Sus ojos hielo rojo miraron con suma seriedad a su hermano mayor. —... Me gustaría que me contaras más sobre la vida del niño. — Dio un paso adelante viendo serio a Orochimaru.

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¡Chau, cachorros!, 🌻🐱