𝕆𝕟𝕖𝕤𝕙𝕠𝕥 ℝ𝕠𝕓𝕓𝕚𝕖 𝕜𝕒𝕪/ℙ𝕖𝕥𝕖𝕣 ℙ𝕒𝕟 ~𝕍𝕠𝕝𝕦𝕞𝕖𝕟 3 ❤

Oneshot N°58 Peter Pan "Historia de amor"

Iba caminando por la universidad a paso un poco apresurado cuando de repente veo algo o mas bien alguien que llama mi atención, era un chico rubio de ojos verdes por alguna extraña se me hizo conocido.

De repente tuve un flashback, se alternaba con la realidad como si fueran recuerdos y entonces ya no me encontraba en la universidad.
Estaba en el balcón de lo que parecía un gran castillo y traía puesto un vestido de princesa como los de antes.

—hija, el baile ya va a comenzar —dijo mi padre asomándose por la puerta del balcón.

—enseguida bajo —respondí siguiéndolo adentro.

Bajamos y todos los invitados voltearon a verme, seguí caminando hasta un grupo de personas, mis amigas.

—mírate, estás preciosa —comentó Lydia.

—gracias, tú también estas hermosa —sonreí.

—¿chicas ya vieron a ese bombón? —buscamos al chico en cuestión. —pero sean dismiludas —nos retó Malia —a las doce ¡a las doce! —exclamó entre dientes —se acerca, se acerca.

Voltee y como en cámara lenta chocamos miradas, ambos nos quedamos viendo un largo rato, era un adonis.
Me acerqué a él sin romper la conexión entre nuestras miradas.

—princesa —hizo una reverencia —¿Me concedería esta pieza? —estiró su mano.

—por supuesto —tomé su mano y nos formamos con los demás, ya que era momento del baile.

Bailamos sin despegar nuestras miradas, me sentía muy atraída a él.
Cuando terminamos fuimos por algo de tomar.

—Soy Peter, por cierto —se presentó.

—T/n. —sonreí.

—Princesa T/n —corrigió mi padre poniéndose junto a mi. —vamos querida, te conseguiré a un príncipe de verdad.

—padre por favor, este joven me agrada —admití.

—pues a mi no —declaró.

—me solté de su agarre —iré con él.

—cariño no eres Julieta y ese no es Romeo, esto no es una historia de amor.

—y si lo fuera, no sería un drama como lo es Romeo y Julieta —negué.

—ay hija, no dejaría que te quitarás la vida por un campesino.

Voltee hacia Peter una última antes de seguir con resignación a mi padre.

Era de noche y aprovechando que mi padre no estaba vigilandome, tomé un faro y bajé al jardín.
Mientras bailabamos Peter, me dijo que vendría a verme, que nos encontraríamos en el jardín.
Ilumine el lugar buscándolo y entonces apareció entre los árboles.

—¡Peter! —corrí hacia él —sí viniste —sonreí.

—por supuesto ¿Creíste que te dejaría plantada?