Capítulo dos

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Lysandro

Tomé rumbo a casa a largos pasos lentos buscando la inspiración necesaria para terminar esa novela. Gracias a la opinión de Armin estoy un poco más confiado de la historia y en consecuencia, me abrió muchas puertas para llegar a la raíz profunda de la narrativa.

Nunca consideré la idea de que el personaje pudiese exponer sus sentimientos al príncipe... y es grandioso, puede añadirle el toque dramático y real que le falta, para darle un poco más de fuerza.

-Al menos eso es lo que creo, ¿qué opinas tú? -estaba tan sumido en mis pensamientos que había olvidado que Sucrette estaba acompañándome-. ¿No estabas escuchando verdad?

-Eh... no, lo siento -empezó a hablarme de su nuevo novio Dake, un chico que conoció en la playa, por el mismo motivo me fui de lo "terrenal", ése chico no me agrada.

-No importa... aquí te dejo, debo ir a casa -está triste... realmente debí prestarle un poco más de atención.

-En serio lo lamento... -toqué su hombro y sonreí, o al menos lo intenté-. Espero que estés contenta con tu novio.

-No lo creo -sacó mi mano y la tomó apretando sus pequeños dedos en mi muñeca-, sospecho que me engaña, eso fue lo que te estaba diciendo, sólo que no fui al grano y te aburriste, fue mi culpa por irme con rodeos.

Me parte la razón verla así, ella es mi amiga y no me gusta verla pesarosa.

Por alguna razón no me extrañaría que ese chico vulgar la haya traicionado.

-No te desalientes por alguien como él, no lo vale -corrí un mechón de su cabello detrás de su oreja-. Seguramente la chica a la que sedujo no es ni la mitad de integra que tú.

-Gracias Lysandro -forzó una sonrisa-. Pero... ese es el problema...

-¿Por qué?, ¿entonces cuál es?

-Creo que... no es una chica -¿escuché bien?

-Últimamente lo he visto mucho con Castiel... los escuché... haciéndose cosas, pero no me atreví a mirar.

-¿Qué Castiel qué? -algo no calzaba-. ¿Estás segura de que no lo has... imaginado? -no apetecía decir eso, pero es que sencillamente no puedo relacionarlo.

-Probablemente... -Sucrette no mentiría con algo así-, es lo que quiero creer.

-Yo hablaré con él -en serio estoy preocupado.

-¡Pero no le digas que te dije!, ¡por favor! -me agarró la muñeca fuertemente.

-No te preocupes, es otra cosa la que quiero hablar con él. Tengo mis dudas al respecto -hasta donde yo sé él odia a ése sujeto.

-¡Gracias Lysandro!, sabía que podía confiar en ti -me dio un abrazo. Es como mi hermana pequeña.

Estuve un tiempo más con ella, consolando su dolorosa incertidumbre.

Aún no puedo unirlo con lucidez. ¿Castiel con Dake? Eso sí es insólito, mañana debo tocar el tema con él.

Me percaté de que preocuparme de más no iba a ayudarme a solucionar el problema, así que decidí dedicarme única y exclusivamente a mi escritura.

Apenas llegué a me senté a escribir. Las ideas iban surgiendo naturales y me adentré en un estado de plena fascinación; un sentimiento diferente a muchos otros. Tenía algo interesante que mostrarle a Armin y eso me conmocionaba. ¿Armin?

Sé que le gustó, pero no escribo por él... escribo por mí, aunque... el personaje principal; su valentía y torpeza ¿se parecen...? No, claro que no. ¿En qué estoy pensando?, seguramente es porque él ha sido la primera persona en leer mi libreta.

Un mensaje de un número desconocido llegó a mi celular interrumpiendo mi razonamiento.



"¡Hola Lysandro!, soy Armin. Conseguí tu número (no te diré quien me lo dio). Es un secreto..., en todo caso no tiene nada que ver con Sucrette, en serio, no le preguntes D:

¡Ah!, te mando este mensaje para preguntar si has seguido con la historia, ya sabes... no es de impaciente, pero he pensado mucho en ello. Me identifiqué con la personalidad del personaje, es extraño, ¿no? Bueno, sólo es una idea, pero me ayudó a sentirme dentro de la historia :D

Atte.: Tu fan número uno que espera impaciente la continuación ^^"



No pude evitar sonreír, es incapaz de mentir bien. Decidí no responder para poder seguir escribiendo sin interrupciones, pero mi celular vuelve a sonar.



"¿Eres tú verdad? Quizás Sucrette me dio mal el número... ¿Eres Lysandro?, si eres Lysandro insisto con que Sucrette no me dio tu número."



No voy a contestar, si lo hago la idea se irá de mi mente.



"¿Lysandro?"


"Oye... identifícate."


"¿Me odias? :c. Sucrette dijo que el número estaba bien..."


"¿Estás eligiendo ignorarme?"


"Es porque leí tu libreta, ¿verdad?, Lo siento :("


"TT.TT"


Me llegaba un mensaje por minuto hasta que decidí contestar.



"Soy Lysandro, ahora estoy ocupado, ¿podemos hablar más tarde?, aunque te doy las gracias por el interés."



El mensaje no demoró en llegar de vuelta.



"¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Me contestaste :'). Está bien, no molesto... :c. ¡Espero estés bien y hayas continuado tu historia al menos un poco."



Estaba por dejar el celular en silencio cuando llega otro mensaje.


"¿Lysandro?, ¿me ignoras de nuevo? :C"


¿Qué más opción tenía?, le respondí los mensajes hasta que se me acabó el saldo en el celular, el dinero que debía durarme toda la semana.

Sabes que estás perdido cuando le sonríes a la pantalla del celular y lo revisas en todo momento sólo para ver si tiene el mensaje de alguien en especial.

Armin me dejó adicto al celular, y a una aplicación para mandar mensajes gratis -siempre y cuando tengas internet.

Su forma de invadir mi mundo fue tan sutil que no noté cuando fue que se hizo importante en mi vida. Pequeñas cosas que pueden cambiar tus razones para existir.

Lysandro&Armin [Corazón De Melón/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora