Aún... Aún no me lo creo, estoy demasiado nervioso como para reaccionar, me siento tambalear, inestable, el nudo en mi garganta no me deja respirar, me ahogo, en cualquier momento voy a desmayar, la sacudida que me dio al verle no me deja pensar.
¿Cómo te atreves a hacerme eso, Lysandro?, ¿quién te crees que eres para hacer de mis emociones un terremoto?, ¿eh? ¿es que acaso no tienes compasión?
El corazón me latía histérico. Calma, Armin, calma. Es sólo un chico, y, para tu lamento, es sólo un amigo...
Casual...
-Armin... -vi cómo su cabeza giró en dirección a mí y sonrió. Su hermética mirada bicolor se cruzó inevitablemente con la mía por a través del cristal-. Armin... -le veo sonreír con timidez-. Armin... -la imagen se vuelve borrosa ante mis ojos-. Hey... ¿Estás bien? -su cuerpo se difumina a cada segundo y se pierde hasta que no puedo verlo-. ¡Tierra llamando a Armin! -escuché un estrepitoso golpazo sobre la mesa que me hizo rebotar violentamente sobre el asiento-. ¡Uno, dos, tres!
- ¿Alexy...? -pregunté extrañado cuando me vi sentado en la silla junto a una montonera de papeles esparcidos por toda la mesa. ¿Qué acaba de ocurrir? Me limpié bruscamente con la mano una hebra de saliva que brotaba de la comisura de mis labios y sacudí mi cabeza de un lado a otro para lograr despertar.
-Gracias al cielo, Armin, creí que te había perdido - ¿perdido? Soltó un suspiro aliviado y sonrió-. Clavaste la mirada en la pared cuando bromeé con que Lysandro estaba afuera - me levanté horrorizado y de un respingo al oírlo.
- ¿Qué...? ¿Qué quieres decir? -pregunté alterado. Corrí a la ventana esperando verlo, no quería admitir que había soñado despierto. No. Simplemente no podía ser cierto. Dime que estás allí, Lysandro. No fue un sueño, no fue un sueño. Me niego a creer que fui víctima de un engaño.
Apoyé las manos con delicadeza en el vidrio y raspé la nariz de forma liviana contra el mismo para observar lo que sucedía en el exterior de la casa. Miré hacia arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, paralelo, inclinado. Todo con la esperanza de que no fuese una alucinación. El mundo no podía ser tan cruel.
Sin embargo, antes de poder asimilarlo correctamente, un batacazo de realidad me hizo aterrizar. No estaba. No se encontraba. Veía cómo la gente transitaba por fuera de la casa, por montones, uno tras otro, no obstante, entre toda esa multitud presente... Él hacía falta.
No puedo creerlo... Acabo de imaginar todo... Deliré.
-Armin... -Alexy se acercó lento en dirección a mí y me palpó la espalda con notoria inseguridad-, lo siento, en serio, no quería...
-No -dictaminé-. NO me toques... -pronuncié con desdén alejándole de un manotazo-. Déjame solo -dicho esto, me fui decidido a caminar un rato para relajar la nube negra que se había adueñado de mis pensamientos.
***
Lysandro
- ¡No puedo creer que hayas dejado al vendedor con los trajes en la mano! -me reclamó Sucrette roja de inquina y exasperación.
-Sucrette... La intención era afable, lo acepto, pero, lamentablemente, para tu descontento, no soy fan de hacer el ridículo -demasiada humillación sin fundamento-. Además, ni siquiera deberías estar molesta, no es a ti a quien ofendí.
-... Es que... quería usar ese traje... -admitió resignada y soltó una exhalación tardía. Habíamos estado en la tienda debatiendo mucho tiempo, y, ahora, nos encontrábamos sentados en la plaza tomando un descanso en el pasto. Sucrette había preparado emparedados para nuestra salida.
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Lysandro&Armin [Corazón De Melón/Yaoi]
FanfikceEl Instituto Sweet Amories es un nido complicado de amoríos interesantes. Lo que ocultan Lysandro y Armin podría interesarte. ¿Te animas a conocer sus secretos?