Capítulo [22]

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El mundo desaparece para mi cuando estoy con ella

Mason

Me desperté desorientado y con las ganas de vomitar en la garganta. Levanté la cabeza y hundí las cejas al sentir a alguien pegado a lado mío. ¿Qué hicimos ayer?

Intento levantarme, sin embargo, alguien me empuja y termino boca arriba en el suelo. Formo una mueca, ayer salí por unos tragos... ¡¿Y qué más?! Froto mis cara con ambas manos y me apoyó con los codos. Para empezar, ¿qué hacen todos en mi cama? ¿Por qué estoy sin playera? ¿Por qué mi habitación se ve como si un huracán hubiese pasado por aquí?

Me pongo de pie ágilmente, en la cama veo el cabello rubio de Ansel y Héctor... ¿Dónde está Jason entonces?

Me detengo al ver a una chica acostada en el suelo, ¿pero qué...? Tiene el cabello castaño y duerme plácidamente. Sacudo la cabeza y salgo de la habitación. Que por si fuera poco, esta como nuevo, bueno, está como ayer.

No tan asqueroso como lo es mi habitación.

Al no encontrar a Jason por ninguna parte de la sala, me decido ir al baño a...

-¡Ah!

Me quedé paralizado al ver a Atenas en el suelo y acariciándose la espalda. ¿Qué hace ella aquí?

-¿Tú qué haces aquí? -La ayudo a ponerse de pie.

-¡No lo sé! -Chilla en voz baja- Solo sé que salí a tomar algo con Raven... ¡¿Has visto a mi amiga por aquí?!

Me sujeta violentamente por los hombros.

-Si, está en mi habitación... En el suelo -justo cuando se va, logro tirar de su muñeca- ¿Qué pasó ayer y por qué están ustedes dos en mi departamento?

Traga saliva y se zafa de mi agarre.

-Bueno... Jason y yo... Tuvimos... Nos besamos anoche y... Tú nos... Ofreciste tu departamento como... Motel y... Raven.... Ella se durmió con ustedes y...

-¡¿Qué?!

-¡Solo durmieron! -Susurró y me calmé- Y estás sin playera porque... Ansel te vómito encima y... vomitaste tú también y...

Se quedó callada al ver mi cara, jugó con sus dedos obligándome a relajar mi semblante.

-¿Así que tú y Jason? ¿Eh? -Alcé y bajé las cejas. Ella me miró perpleja y abrió la boca.

-¡No, esto fue un error! Estábamos ebrios y yo... No sé qué me pasó. Yo no soy así, se supone que me concentraría en mí. Ya sabes, después de saber que yo no te gusto y que en realidad...

Volvió a cerrar la boca.

-¿Qué? ¿Te gustaba?

-Enhorabuena, has descubierto lo que todo el mundo sabía -me dio una palmadita en el hombro-. Si -puso los ojos en blanco-, diablos, Mason me encantabas. Creo que fue por eso que dejé de acostarme con cada chico que se movía... ¡Pero ya no me gustas! No eres mi amigo ni nada de eso, solo... Eres el novio de mi amiga.

Habló tan rápido que apenas entendí.

-Eh..., pero gracias por pasarme el número de Alex -sonreí ampliamente.

-No hay de que -soltó una risita-, ahora ayúdame a salir de aquí y no le digas nada a Jason.

-Eso sería como traicionar a mis amigos.

-Entonces me voy antes de que despierte -me pasó por un lado, sin embargo, tuve que girarme cuando volvió a hablar-. Hazla llorar y juro que te haré la vida en pedacitos.

Es raro el amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora