Cap4. Ay el amor

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Salimos de casa en dirección a la academia. Íbamos en un silencio medio incómodo, así que decidí romperlo

-pensaba que a los androides se le reiniciaban su memoria cuando dejaban su función- le dije recordando que se acuerda del teniente Anderson

-y no se deben acordar, pero conmigo hicieron una excepción- afirmó sin mirarme

-¿por qué? ¿Eras especial?- pregunté sonriendo, él me devolvió la sonrisa

-cuando a un androide lo resetean, es un dolor muy grave- lo corté

-pero vosotros no sentís dolor- dije confundida

-depende que tipo de dolor. Y como yo hice un buen trabajo, prefirieron que recordara todo- explicó

-¿te arrepientes de lo que hiciste?- pregunté. El se pensó muy bien su respuesta

-no siento nada Lexie, y el arrepentimiento es un sentimiento- yo asentí

Su opinión ha subido. Supongo porque he contestado neutral

-¿qué me puedes contar sobre tu relación con Hank?- su Led comenzó a girar- es para saber más de ti

-nuestra relación al principio era complicada. Él odiaba a los androides, como tú- le corté

-tendría una buena razón para hacerlo, como yo- intervení

-su hijo Cole falleció por culpa de un androide, por eso los odiaba- explicó- pero con el tiempo empezamos a tener una buena relación de compañeros de trabajo. Supongo que tomé buenas decisiones

-¿y qué es de él?- le pregunté parándome en la puerta de la academia. Estaba bastante cerca de mi casa

-supongo que seguirá bebiendo en el quinto bar, que fue donde lo vi por primera vez- yo reí- ¿aquí es?- yo asentí

-vaya, si al final tienes a tu propia máquina- dijo una voz por detrás

Este chico castaño era Dante. El chico del que estaba locamente enamorada, chico que le tenía pequeño coraje a los androides. Por eso también los odio, no solo por eso por supuesto, pero es una de las razones

-¿esta cosa? Que va, solo pasaba por aquí- mentí

-menos mal, ya me faltaba que tú también tuvieras unas cosas de estas- puso su brazo alrededor de mi cuello- ¿por qué no te vas trozo de plástico?

-estoy esperando las indicaciones de Lexie, y mi nombre es Connor-respondió

Venga Lexie, solo he respondido la verdad. No puedes dejar que el amor te mueva de esta manera

-¿cómo sabe tu nombre, Lex?- dijo apartándose de mi

-no...no tengo ni idea. Que miedo- fingí

-vete a la mierda capullo- dijo dándole un empujón. Su Led se tornó de color rojo- bueno rubia me voy adentro- se metió a dentro después de darme un pequeño golpe en el hombro

-Connor, tienes que irte a casa- le ordené

-tengo que quedarme hasta a que salgas- dijo sin moverse

-Connor, soy tu dueña. Me tienes que hacer caso- dije poniéndome frente a él- vete

-¿por qué has mentido?- preguntó con voz seria

-porque Dante odia a los androides y yo estoy muy pillada por él, ¿te ha afectado?- me crucé de brazos

-no me afecta nada, no tengo sentimientos, no siento nada. Como tu amigo ha dicho, soy solo una máquina- desvié mi mirada- me voy a casa, como deseas- y se dio la vuelta para marcharse

Ni siquiera lo paré, porque soy muy orgullosa. Además, ¿de qué iba servir? Pero lo realmente increíble es que...me había sentido mal...

Estaba claro que luego iría a casa de Carl

Machine's HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora