Me desperté por el maldito despertador. No sé en que me momento se me ocurrió que era buena idea salir de fiesta un martes. Me levanté mareada y lo primero que hice fue correr hacia el baño a vomitar. Maldita resaca
Salí del baño con la cara ya lavada y los dientes ya cepillados. Al salir vi la puerta del cuarto de Connor abierta. Me asomé
-¿Connor?- llamé pero claramente no obtuve respuesta. Hasta que me di cuenta de lo que pasó anoche- mierda
Bajé rápidamente las escaleras y abrí la puerta de casa, en pijama. Estaba diluviando, y allí estaba el pobre Connor. En el coche, como le ordené en la madrugada. Si me dejáis seros sincera, ahora que recuerdo esto, me siento muy mal, aunque en ese momento me dio igual. Dios, ni siquiera le había dado las gracias por denunciar a esos imbéciles
-Connor, ¿qué haces ahí?- le pregunté abriendo la puerta del coche
-anoche me ordenaste que me quedara aquí- respondió tranquilo. Rodé los ojos mientras sentía una culpabilidad horrible en el pecho
-ordenar, que feo suena eso. Anda sal- le dije y acto seguido, lo hizo. Cuando salió cerré el coche
-anda, entra rápido que te vas a resfriar- preocuparme por ti ha servido. Espera, ¿preocuparme? Me sentí aún peor
-oye Connor- lo llamé cuando ya habíamos entrado. El me miró pendiente- lo...- me quería disculpar, pero lo pensé detenidamente
Connor es un androide Lexie, no un amigo. No se va a enfadar contigo porque lo hayas dejado toda la noche en el coche. Además si se enfadaba, ¿qué? No me importaba, me da igual lo que sienta. Si es que ni siquiera siente nada. No sé porque me preocupaba tanto por una maquina
-¿qué me querías decir Lexie?- preguntó al ver que no contestaba
-nada. Me visto y nos vamos- su Led giró y solo asintió
Subí y rápidamente me vestí. Como vi que estaba lloviendo me abrigué un poco mas poniéndome un jersey de cuello vuelto negro por debajo de mi sudadero roja. Cuando bajé, Connor seguía ahí
-¿me haces un favor?- le dije mientras me sentaba en el banquillo de la entrada para ponerme los zapatos
-claro, para eso estoy- dijo con una sonrisa. Parecía que realmente él amaba ser un androide
-se me ha olvidado imprimir una cosa, ¿podrías...?- le di el pendrive. Me hacia gracia que algunas cosas siguieran tal y como antes
-ahora mismo voy- dijo dirigiéndose al despacho
Subí en busca del ordenador para sacarle a Lexie el documento que necesitaba para la universidad. Cuando entré al despacho donde se encontraba el ordenador, vi en una mesita un cuadro digital
ESCANEANDO
Era una foto suya con sus padres. Su padre era Mark Robinson, un millonario que trabajaba en Cyberlife. Su madre era Rose Manfred, ella era psicóloga en Boston, se mudó a Detroit al conocer a su marido. Es hija del pintor más famoso de Detroit, Carl Manfred
Después de estar fisgoneando para saber mas información sobre los padres de Lexie, me dediqué a hacer su petición
Al ver que Connor tardaba, empecé a pensar que a lo mejor había sacado su lado policial y estaba haciendo lo que no debía
-¡Connor!- le llamé- ¿te falta mucho? Voy a llegar tarde- dije apoyándome en la puerta
-ya esta, ¿he tardado mucho?- dijo dándome los papeles
-un poquillo- le respondí guardándolos- vámonos
Connor cogió un paraguas para los dos y salimos. Connor bajó las escaleras esperando con el paraguas para que me pusiera a su lado. Bajé y me puse a su lado sin siquiera mirarlo
ESTÁS LEYENDO
Machine's Heart
AdventureEn 2038, todo el estado de Detroit ya estaba repleto de androides. Cada ciudadano ya tenía al suyo, aunque no todos estaban de acuerdo con el uso de estas maquinas. A estos se le llamaban anti androides. A Lexie, una chica con las ideas claras que...