Cap2. Connor

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Llegué a casa de mi abuelo. El era la única persona con la que podía hablar en ese momento, la única que me entendía. El siempre creyó que los androides podían pensar y tener sus propias opiniones de las cosas

-alarma desactivada. Bienvenida Lexie- dijo la casa abriéndome las puertas

-¿Carl? Estoy en casa- dije dejando mi chaqueta en el perchero

-hola señorita Robinson. No esperábamos visita- me dijo el androide que cuidaba de mi abuelo

Entendía que Carl necesitara de un androide. El ya era mayor y necesitaba a alguien quién lo cuidase, aunque no fuera una persona normal. Y yo a Chris, que era el nombre de este androide, lo trataba bien. Era bastante amable y cuidaba muy bien de mi abuelo, así que se lo debía

-pues le dejé un mensaje en el contestador- le dije sin más- ¿dónde está?- le pregunté entrando al salón

-pues donde siempre, pintando- me respondió con una sonrisa, la cual yo le devolví

El estudio de mi abuelo era impresionante. Era grande y tenía un gran ventanal que daba al patio trasero. Aún recuerdo cuando quien cuidaba a Carl era Markus

-hola Carl, ¿qué tal estás?- le dije apoyada en una estantería

-oh Lex, me alegro tanto de verte- dijo bajando de su máquina extraña que lo ayudaba a llegar a las partes más altas del estudio. Donde mi tío Leo murió

-y yo a ti- cuando ya estaba abajo lo abracé

-¿qué haces aquí?- me preguntó. Yo me senté en la grúa extraña

-¿sabes que van a sustituir al director de mi universidad por un androide?- le dije con desdén

-vaya, así que vienes a quejarte con la persona que te ha inculcado apoyar a los divergentes, ¿verdad?- yo sonreí

-por supuesto, ¿a que es injusto?- el asintió

-no deberían poner a docentes androides, en eso estoy de acuerdo contigo. Pero, ¿te acuerdas de Markus? Decías lo mismo- yo rodé los ojos y me levanté

-si, pero no es lo mismo. Markus era bueno de por si. Ahora Cyberlife hace a los androides horribles- le expliqué

-¿te parece que Chris sea horrible?- yo negué sonriendo

-no, porque te trata genial. Pero solo porque está programado para eso- dije dirigiéndome a la puerta

-¿ya te vas?- preguntó triste

-si, tengo que hacer algunos trabajos Carl y tampoco quiero molestar- me agaché a su altura

-tú bien sabes que nunca molestas- yo asentí y lo abracé

Me dirigí a mi casa. Sentía todo el rato que alguien me perseguía pero cada vez que me giraba no veía a nadie. Llegué y cerré la puerta rápidamente. En verdad si estaba asustada. Me senté en el sofá a pensar lo que había pasado hoy. Si Cyberlife se emocionaba lo suficiente y empezaba a crear millones y millones de androides, en todo el mundo solo habría máquinas y ya no habría más humanos. Mis pensamientos se cortaron cuando alguien llamó a la puerta. Me levanté con desgana y abrí

-hola soy Connor, soy el androide que envía Cyberlife. Aunque a mi me han mandado tus padres- le cerré en la cara

No me lo podía creer, ¿en serio esto me estaba pasando a mi? Le volví a abrir

-hola Lex, ¿me dejas pasar?- dijo amablemente

-tú a mi me llamas Lexie, no Lex. Además, ¿por qué coño te han mandado mis padres?- le pregunté enfadada

-quieren que cuide de ti- respondió entrando. Yo cerré la puerta de un portazo

-justamente me mudé para no vivir con androides, y van mis padres y me mandan uno. Esto es increíble- dije tapando mi cara con mis manos

-vengo a ayudarte en todo lo que necesites. No querría incordiarte- dijo con el mismo tono de voz

-pues lo haces, ¿no te puedo devolver?- su Led empezó a girar

-eso no va a ser posible- dijo levantando los hombros

En ese momento me di cuenta que mi vida iba a cambiar por completo

Machine's HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora