Tanto la humanidad y la fantasía estaban en peligro, solo ellos sabían cuál era la clave para acabar contra la oscuridad. Pero nadie entendía que la historia de todos ya estaba escrita, pero el futuro puede cambiar drásticamente como el final de cad...
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La lluvia caía abruptamente sobre el gran bosque Nilfa, ubicado en la dimensión gobernada por las hadas y también dónde los antiguos portales para ir a la humanidad rondaban. En la oscura soledad del bosque solo se oía la respiración agitada de una joven madre que cargaba a su hijo de dos años, hace unos días se enteró que la humanidad no era una buena opción para criar a su tierna criatura. Era bastante peligrosa e ignorante para conocer algo nuevo, sin duda, ver crecer a su pequeño Jinnie en la humanidad sería vivir con un constante sentimiento de miedo, y no de alegría como debería de serlo al verlo pasar por todas sus etapas. Era una decisión tomada para el bien de su hijo, una vez que se acostumbre a él mismo podrá volver a sus brazos, solo espera que sea lo más antes posible.
Unas pisadas a lo lejos colocaron en alerta a la jóven, con su cuerpo cubría el delicado cuerpo de su hijo de la lluvia. Hasta que un rostro familiar se logró ver a lo lejos, Joy caminaba hacia ella. Los quejidos de su pequeño la hicieron que lo descubriera un poco, solamente estaba quejándose entre sueños, una cosita bastante tierna. Seulgi sabía que HyunJin estaría en buenas manos, Joy junto a Kai eran unos excelentes amigos de confianza, y harán lo posible para enseñarle correctamente a Jinnie como controlar sus habilidades, todo y por su bien.
—¿Estás segura de exponerlo a este lugar? —comentó Joy, mirando como la criaturita apretaba con su manita el dedo de su madre —. En este lugar, Jinnie podría ser una presa fácil para otras criaturas.
Seulgi levantó la mirada al tener a su amiga al frente de ella. Joy tenía razón, pero sabe que HyunJin podrá saber diferenciar el bien y el mal. Eso esperaba.
—Él lo entenderá, y sabrá cómo defenderse. La humanidad es aún más peligrosa que Charms, por ello estoy acá con él —hablo con seguridad.
—Está bien. De todas formas Binnie no lo dejará solo en este mundo —sonrió entregando confianza a su amiga.
El pequeño ya estaba en los brazos de Joy, Seulgi acariciaba la carita de su hijo no era un adiós, sino un hasta pronto. Seulgi observaba como su amiga se alejaba junto a su pequeño en brazos, era algo desgarrador separarse de su hijo. Una vez que ya no se veían, tomó rumbo a la humanidad para volverse con su pareja quien estaba disgustado de tal decisión.
Joy al llegar a su hogar fue recibida por un curioso vampirito de tres añitos, una vez que vio al pequeño se asustó, no era como sus amiguitos, si no un poco más débil.
—Mami… ¿No es un Blah Blah? —ladeo su cabecita, sintiendo una caricia en sus hebras negras.
—Amor, existen diferentes tipos de vampiros. Tu eres uno de sangre superior y este pequeño es uno de sangre inferior, pero él es capaz de hacer lo que tú puedes hacer, solo que él tendrá que tomar más tiempo para hacerlo —explicó el padre del niño de tres añitos.
El pequeño Seo se acercó más al más pequeño cuando estaba abriendo sus ojitos. Bin sonrió a la misma vez que el menor lo hizo, algo que le hizo sentir una calidez al estar junto a ese vampiro nuevo. Desde ese momento se prometió que cuidaría de él en la escuela y fuera de su casa, tal y como el hermano mayor que siempre quiso ser.
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Para HyunJin crecer en ese lugar no fue para nada fácil, constantemente recibía burlas cuando se asustaba sin querer con los ogros o los centauros, para él era complicado y no entendía el porqué. En sus clases de vuelo era el último en saltar, le daba miedo, unas que otras veces Changbin lo ha tenido que salvar antes de que se estrelle en el suelo a una gran altura de metros. Cosa que lo ha hecho cohibirse antes de querer ser aceptado.
Ahora estaba en receso de clases, solo mirando el lago que se encontraba en el patio de su gran academia. La academia era muy diversa, una gran variedad de criaturas asistía a ella, pero ninguna se acercaba a él por ser un rarito o tal vez por ser hermano del gran Seo Changbin. HyunJin dibujaba en su libreta cuando de pronto siente una sensación algo extraña a su espalda, cosa que no le tomó tanta importancia de todas formas su sentido no le jugaba buenos ratos. En su clase de sus reflejos ya lo tiene con moretones por las veces que no ha logrado atrapar lo que le tiran sus compañeros, una mierda total. Por desgracia no comparte clase con Bin por ser menor que él, y no comparte con nadie.
Una sensación más tensa lo hizo salir de sus pensamientos, ya un poco asustado decide tomar sus cosas e ir a su siguiente clase. Los pasillos eran bastantes grandes, a comparación de cómo se ve por fuera. Todo estaba tranquilo cuando lo llevaron salvajemente a la pared, cosa que le dolió bastante más que los golpes de esa clase.
—No me equivocaba, este delicioso olor provenía de ti… ¿Qué tipo de vampiro eres?
Hwang no entendía por qué ese tipo acercaba su rostro a su sensible cuello, trato de alejarlo, pero tomó sus manos para apretar las, sacándole un quejido de dolor. Las palabras no salían de su boca una vez que sintió como la lengua de ese chico pasaba por su cuello, solamente sus lágrimas salían. Cerró sus ojos pensando que eso era solo un sueño o tratando de que no sea tan traumante, pero de un momento sintió como el peso de ese tipo se iba y escuchaba un golpe.
El pasillo estaba en completa soledad, el receso aún no acaba y estaba observando aún apegado en la pared como golpeaban al extraño que se atrevió acabar con su espacio privado. Un chasquido al frente de él lo hizo caer en tierra, grata fue su sorpresa al no ver a Changin frente a él.
—¿Eres el hermano de Changbin?¿Verdad?
El vampiro asintió un poco asustado.
—Soy Chan, amigo de Bin… vamos, es necesario que vayas con él para que te relajes un poco —tomo de la mano pero se negó a caminar.
—No, no. Bin no se debe de enterar, se va a enojar, él no sabe que me pasan estás cosas en la academia… puede hacer cosas que hagan que la academia tenga problemas con la seguridad —se soltó del agarre para correr al aula que le tocaba.
Chan suspiró, se encogió de hombros tal vez ese chico tenga razón pero es mejor a qué ocurra algo a que eso siga pasando en los pasillos de la academia. Un poco cansado se volteó, viendo que el chico salió corriendo, pero detrás de los pilares había alguien que desde hace tiempo estaba siguiendo a Hwang.
—Puedes salir, ya te sentí —nada ocurrió —. Félix se un buen angelito y párate al frente mío.
Una cabellera rubia salió rápidamente para encarar al vampiro que lo llamó de esa forma tan patética, tenían la misma altura, gracias a ello podían hablar cara a cara.
—No me llames así otra vez, es patético Bang.
—Patético es saber que estabas tu cuando andaban detrás de Hyun y no hiciste nada… si lo vas a seguir observando, es hora que tomes papeles en el asunto, ¿no lo crees?
[...]
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