𝗕𝗜TE 𝗠E ── LIXJIN

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Lee se la pasó la gran mayoría de tiempo con los chicos, Minho era un gran amigo que apareció cuando creía que todo se venía arriba de él y lo ayudó a salir adelante cuando había caído gravemente enfermo. El hechicero primeramente no le caía del todo bien, pero al verlo estudiar las flores cada día para entender las emociones del Elfo allí supo que Han haría lo posible para cuidar a su querido amigo.

Hace unas horas dijo que ya se iría, pero Minho no lo dejó al ver cómo caía la lluvia por Dilsan y era peligroso a qué saliera a esas horas. Por lo tanto se quedó a dormir, ahora estaban terminando de cenar, tras insistir bastante en lavar los trastes lo dejaron hacerlo. En sus manos llevaba los platos utilizados en el rico pastel que había cocinado el elfo, cuando una punzada en su cuello lo hizo caer al suelo, haciendo un estruendo en la cocina. Era más doloroso que cualquier otro tipo de dolor que ha experimentado en toda su vida.

—Felix, ¿Que paso? —Aparecieron el par en el marco de la puerta que da a la cocina.

Minho se acercó teniendo cuidado con los platos rotos por el suelo, acuclillandose a un lado del híbrido para apartar la mano del lugar afectado, cosa que le preocupó e incluso lo llegó a aterrar.

—Ji, ven —llamo al hechicero que estaba aún parado en el marco.

Jisung se acercó apresurado al ver cómo los ojos de su pareja empezaban a llenarse de lágrimas. Tras ver el cuello de Félix se percató que no todo andaba bien, la marca empezaba a verse en mal estado, advirtiendo de una sola cosa.

—Hay que llevarlo al sofá y recostarlo.

Félix empezaba a sudar frío, sin entender lo que pasaba colocó de su parte para ser trasladado al sofá, dónde se recostó sintiéndose incómodo. Jisung suspiro, haciendo un hechizo que va a detener ese proceso de separación de la marca, por un tipo limitado.

—Tu otra parte está pasando por un momento difícil, sus pulsaciones son cada vez más débiles —explicó el hechicero, apartando con su mano los cabellos de la frente del híbrido.

El pelirubio no sabía qué decir, tras sentarse en el sofá recordó lo débil que podría llegar a ser HyunJin por no pertenecer a la sangre pura o superior, eso implica que sea bastante especial al momento de consumir sangre que lo pueden ayudar a estar más estable. Y la única vez que lo hizo sin protestar fue cuando…

—Oh por los cielos… Debo ir a verlo.

—Amigo, lamento decirte, que si vas en ese estado pueden los dos caer gravemente enfermos, si el te sigue rechazando hará que el proceso sea más rápido —informó deteniendo al híbrido.

—¡¿Que esperas a que haga entonces?!

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Ambos diablillos fueron asustados por el estruendo del maestro, padre del joven amo el cual no se encuentra en casa. Temor estaba con su ansiedad a mil, e Ira estaba al igual que su compañero. El maestro estaba bastante enojado, primero su hijo mete a un vampiro a su casa para que le hicieran una marca que después fue rechazada, y ahora escapó de casa cuando nuevamente no se encontraban. Ese niño le estaba sacando canas verdes por hacer las cosas como se le den la gana.

—Les di una sola maldita responsabilidad ¡Y no son capaces de cumplirla! ¡Quiero que salgan y busquen a mi hijo! No le digan nada a JaeMin.

—P…pe… pero maestro.

—¡Ahora! —gruño.

Temor salió corriendo junto a Ira de la oficina del señor Lee, estaban en graves problemas y muy malos. ¿Dónde se podría encontrar al joven amo a esas horas? No lo sabían para nada. Temor caminaba de un lado a otro pensando en dónde se podría encontrar el joven amo, hasta que su cabeza hizo click.

—¿Temor, Ira?¿Qué les ocurre? —el señorito Lee los volvió a asustar.

—Señorito Lee, nada nada, no se preocupe —sonrió irá, esperando que temor no suelte la sopa.

—¿Seguros? Temor no se ve bien que digamos.

Temor dejó de jugar con sus manos, escondiendolas detrás de su espalda sonriendo. Temor no podía ocultarle nada al señorito Lee, era un ángel de la generosidad, era imposible para él esconderle las cosas.

—¿Y Félix? Necesitamos hablar con él de algo importante —preguntó un poco preocupado por su hijo.

Un grito de lamento de Temor asustó al ángel.

—¡Señorito Lee! El joven amo salió y no sabemos hacía dónde fue, solo se que el joven amo estaba con dolores por su marca —cayó llorando al suelo de rodillas, uniendo sus orejitas debajo de su cabeza.

—¡Callate Temor! —golpeo Irá al diablillo turquesa.

El señorito Lee corrió a la oficina del Maestro, cosa que haría que hubiera una gran discusión en la casa. El ángel apareció por la puerta de la oficina de su pareja, encontrándose tirando fuego por los ojos tras estar bastante enojado.

—Relájate Lee, no lograrás nada estando enojado y sentado allí, Félix no es como las niñas —se acercó al demonio.

—Lindo, lo sé, pero Lix no está seguro afuera por todo esto de la reforma de gobernación. Charms está en busca de nuevos gobernadores para las dimensiones, mientras hacen eso van a exiliar a cada criatura que tenga genética híbrida o a criaturas como nosotros amor —tomó al ángel por la cintura para sentarlo en su regazo.

—Seulgi tenía razón cuando le protestó a sus padres sobre hacer lo mismo que la humanidad, perderíamos muchas cosas y está pasando —apego su frente en el hombro del contrario.

—Así es, están en búsqueda de un demonio puro y un ángel que puedan hacerse cargo de gobernar…

—¿Desde cuándo…

—Si, es inexplicable lo que están haciendo, pero hay cosas que están ocultando y no serán para nada buenas. No buscan gobernantes, si no, superiores que le van a valer mierda lo que piensen las criaturas inferiores a ellos.

Unos gritos de las niñas fuera de la oficina alertó a los mayores, que salieron inmediatamente a ver qué ocurría. El ángel junto al demonio fueron a la habitación de las niñas, la ventana estaba abierta.

—Papi —la menor le estiró los brazos, mientras que la mayor estaba abrazándolo.

El demonio observaba la habitación sin encontrar algo, hasta que fue empujado, un vampiro cazador estaba escondido en el armario de las niñas.

[...]