𝑨𝑬𝑻𝑬𝑹𝑵𝑼𝑴 |𝑲𝑶𝑶𝑲𝑴𝑰𝑵|

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2 Semanas después.

Jimin

Dos semanas fue el tiempo que me tomó coordinar el lugar exacto al que llegaría y debería quedarme por aproximadamente ocho meses donde debería recopilar estudiar y practicar para mejorar la medicina en nuestro reino.

Al hacer este viaje, seria escoltado por guardias reales hasta mi lugar de destino pero luego de eso, ellos regresarían y yo debía quedarme solo para empezar a trabajar.

Aunque eran contados los que a lo largo de la historia habían hecho este sacrificio, ya que en si era un acto casi suicida quedarse solo por tanto tiempo.

Por eso se le otorgaban beneficios que no podían pasarse por alto como; llevar todo lo que considerará necesario aunque transportarlo fuera una odisea, recibir un mensajero real una vez por mes para tener noticias o recibir una visita cada dos meses, esos eran lujos que no siempre se veían.

Aun recuerdo como mi hermana tocó la puerta de mi habitación desesperada por obtener respuestas después del gran anuncio en el salón real, todos en el castillo estaban consternados al enterarse que el gran emperador se iría del castillo. Incluso por el pueblo los susurros acrecentaron casi compadeciéndose de la situación ya que decían que probablemente no sobreviviría al estar bajo una misión entre ambos reinos rebeldes.

Pero las cartas habían sido echadas, nada ni nadie podría cambiar mi decisión, yo no estaba dispuesto a casarme con un extraño que solo se beneficiaría de mi familia. Las palabras de Wooseok hace días llegaron a su mente.

- No tienes que irte Jimin, cásate conmigo podemos llegar a un acuerdo con normas de convivencia, lo que sea con tal de que no cometas esta locura.

- Si quieres ayudarme, hazlo buscándome una casa en territorio neutro entre ambos lugares para establecerme. Tu eres el príncipe de los bosques no.

- Se de una casa en medio del bosque, puedo conseguirla para ti, pero no crees que es mejor lo que te propongo.

- Sí quisiera casarme de seguro ya lo hubiera hecho, tengo mis razones Wooseok.... de nada servirá que insistas.

- ¿Estas enamorado de alguien más?. -su entrecejo se frunció lentamente.

- ¿Yo te gusto?. -mi pregunta lo descolocó porque se movió dando varios pasos.

- Me gustas y creo que podría enamorarme de ti. -entrecerre mis ojos observándole detenidamente. - No tiene nada que ver con tu posición económica o social, no necesitas títulos para que alguien caiga a tus pies.

- Me hubiera gustado conocerte bajo otras circunstancias. - admiti para su agrado.

- ¿Estas diciéndome que bajo otros tiempos hubiera funcionado?.

- Soy un hombre exigente fuera de formalidades reales.

- Que bueno porque también soy un hombre exigente. -sin querer una pequeña risa escapó de ambos, era obvio que hubiéramos sido buenos amigos y sólo quizás algo más. - Te enviaré la ubicación mañana en la tarde, haré que traspasen la propiedad a tu nombre para que te sientas más cómodo .

- Te lo agradezco. -estaba listo para irse cuando la mano del chico sobre su brazo detuvo su andar.

- Promete que regresarás bien, cuidarás de ti. -lo miro unos segundos para notar como los arboles cerca de ellos se mecían como si tratarán de llevar un mensaje, el chico extrajo de su ropa un objeto que parecía ser un colgante en forma de un árbol tallado en madera, el cual desprendía una considerable fuente de energía.