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Tenía tres semanas enteras sin salir de casa por estar trabajando en sus proyectos medicinales que estaban saliendo muy bien pues había logrado elaborar tres medicamentos que actuaban como antibiótico natural.

También hacia tres semanas que el príncipe regreso a su casa con la promesa de volver, pero por supuesto no sin antes darle una gran noticia, ya que cerca de la cabaña, cruzando la montaña vivía una amiga del príncipe, este último no dudo en encomendarle la protección del emperador.

La guardiana Shin Hye, una joven alta, de cuerpo robusto, tez blanca, ojos verdes, cabello dorado y pese a su aspecto fornido, era poseedora de una personalidad amable, se presentó en su casa al día siguiente de la partida del príncipe, resultó ser una chica muy agradable que no tardó en ganarse su confianza y por tanto más que una guardiana era su amiga. Desde entonces veía a la chica a menudo ya fuera que ella viniera a su casa o que el atravesará la montaña para ir a la suya, era interesante ya que de camino podía estudiar otras especies de arboles o recoger hojas medicinales para sus estudios como lo hacia ahora.

Apenas tocó la puerta de la casa esta se abrió mostrando a Hye un poco preocupada mirando fuera de la casa, lo tomó del brazo para hacerlo pasar y no cerró la puerta hasta asegurarse no ver a nadie afuera.

—   ¿Qué sucede por que tienes esa cara?. -cuestionó poniendo el cesto en el centro de la pequeña mesa frente al sofá.

—   Esta mañana fui a buscar agua al lago que esta a unos minutos de aquí, me encontré con unos guardianes y guerreros recorriendo el lugar.

—   ¿Te hicieron algo?. -cuestionó alarmado.

—   No, porque no es a mi a quien buscan. -la guardiana trago duro mientras lo miraba. — Te buscan a ti Jimin esas personas son del Regnum Marium.

—   Es porque golpee a la princesa y lastime a una de sus guardianas. -dijo sacudiendo su cabello con frustración. — Debo irme pueden estar cerca.

—   Ellos no están por aquí, se han ido al oeste al limite con el Regnum Caelum. Ellos me preguntaron si había visto a algún ser de fuego o alguien del Regnum Principium, claro que les dije que sólo era una guardiana del bosque y que no había visto nada extraño.

—   Hye, siento que en cualquier momento me atraparán, si eso sucede debes mantenerte lejos, no intervengas.

—   Sí eso sucede yo iré con el príncipe, el podrá ayudarte. -una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro del emperador. — El te ama no dejará que te lastimen.

—   No lo dudo, el mismo me lo advirtió, dijo que iría a cualquier lugar con tal de salvarme.

—   Nuestro príncipe es alguien muy amable y de noble corazón, cuando vino aquí y me encomendó la tarea de cuidarte, supe que  estaba enamorado por la forma en que hablaba de ti.

—   El que viniera de improvisto no es bueno, si alguien de mi reino se entera seré castigado.

—   Sería diferente si ustedes revelarán su relación, esa es una excepción a las nulas visitas.

—   El concejo intentaría remediarlo para evitar escándalos seríamos obligados a contraer matrimonio.

—   ¿Entonces no quieres casarte con el Príncipe?.

—   Todo esto entre nosotros… es muy pronto para hablar de matrimonio, no lo se Hye, mi estatus no es bueno en este momento. -la chica asintió con una amable sonrisa a su argumento.

—   ¿Cómo te va con los estudios medicinales?. -dijo mirando la canasta sobre la mesa llena de hojas y hierbas.

—   Tengo cuatro aportaciones que he detallado en mi bitácora, son totalmente naturales sin intervención de magia o mis poderes, deseo que sean de ayuda para mi reino.

𝑨𝑬𝑻𝑬𝑹𝑵𝑼𝑴 |𝑲𝑶𝑶𝑲𝑴𝑰𝑵| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora