26

0 0 0
                                    

Todos aguardaban en el gran salón que lucia imponente por órdenes expresas de Jimin, a estas alturas todos allí sabían que el Emperador se casaría con el Rey de Regnum Marium. Los ancianos del concejo esperaban la llegada del próximo Rey mientras que KangDae actual dirigente conversaba con algunos de los presentes que no eran nada más y nada menos que personas influyentes del reino que también estaban por el acto de Coronación del Emperador Park.

La mayoría de la población aguardaba en el jardín del reino donde después se llevaría a cabo la ceremonia de coronación. Jungkook se sentía nervioso pues dentro de poco se casaría con el hombre que amaba con todo su corazón, tan sólo se lo habían contado a su hermana la noche anterior quien había llorado de felicidad era obvio que Jihye aceptaba a Jimin como parte de la familia más que encantada, sin embargo por lo peligroso que resultaba un viaje no pudo asistir a la ceremonia, esperaban una oportunidad para encontrarse y celebrarlo como se merecía.

— No había tenido oportunidad de decírtelo pero me alegro que Jimin te tenga, contigo el es feliz.

— Gracias por todo lo que hiciste por el estoy seguro que nunca lo olvidará.

— Aunque ahora serán ustedes los reyes de este reino siempre contarán conmigo quiero que lo sepan.

— Gracias.

— También quiero disculparme por todo lo hiriente que pude haber dicho yo....

— Lo hacías porque aún lo amas cierto. - dedujo kook.

— Eso no importa ahora, después de todo lo que ha pasado sólo deseo que el sea feliz y contigo lo es.

Jungkook iba a responderle cuando la guardiana Roxana llegó avisando de la llegada del futuro rey, todos se acomodaron en sus asientos mientras Jungkook lo esperaba junto a los ancianos concejales.

Dos guardianes abrieron las puertas detrás de ellas estaba Jimin sosteniendo el brazo de Hye quien lo entregaría. Todos se quedaron mudos al ver a su imponente regente dar un paso dentro del salón, llevaba un precioso traje blanco de encaje que resaltaba el color de su piel, una larga y voluminosa capa que se movía grácil al ritmo de sus pasos, sobre su cabeza estaba la corona que su hermana le había obsequiado esa que nadie podía dejar de mirar y pensar que el monarca de los cuentos infantiles era tan real.

A su paso todos hacían una reverencia de respeto mientras que el sólo tenía sus ojos puestos en el rey que lo esperaba frente al altar enfundado en un traje blanco que lo hacía lucir precioso. Cuando finalmente estuvo frente a Kook, este le extendió su mano con una sonrisa.

— Es como mi hermano cuídalo mucho. – advirtió Hye.

— Te lo prometo hye. – ambos la abrazaron para dejarla ir.

Tomados de las manos dieron frente a los ancianos del concejo quienes iniciaron el acto ceremonial. Primeramente escucharon la larga charla sobre un buen matrimonio y como este influía en un reinado, posteriormente hablaron de la crisis de los otros reinos como si ellos hubieran estado al frente de toda la situación, era por eso que Jimin deseaba abolir esta organización.

— Si hay alguien aquí que este en contra de este matrimonio que lo diga ahora de lo contrario daremos inicio a los votos matrimoniales.

Ambos acariciaron sus manos y ante el inminente silencio volvieron a mirar a los ancianos que dieron inicio.

— Frente a nosotros, El Rey Jungkook de Regnum Marium desea contraer matrimonio con el Emperador Jimin nombrado por los grandes señores de Regnum Principium ¿Cierto?.

— Sí. Dijeron al unísono.

— Gran Emperador Jimin señor del fuego y luz acepta usted casarse con el Rey Jungkook de Regnum marium, señor de los mares para amarlo en la salud y la enfermedad, en la abundancia y en la dificultad, y ser un fiel abnegado de su matrimonio de ahora en adelante.

𝑨𝑬𝑻𝑬𝑹𝑵𝑼𝑴 |𝑲𝑶𝑶𝑲𝑴𝑰𝑵| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora