Jimin y Jungkook conversaban con la organizadora de la coronación que sería dentro de dos días, solo tenía un día de haber regresado cuando los ancianos del consejo pidieron adelantar la fecha producto de la inminente guerra que se avecinaba.
El pueblo a sabiendas del próximo evento celebraba con júbilo decorando todas las casas de la ciudad, en el reino todos corrían de un lado a otro concretando detalles.... Algunos sentían pena porque Kangdae había hecho tanto por el lugar pero todos se sentían seguros con un monarca proveniente de la verdadera familia real.
KangDae por el contrario lucia reflexivo y cuando se encontraba con Jimin no dudaba en observarlo detenidamente, sus conversaciones eran simples porque la mayoría de las veces Jungkook estaba presente, el era consciente que debía agradecerle una vez más por todo lo que hizo por su pueblo pero también quería que tuviera más fe en sus decisiones porque después de todo los guiaría en guerra.
La joven organizadora acaba de irse cuando su voz se escucho a sus espaldas.
— ¿Es cierto que te irás a la cabaña que Yoo Bin ordenó hacer para ti?.
— Es un preciado regalo y nunca he estado ahí quizás es momento de conocerlo. – el lo miró entornando sus ojos tal como lo hacía cuando apañaba lo inesperado. — Deja de mirarme así por favor ya te lo he explicado cuando lo entenderás.
— No se de que hablas sólo me preocupo porque tu coronación es en dos días Jimin.
— Estaré aquí mañana al atardecer lo prometo. – el sonrió en advertencia para luego mirar a Jungkook.
— Rey Jungkook asegúrese de que cumpla su promesa. – Kook sorprendido por su amabilidad asintió.
— No se preocupe el estará aquí a tiempo. – agregó.
— De lo contrario tendré que hacer malabares en el santuario para que tus padres intercedan por mi y esos ancianos no me maten.
La risa de Jimin inundó el lugar, llevó una mano a su boca para controlarse pero contrario a eso su hermoso rostro brillaba, KangDae se permitió mirarlo unos segundos y cuando sintió una mirada sobre el vio como Jungkook le miraba pensativo sólo entonces se giro sobre sus talones. Justo antes de desaparecer escucho a Jimin hablando entre risas.
— Comienzas a ser el KangDae que conocí. – eso lo hizo sonreír.
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Al llegar a la cabaña fue el primero en entrar recorriendo cada lugar tan pulcro y hermoso era obvio que fue hecha a base de sus gustos tal como su hermana se lo había revelado en su pasada fiesta de cumpleaños. La sala era amplia, camino hasta la cocina que era más que funcional, abrió la puerta del jardín trasero encontrándose con un amplio lugar amueblado para descansar o tomar un té. Volvió a entrar a la casa subiendo las escaleras cuando escucho como Jungkook conversaba con quienes los llevaron, las tres habitaciones estaban en el segundo piso abrió la puerta de cada una fascinado con la decoración, la habitación principal era enorme con un amplio ventanal que daba vista al bosque y desde el cual observa a Kook sonriendo alegre a uno de los guardias.
