Oasis en el infierno
Cuando Harry abrió sus ojos sintió que el mundo había perdido mucha de su luz, que los sonidos del silencio martillaban sus oídos. No recordaba porqué, pero sentía su pecho oprimido, como si un dementor se hubiera alojado en su corazón robándole toda la felicidad de su vida.
Estaba en su cama, no recordaba cómo había llegado ahí. Quiso incorporarse pero una mano sobre su hombro se lo impidió.
— Descansa. —le susurró una cálida voz que siempre lograba tranquilizarlo, pero en esa ocasión no fue posible.
Harry lo miró entre lágrimas secas. Severus estaba recostado a su lado, parecía no haber dormido en años, su pálida piel marcaba unas verdosas ojeras que le daban una apariencia desastrosa.
Una imagen vino a su mente. Ginny.
— N-no. —gimió angustiado, las lágrimas volvían a aparecer, ahora sabía porqué el dolor, porqué las ganas de no haber despertado nunca... porqué la ausencia de alegría en su alma—. Quiero... verla.
— Te entiendo, y te llevaré a su lado, pero primero toma esto.
Severus le pasó un vial con una poción que Harry rechazó débilmente.
— No me duermas, Severus. —suplicó lloroso—. No me duermas si voy a volver a despertar sin ella.
Snape asintió comprensivo. Ayudó a Harry a ponerse de pie y a vestirse para ir a los funerales de su prometida.
Llegaron hasta La Madriguera cuyo salón principal estaba lleno de gente llorando alrededor de un féretro blanco cubierto de rosas y azucenas. Todos voltearon a mirarle pero nadie se atrevió a dar un paso hacia él, quizás intimidados por el dolor que se adivinaba en los ojos verdes ¿qué consuelo podrían brindarle?
Severus sintió que las piernas de Harry flaqueaban y le sostuvo con más firmeza, quiso ayudarlo a seguir caminando pero el joven Gryffindor se negó suavemente. Tenía que acercarse por sus propios métodos y así lo hizo. Ni siquiera hizo un intento por limpiarse las lágrimas, esas probablemente no dejarían de brotar nunca más en su vida.
El ataúd estaba abierto y ante los ojos de Harry, Ginny lucía tan hermosa como siempre, como si solo durmiera. Su cabello rojo contrastaba con la blancura del satín de su lecho, llevaba puesto un vestido de gasa azul celeste y sus manos habían sido colocadas con los dedos entrelazados en su abdomen... llevaba aún su anillo de compromiso, el que Severus le ayudó a escoger, el que supuestamente estaba bendecido por la diosa de la buena fortuna.
Que dolorosa ironía.
Extendió su mano para tocarla, la piel de sus mejillas seguía siendo tersa y cálida... y sus labios aún se antojaba besarlos, se inclinó para hacerlo.
Entonces lo supo y el dolor casi desapareció, sus ojos quedaron secos y en sus labios se dibujó una triste sonrisa.
Permaneció inclinado hacia Ginny por algunos segundos más. Nadie le interrumpió, tan solo le veían compasivos como susurraba algo al oído de la hermosa joven que ya no podía escucharlo.
Al incorporarse, Harry parecía más tranquilo, se alejó del féretro para ir a sentarse junto a Severus. Entonces aceptó todas las condolencias de aquellos que quisieran dárselas, sirvió de apoyo al llanto de Molly, de Ron, de Hermione... de todos los que la querían, aunque no tanto como él.
Ginny fue sepultada al anochecer, hubo mucha gente y también infinidad de prensa que buscaban la impresión del joven héroe que continuaba sufriendo tragedia tras tragedia en su corta vida. Alguien se encargó de alejarlos, Harry no supo quién fue porque Severus se mantuvo siempre a su lado y en realidad no le importaba, que tomaran las fotografías que quisieran, que siguieran hablando lo que se les ocurriera para ganar dinero... ya no importaba.
Fue el último que se quedó junto a la tumba, sólo Severus no se marchó, esperó pacientemente a que Harry decidiera que ya era el momento de decir Adiós.
Casi estaba por amanecer cuando Harry volteó a mirar a Severus y extendiéndole su mano.
— Vamos a casa, Sev.
Severus asintió, tomó su mano y juntos abandonaron el cementerio.
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Atrévete a amarme
FanfictionDespués de años de odio ahora son amigos. Pero si del odio nace el amor, una amistad también puede evolucionar, y a veces, aún sin que los involucrados se enteren hasta que ya es demasiado tarde para detener al amor. Snarry