Juegos de amor
Harry y Severus por fin sentían que estaban en el camino correcto, habían dado la noticia a los Weasley de que Harry regresaba a compartir departamento con el Profesor lo que fue bien recibido por todos, pero no más que Ron y Hermione quienes veían el inicio de algo más.
Decidieron aún no contar a nadie que serían más que amigos, era una decisión personal y ambos aceptaban no estar preparados para manifestarse públicamente como pareja.
Cuando volvió a entrar al departamento, Harry miró a su alrededor sin dejar de sonreír, le gustaba su casa más que ninguna otra. Él y Severus se habían encargado de decorarla, de comprar cada uno de sus muebles y accesorios, no se olvidaba de lo divertido que fue y ahora resultaba un recuerdo más especial aún.
— Casi había olvidado lo hermoso que es nuestro hogar. —exclamó Harry dejándose caer ampliamente en el sofá—. Lo eché mucho de menos.
— ¿Más que a mí?
— Nada extrañé más que a ti.
Severus se sentó a su lado, parecía casi tan nervioso como Harry pero tampoco dejaba de sonreír.
— Esto es raro... ¿verdad?
— Bastante, pero me alegra que si he de volverme gay sea contigo.
— ¡Que cosas dices! —rió Severus.
— Nada más que la verdad.
Severus se giró a mirarle, ambos guardaron silencio, no podían ni querían posponer más el momento. Lentamente acercaron su rostro uno al otro, asustados, temerosos... ¿volverían a sentir lo mismo que aquella noche ahora que no tenían ni una gota de alcohol en la sangre?
Pero en cuanto sus labios se unieron supieron que no había razón para dudar, se besaron sin prisas, disfrutando de aquella caricia como nunca en su vida hasta que se separaron suspirando embelesados.
— Sigue besando increíble, Profesor Snape.
— Y usted continua tan delicioso, Señor Potter.
Rieron, y ya más relajados se recostaron en el sofá para volver a besarse.0o0o0o0o0o0
Más tarde, después de cenar, Harry sirvió un par de tazas de café para amenizar la charla que tenían pendiente, una charla que pensó debió tener antes de aceptar mudarse nuevamente con Severus, pero de cualquier forma no se arrepentía de haber tomado esa decisión, se sentía feliz... aunque ahora también nervioso y preocupado.
— Quiero seguir durmiendo en mi propia habitación. —propuso armándose de valor—. Espero sepas disculparme y entender que me gustaría ir lento... bastante lento, Severus.
— Lo entiendo. —aceptó de inmediato, ya creía haber ganado bastante como para tentar a la suerte al presionar más—. Será a tu ritmo, lo prometo.
— Te lo agradezco mucho, no creo sentirme preparado para culminar el asunto... ya sabes, del sexo.
— No te angusties por eso, Harry, recuerda que también es mi primera experiencia, no me parece mal que nos tomemos nuestro tiempo para llegar a esos extremos.
— No sabes cuánto me alegra que pienses así. —dijo aliviado—. Temía que te molestaras conmigo.
— Jamás, mis sentimientos por ti vas más allá del sexo, ya soy plenamente feliz con que hayas aceptado intentarlo conmigo.
— ¿Entonces ya somos novios?
— Lo somos. —sonrió Severus—. ¿Te acuerdas cuando te dije que debíamos serlo? Nunca me imaginé que esa broma se haría realidad.
— Y que nos hiciera tan felices. Pero... ¿también estás de acuerdo en que sea asunto sólo de nosotros? No me sentiría cómodo si la gente nos mirara diferente.
— La gente no me importa, pero comparto contigo esa decisión, que para el mundo sigamos siendo simplemente amigos... pero cuando nos quedemos a solas, serás mío.
— Lo soy siempre, aunque los demás no se enteren. También quería pedirte otra cosa. —agregó mordiéndose el labio.
— Tú dirás.
— ¿Me acompañas mañana al cementerio?
Severus sacó el aire de los pulmones y asintió, era un paso que esperaba que Harry quisiera dar, y le alegró que le pidiera acompañarlo. Lo atrajo para sentarlo en sus piernas y le besó. Harry le correspondió en la misma intensidad, ¡que bien se sentía! El regazo de Severus parecía ser su lugar definitivo en la vida.
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Atrévete a amarme
FanfictionDespués de años de odio ahora son amigos. Pero si del odio nace el amor, una amistad también puede evolucionar, y a veces, aún sin que los involucrados se enteren hasta que ya es demasiado tarde para detener al amor. Snarry