Capitulo 4: ¿Es mi Hija?

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En el interior de la casa de Maia

Horacio recién ingresaba a la casa de su hermana, y lo primero que hizo fue buscar a su hija la cual estaba con Gaia en la sala de estar mientras que Blake estaba a su lado.

— Hache ¿Qué haces aquí tan pronto? — le preguntó Blake sorprendido por verlo — creí que pasarías mínimo una noche en el medico.

— Sabes que no me gusta estar en los hospitales — dijo mientras que se acercaba a este y tomaba asiento en el sofá — además... — dijo ahora mientras que Gaia le entregaba a su hija — Mi hija me necesita.

— ¿Cómo te sientes tío H? — le preguntó su sobrina la cual permaneció sentada a su lado.

— Mucho mejor ahora — dijo tomando a su hija en brazos — Hola mi amor — le dijo a su hija y está comenzó a reír haciendo que los demás presentes se conmovieran — yo también te extrañe.

— Lamento interrumpir hache... — intervino Alanna — Pero creo que debemos hablar y pensar en quienes podrían ser los responsables de lo que ocurrió hace un rato...

— Estoy de acuerdo con Monier — la apoyo Volkov el cual había permanecido en silencio y atento a la situación — porque ha quedado mas que claro que esto es mas serio de lo que parece.

Horacio al escuchar la voz de V se tensó, había estado tan concentrado en volver con su hija que no había pensado que volvería a encontrarse con este. Y le inquietaba aun más el hecho de que este hubiese estado ahí durante las horas que el estuvo en el hospital.

— Creo que no hace falta pensar mucho — tomo ahora la palabra Maia — esta claro que si hay un responsable aquí ha sido el maldito de nuestro padre — sentenció.

— Pero hija... — habló ahora Charlotte en un tono bajo.

— Lo siento madre, pero creo que es algo en lo que todos los aquí presente estamos de acuerdo — la interrumpió su hija — todos sabemos las cosas que sucedieron hace mas de un año cuando mi desafortunado padre apareció... y por lo que me contó Parker, esto tiene su firma por todos lados.

— Yo... — comenzó a decir ahora Blake — no puedo creer lo que voy a decir, pero — tomó aire — estoy de acuerdo con Maia...

— Bien — habló de nuevo Volkov mientras soltaba un suspiro pesado y se acariciaba el puente de la nariz, dejando entender que estaba algo estresado — un equipo estuvo revisando el área y no pudieron encontrar nada, de igual forma otro equipo va a estar trabajando con los del hospital para por lo menos poder descifrar que era esa sustancia y tener un hilo más solido del cual tirar — prosiguió — cuando encuentren algo fuera de lo normal me lo notificarán, mientras tanto... — iba a seguir diciendo pero Lucía comenzó a llorar ganándose la atención de todos.

— Tranquila — le dijo Horacio a su hija mientras se ponía de pie — Debe tener sueño — les informó — Voy a acostarla... — se disculpó para luego salir mientras que todos lo seguían con la mirada.

— Okey — volvió a tomar la palabra V — Creo que debemos determinar como vamos a actuar de ahora en adelante, tomando en cuenta todo lo que a sucedido y lo que podría suceder — prosiguió pero su alfa le pedía a gritos ir tras de H era algo que tanto si mente, como su corazón le pedía, debía hacerlo cuanto antes...

— ¿V? — le llamó Alanna al notar que este se había envuelto en sus pensamientos.

— Lo siento, ahora vuelvo — se disculpo y siguió el camino que H había tomado hace unos segundos.

No podía permanecer más tiempo sin confrontarle...

Horacio por su parte, había ingresado ya en su habitación, sin darse cuenta de que había sido seguido por el actual director del FBI.

— Tranquila mi vida — le habló H a su hija mientras la abrazaba — Ya todo esta bien, estoy contigo, nada va a pasarte mientras yo este con vida — le dijo mientras tomaba una manta para abrigarla pero antes de poder decir algo más, V irrumpió en su habitación — ¿Volkov...?

— ¿Quién es el padre de tu hija? — le cuestiono directamente en un tono serio y un tanto elevado a la vez.

— ¿Qué haces aquí? - esquivó la pregunta molesto — está es mi habitación ¡Sal ahora!

— ¡Contestame! ¿Quién es el padre de tu hija? — volvió a preguntar acercándose a este y mostrando su enojo a la vez que su aroma a vodka y almendras embriagaba la habitación.

— Nadie que te importe — respondió con simpleza empujándolo hacia atrás con una mano ya que en la otra sostenía a su hija — ¡Y no me grites!

— ¡Horacio entiende que esa niña podría ser mi hija! — le volvió a gritar.

— ¿Ahora te interesa saber? ¿Luego de esa estúpida decisión que tomaste hace meses? — le respondió este ahora dejando mostrar también su enojo mientras que su aroma a piña y chocolate negro, se mezclaba con el del alfa.

— ¡Contestame Horacio Pérez! — le volvió a preguntar acercándose nuevamente.

— Que no te me acerques — le dijo para volver a empujarlo pero esta vez con más fuerza mientras que la pequeña se movía inquieta.

— ¡Dime la verdad! — dijo este decidido a acercarse otra vez, en este punto era algo que no podía controlar, su cuerpo se lo pedía como una necesidad que creía ya haber olvidado.

— ¡No lo es! — le gritó Horacio — está niña como tú la llamaste, NO es tu hija...gracias a Dios — dicho esto la bebé comenzó a llorar por tantos gritos.

Palabras que cayeron como un balde de agua helada para Volkov, en el fondo quería pensar que esa hermosa niña podría ser su hija pero se ilusionó  demasiado, no había nada que lo uniera a Horacio como había comenzado a pensar desde que lo volvió a ver en la sede... al parecer el estar con él omega fue un error.

— Solo tuvimos sexo una vez... por suerte no tuvo resultados — aclaro Horacio sin medir lo que decía, estaba molesto y hablaba sin pensar como siempre le pasaba en ese tipo de situaciones bajo coraje — Así como me acosté contigo, pasó con el padre de mi hija, él no me rechazo... no fui su error, no se lamento el haber estado conmigo, no se arrepintió de sus actos y no tomo una decisión egoísta y me dejó.

— ¡Suficiente Horacio! — gritó usando su voz de alfa, asustando a Horacio, él cual de inmediato dejó de hablar y bajo su cabeza mientras que seguía arrullando a su hija y las lágrimas amenazaban con caer por su rostro — Horacio... yo... — trató de hablarle de nuevo ahora en un tono más calmado al notar lo que había hecho.

— Juraste que... que nunca volverías a usar tu voz de alfa... conmigo — le habló en un tono bajo el de cresta aun sin mirarlo.

— Viktor — la voz de Charlotte interrumpió la situación — permiteme hablar a solas con mi hijo por favor — pidió la rubia mientras le indicaba que saliese.

Acción que el alfa realizo, para luego seguir su camino hacia el exterior de la casa a pesar del llamado de sus compañeros... necesitaba estar solo.

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Capítulo corto pero intenso 👀

Mi Pequeño Secreto [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora