Luego de tantos meses de preparación, por fin había llegado el tan esperado día de boda de esta hermosa pareja destinada. Meses en los cuales tanto Horacio como Viktor se habían encargado de organizar toda la logística y decidir cómo sería la decoración, más la comida que se iba a servir. Por otro lado, tanto el alfa como el omega, habían optado por mandar a hacer unos gabanes a la medida para así ir con sus mejores galas a su boda e impresionar a su destinado.
— Estoy nervioso... — dijo el omega mientras que se frotaba las manos haciendo reír a su madre quien lo acompañaba para llevarlo al altar.
— Tranquilo mi niño — le dijo esta con una dulce sonrisa — todo va a salir bien, ya estás aquí y él está ahí esperándote.
— Lo sé... — soltó en un suspiro para luego ver a sus pequeñas quienes estaban a su lado con sus cestas con pétalos de rosas, los cuales arrojarían definiendo el camino de este — supongo que a pesar de todo, esto me parece un sueño...
Quería seguir hablando pero el sonido de la marcha nupcial lo interrumpió, indicando el comienzo de todo. Por lo que volteó a ver a su madre con una enorme sonrisa y luego a sus niñas.
— Bien princesas — las llamó ganando su atención — ¿recuerdan lo que deben hacer?
— Siii — respondieron ambas para luego salir en cuanto les indicaron.
Las niñas caminaron mientras arrojaban los pétalos robándoles el corazón y una gran sonrisa a los presentes. Una vez llegaron al final donde se encontraba su padre con Nikolai atrás, como su padrino de honor y Alanna del lado en que iría el omega, como su dama de honor. Como les habían indicado, las niñas pasaron a tomar asiento junto con Gaia, la cual las esperaba en primera fila.
Segundos más tarde, ingresó el omega dejando a todos deslumbrados por la belleza que este irradiaba, mientras que se acercaba a su alfa de la mano de su madre. El alfa no podía dar crédito a lo que sus ojos veían, y es que podían seguir pasando los años pero su omega siempre sería igual de precioso ante sus ojos. Por lo que en medio de su trance mientras admiraba a este, se acercó a él para tomarle la mano.
— Se me siguen cuidando ¿si? — les dijo charlotte mientras le entregaba la mano de su hijo a Viktor — los amo... — dijo para luego ir a su asiento junto a sus nietas, dejando a ambos con una sonrisa, la cual mantuvieron mientras subían las pequeñas escaleras y quedaban juntos frente al sacerdote.
— Te ves muy guapo — le dijo el omega a su alfa en un susurro apreciadolo de arriba a abajo con una sonrisa.
— Y tú te ves precioso —le respondió este de igual forma haciendolo sonreir.
El sacerdote comenzó con sus palabras mientras que estos no paraba de mirarse y sonreírse, dejando notar como siempre lo enamorados que seguían estando el uno del otro a pesar del tiempo.
— Pueden proceder a decir sus votos —dijo este haciendose un poco para atrás dejandoles el momento a ellos.
— Tú primero — dijo antes Horacio de manera rápida pues quería ser el último en hablar.
— Joder — dijo riendo el ruso contagiando a los demás — de acuerdo...
— Muy bien, así me gusta... — dijo en un tono que solo este pudo escuchar, pero que dejó pasar mientras tomaba aire antes de comenzar.
— Horacio... —inició el alfa mientras sostenía de las manos a su omega y lo miraba a los ojos — tú más que nadie me conoces y sabes que no soy muy bueno expresando lo que siento... que puedo llegar a ser mucho texto, darles muchas vueltas a las cosas y no ser tan directo — esto último hizo reír al menor pues tenía constancia de que todo lo que decía era cierto — sin embargo, el estar hoy frente a ti, rodeado de tantas personas importantes, de tener a nuestras bellas hijas siendo parte de esto que sentimos, dando por fin este paso... por alguna razón, siento que por primera vez... todo es mucho más sencillo — le dijo con una tierna sonrisa mientras veía como conforme se expresaba, los ojos del omega se llenaban de lágrimas — eres la persona que más amo, y la única, eres la persona con la que estoy destinado a vivir el resto de mis días, junto con nuestra hermosa familia, no tienes ni idea de lo que feliz que me haces — siguió hablando con el corazón — pienso en el momento en que por fin tuve el valor de expresarte lo que sentía por ti, y lo que te dije ese día... la realidad siempre estuvo frente a mis ojos, pero no fui capaz de aceptarla hasta que te fuiste, todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos padecido, todo lo que hemos disfrutado, sólo es una confirmación de que nuestro amor es más fuerte — dijo y en este punto eran más de uno entre los invitados a quienes se les salían las lágrimas — Hoy que estamos aquí, frente a todas las personas que queremos, y tu padre... — resaltó lo último haciendo reír a todos los presentes menos al mencionado — quiero prometerte mi amor hasta el último de mis días. Prometo serte fiel, porque no hay otra persona como tú, que me ame como tú, que me haga sentir como tú. Prometo estar a tu lado, en tus momentos difíciles y en tus momentos de alegría. Prometo seguir siendo el padre que necesitas que sea para nuestras hijas. Prometo ser la persona que mereces, que, aunque gracias a ti he cambiado, siempre trabajaré en ser merecedor de tu amor. Pero, sobre todo - se detuvo para tomar un suspiro y con su mano derecha acariciar la mejilla de Horacio para secar sus lágrimas con dulcera — prometo, Horacio... siempre hacerte feliz; y sé que no nos va a alcanzar la vida para vivir todas las cosas que quiero a tu lado, pero quiero prometerte, si es posible, incluso después de la muerte... ser siempre tuyo... Te amo мое солнце — finalizó con esas palabras que el menor reconocía para luego darle un suave beso en la mejilla.
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Mi Pequeño Secreto [TERMINADA]
FanficLa vida tiene una forma muy curiosa para hacernos caer de nuevo en la lineá de nuestro destino. Cuando dos personas están destinadas a estar, no importa el tiempo, las circunstancias, ni las adversidades por las que tengan que pasar durante su vida...