En la historia: Capítulo 2.

107 13 0
                                    

_______________








Pov Junmyeon








Mirar mis recuerdos felices era algo extraño para mí ahora, llamar a esa sensación masoquismo era muy tonto.

Yo mismo me lo había ganado.

Jamás quise estar en esa posición, la felicidad ya no existía en mi nueva vida y eso me afectaba demasiado.

-Muévete.- la voz sin sentimientos de mi madre llamó toda mi atención. -No quiero que se te note lo muy evidente.- chasqueo su lengua con desaprobación. -Eres un inútil.

Ella no tenía por qué repetirlo, yo lo sabía y muy en el fondo me odiaba por haberles causado ese malestar tan horrible.

Cubrí bien mis pechos para que pareciera que no tenía, era mejor así.

Ya había vivido demasiado tiempo con el acoso, yo no quería ser así, jamás lo pedí. Solo que me tocó ser uno de los raros del mundo.

-A mala hora te metiste con ese estúpido.- murmuró con más molestia. -ambos me desgraciaron, la reputación que mantenía de forma intachable, ahora está siendo juzgada por tu estupidez.- movió sus manos con desesperación mientras golpeaba el suelo con el tacón fino que portaba. -¡Fueron años!- me miró con odio. -Para que luego fuera derribado por tu maldito desliz.- negó muchas veces.

-Ya mamá, no necesitas hacerme esto.- cerré lentamente mi pantalón.

Ella me había obligado a lucir todo con lo que yo había nacido. Eso implicaba mencionar que yo portaba con un aparato reproductor femenino y masculino a la vez.

Era un tema bastante extenso y más cuando solamente portaba células de omega al cincuenta por ciento.

-¿Hacerte qué?- bufo. -No seas ridículo Junmyeon.- sacudió las pelusas inexistentes de su bonita blusa rosa pastel. -Ahora vas a arreglar las cosas y es mejor que pongas tu mejor rostro, ya no quiero que hagas más estupideces.- me miró de nuevo. -Bastante tengo ya con tu embarazo.

Agaché la mirada, ella estaba siendo demasiado cruel conmigo, cuando siempre estuve ahí para ella, incluso yo acepté que me casaría con ese alfa de pacotilla, cuando bien sabían que su fama se debía a cosas malas.

-Te espero abajo.- fueron sus últimas palabras antes de desaparecer por la puerta.

No tenía sentido lo que ella decía, se estaba quejando de algo que era super normal ahora en esta maldita sociedad.

Lo único que me diferenciaba a mí, es que tenía senos y aparatos reproductores juntos.

Era hasta hipócrita de tu parte pretender que ella no me vendió desde antes, por dinero sucio, las personas le pagaban a ella por ver algo extraño.

Y si, muchas veces me humillo.

Siempre fui su conejillo de indias, con el cual podía ganar mucho dinero.

Ella era una omega en su totalidad, por lo tanto, se sentía en la cima, en cambio, mi padre era alguien ausente, él trabajaba siempre y solo se le veía pocas veces, aunque fuera un empresario lo bastante adinerado, él siempre cuidó de su dinero.

Por lo tanto, mi madre tenía que sacar más de algún lado y el desafortunado había sido yo.

Toqué mi estómago, ahí dentro estaba empezando a formarse un pequeño ser. Estaba maravillado por todo lo que mi cuerpo había soportado, sabía de sobra que cargaba con más que un omega promedio normal y lo entendía, pero solo hasta cierto punto.

Love story [LayHo]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora