Final de la historia y vida real: Capítulo 8

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Pov Yixing





—¿Volverás?

Negué.

Era tan simple como eso, pretender que todo estaba bien y que las mentiras no habían sido participes de lo que pasó, era tonto.

Mi madre había muerto, su corazón se detuvo y así hubieran querido ayudarla, no habrían podido.

Todo estaba perdido.

—Quedarte en ese lugar, no te hará ver las cosas de mejor manera, entiende eso por favor.

Podía notar la desesperación en su voz, sin embargo, no me importaba mucho.

Esa casa había sido de mi madre y por más de que tuviera una orden para salir, yo no podía simplemente aceptarla.

—El abogado ya te lo confirmo, ¿que más quieres?— Sus manos tocaron mis hombros con suavidad como para darme ánimos, solo que yo no quería.

Mi mundo se había roto, ya nada era igual e incluso las palabras hirientes se me resbalaban.

—Desaparecer.— murmuré con una pequeña sonrisa.

—Sabes que no puedes hacerlo.— Dejo de tocar mis hombros. —Ve el mundo como realmente es, tu madre se fue pero te dejo asegurado con muchas cosas.

Eso no me hacía sentir bien para nada, el dinero y los lujos no harían que ella regresará de la muerte.

—No lo quiero.— mis ojos estaban empezando a picar. —Nadie tiene el derecho de venir a decirme lo que debo hacer.— me levanté de la cama, dónde semanas atrás mi madre había muerto. —Ellos no saben absolutamente nada.— mire una de las paredes, en la cual aún se mantenía el dibujo que le hice a mi madre cuando apenas tenía dieciocho años.

Era un lindo colibrí, en su pico llevaba un pequeño alcatraz de color blanco.

—Xing, ella ya no está.— susurro con tristeza.

—¡¿Crees que no lo sé?!— las lágrimas empezaron a caer como si fueran cascadas a punto de desbordarse. —¡Ustedes no entienden nada!

—Claro que lo hacemos.— volvió a susurrar. —La conocimos, éramos como sus hijos también, no eres el único que sufre Xing.

La realidad me golpeó demasiado fuerte cuando pude ver su rostro, sus mejillas coloreadas e incluso el llanto silencioso, Luhan lo sabía.

—No puedo solo.— me deje caer de rodillas. —Es tan difícil.— me sentía débil y desprotegido.

Incluso me era raro aceptarlo, porque siempre fui el fuerte.

Las cosas cambian y con ello la verdad de las cosas.

—Nos tienes a nosotros.— lo pude escucharas cerca, y si estaba en lo correcto ellos jamás iban a abandonarme. —Vamos a estar siempre.— sus brazos me sorprendieron.

La posición no era muy cómoda, yo estaba arrodillado y el en cuclillas, el dolor podíamos compartirlo, Luhan conocía a la perfección mi situación, él había pasado gran parte de mi vida cerca y por ende mi madre lo considero como un hijo más.

—Saldremos adelante.— el murmuro cerca de mi oído fue lo suficiente bueno como para cerrar los ojos y dejar que todo pasara.

Ella se había ido para siempre.

Tenía que aceptarlo de una buena vez.

Era totalmente aceptable llorar por una perdida, nada te hacia menos hombre y eso se debía entender a la perfección.

Love story [LayHo]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora