En la historia: Capítulo 3.

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Pov Yixing






No entendía las emociones que estaban en el aire, a pesar de que soy un simple beta, el mundo al que yo pertenecía cómo asesino a sueldo, me daba muchísimas ventajas.

La señora Kim no era buena y estaba más que claro.

Sus acciones solo dejaban en claro que quería a su hijo, pero para venderlo al mejor postor.

Esto no era nuevo para mí, incontables veces lo pude observar de primera mano, las familias millonarias tenían un don y este era comerciar con sus propios hijos.

Era una sensación espantosa, parecía que sus sentimientos eran drenados por una gran máquina para después convertirlos en nada.

Por lo que podía deducir de los acontecimientos recientes, todo era mucho peor a como Sehun lo explicó en ésos papeles.

El omega sabía que recibiría ayuda, pero no estaba seguro de quién sería mandado, era obvio que no se esperaba para nada ver un beta de clase baja.

Lo único que me respaldaba ahora, era el apellido Byun.

-Creo que la visita tiene que irse ya.- me sonrió.

Era completamente falsa, sus ojos estaban divagando demasiado, ella era muy obvia con sus malas expresiones.

-No creo madre.- el omega apretó mi mano. -De hecho él me invitó a salir y yo acepté.- sonrió a su madre.

Ellos parecían tener una batalla de miradas, aunque quisiera salir en defensa y decirle que no era necesario las mentiras, me tenía que aguantar por ahora.

No nos conocimos del todo y la información que me dieron era poca, tenía que ser paciente y seguir la corriente conforme nos fuera conveniente.

-No saldrás de esta casa.- su ceño se frunció.

No me estaba mirando, pero la indirecta era bastante obvia, así que sin previo aviso me levanté del sofá.

-Me disculpo por mi grosería.- hice una pequeña reverencia con mi cabeza hacia ella. -Pero es cierto, me gustaría conocer más al joven con el cual voy a casarme.- puse mis manos detrás de mi espalda.

Ese lugar estaba empezando a ponerme de nervios, era tan grande y luminoso.

Era malo comparar yo lo sabía, pero me era inevitable, incluso mi madre estaría sorprendida por tanto espacio, ella adoraría decorar con miles de plantas cada rincón de esa enorme casa.

Pero de nuevo, estaba soñando con lo que jamás tendríamos...

-No lo admito.- rezongo cómo si fuera una pequeña niña de cinco años.

Ella no lo podría fácil.

Lo había notado desde que llegué.

Sabía que yo era un simple beta ordinario y pobre.

-Basta mamá.- el omega se levantó del sofá. -Ya no se trata de tu decisión así que me voy con él.- me miró por unos segundos.

Y ahí lo entendí.

Quería que lo tomara de la mano para poder salir de esa ostentosa casa.

Así que lo hice, con cuidado tomé su mano derecha, no era necesario maltratarlo al final en su estado podía ser muy peligroso.

-Con o sin su permiso.- la mire. -Nos retiramos.- no deje que me respondiera o siquiera intentará argumentar cosas sin sentido.

Ahora me interesaba solo cumplir con la misión. Asegurar al omega para luego dejarlo en un lugar seguro lejos de todo peligro.

Pero había algo extraño, ¿por qué mi corazón estaba palpitando de esa manera?

Enfermo no estaba, hace tiempo que deje en claro que mi sistema era diferente a los demás, algo dentro me hacía inmune a enfermedades comunes y eso ayudaba bastante a sobrevivir en misiones que me costaban días fuera de casa.

Tragué saliva, todo estaba siendo raro. Y mientras no tuviera una explicación lógica me aseguraría de cumplir la misión.

-Gracias.- ese pequeño susurró me hizo mirar a mi acompañante.

Él me estaba llevando fuera de esa casa, podíamos escuchar a lo lejos los gritos de esa mujer, los cuales eran horribles y muy chillones.

Negué, no tenía porqué agradecerme.

-Espero puedas explicarme lo que quedó pendiente.- sonreí un poco.

Entre más nos acercamos a la salida, el ambiente parecía cambiar y era entendible que esa mujer absorbía la energía de todos los que estuvieran con ella.

Era asqueroso que intentará vender a su hijo como si fuera solo una fruta de mercado.

-Claro que sí.- me sonrió de vuelta.

No era la misma.

Esta sonrisa contenía más de lo que estaba expresando realmente.

No quería apresurarme con esas cosas, pero en verdad el omega estaba sufriendo demasiado en ese lugar.

-Por aquí.- me condujo por otra puerta.

Al abrirla, me dejó sumamente sorprendido.

¿Para qué usaban tantos autos?

-Mi padre suele coleccionarlos.- se encogió de hombros. -No sé, pero gracias a esto también hemos podido sobrevivir.- suspiró. -Mi madre suele chupar como si fuera vampiro la billetera de mi padre.- luego soltó una pequeña risa. -Sé que no es la mejor comparación, pero es lo único que pensé.

Negué con una pequeña sonrisa, era bueno que su sentido del humor aún estuviera presente.

Nadie podía aguantar demasiado, así intentarás ser el más fuerte, al final todos terminamos por rompernos.

Yo pase por eso y de verdad que la experiencia fue traumática.

-¿Está bien si manejo yo?

No me di cuenta, ¿en qué momento paramos?

-Si, no hay problema.- asentí.

Abrí la puerta del copiloto cuando él presionó un botón en sus llaves.

Los millonarios tenían cosas que hasta la fecha no entendía, ¿cómo es posible que incluso lo encienda con un botón?

Si seguía en estos rumbos yo iba a volverme loco con tantas cosas, yo aún mantenía mi viejo auto.

Aunque fuera más viejo de lo normal yo intenté arreglarlo con piezas originales, me costó demasiado dinero pero en casa no faltaba un auto para poder movernos mi madre y yo.

-¿Tú tienes un auto?- sin mirarme preguntó.

-Sí.- sonreí con emoción. -Tengo un pequeño bebé, a pesar de que no es común verlos por las calles, estoy orgulloso de lo que construí.- infle mi pecho con bastante felicidad.

-Quisiera conocerlo alguna vez.- murmuró.

Aunque pensara que no lo escuché, si lo hice y yo más que nadie estaría encantado de mostrárselo.

-Claro.- asentí. -Cuando salgamos de esto y estés a salvo, te llevaré a qué lo conozcas.

Un futuro.

En el cual, él está incluido.

Sacudí mi cabeza, eso no podía ser posible. Y aunque sonara feo, quizá nosotros no llegaríamos más lejos después de esta misión.

Ambos éramos muy diferentes.

Nacimos en mundos contrarios y no podíamos mezclarnos.








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Love story [LayHo]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora