𝗥𝗘𝗔𝗗 𝗕𝗘𝗧𝗪𝗘𝗘𝗡 𝗧𝗛𝗘 𝗟𝗜𝗡𝗘𝗦 │ DOTAE

READ BETWEEN THE LINES 1/14

TaeYong conoce a DoYoung mejor que nadie.

Conoció al DoYoung del pasado, lo conoce ahora y espera seguir descubriendo las infinitas complejidades de su ser en el futuro.

Fue un proceso gradual- rasgar el grueso tejido de secretismo en el que este último solía envolverse, una prueba de paciencia que solo el propio TaeYong podía soportar.

Todavía recuerda todas las miradas cautelosas y asentimientos tranquilizadores, progresando muy lentamente en conversaciones profundas en aulas vacías- todo en medio de una serie de enamoramientos no correspondidos, bailes escolares dolorosamente incómodos y estrés por las fechas límites de la universidad.

Las cosas son diferentes ahora- todavía comparten los pensamientos más profundos entre ellos pero generalmente es en los estrechos confines de su departamento compartido o en los techos de los edificios del campus a los que TaeYong siempre sabe cómo llegar. Pero, lo más importante, existe ese sentimiento omnipresente de familiaridad y comprensión mutua dentro de ellos, que hace que incluso los momentos más mundanos que pasan con DoYoung sean igualmente preciosos.

En este punto de su relación, está más que familiarizado con la forma en que DoYoung inconscientemente saca la lengua cuando se concentra en escribir otro ensayo; su hábito de quedarse despierto hasta altas horas de la noche y escribir en su diario o escribir en una computadora portátil, todo eso acompañado de su amor por dormir hasta tarde los fines de semana. Se da cuenta del puchero en el rostro de DoYoung cada vez que busca un marcador perdido y cada vez que se pone al día con la lectura de forma encubierta durante sus turnos en la biblioteca.

Palabras- impregnan toda la existencia de DoYoung. Sin embargo, en toda esa proximidad, parece que apenas le dan ningún uso, dejando a TaeYong con más preguntas que respuestas cuando se trata de lo que más importa: ellos.

Seguro que sabe que DoYoung tiene la costumbre de mostrar su afecto a través de los gestos más simples- cuando le prepara el almuerzo a TaeYong en los días en que este último está ocupado, deja los tuppers meticulosamente apilados en el refrigerador junto con una nota sincera a un lado; cuando le trae a TaeYong sus bebidas dulces favoritas después de las conferencias, o siempre encuentra tiempo para leer sus escritos antes de que llegue la fecha límite.

Todos los pequeños, pero dolorosamente dulces gestos que componen la rutina diaria le resultan muy fácil a DoYoung, al igual que ahora: cuando mucho después de la medianoche, TaeYong escucha un suave golpe seguido rápidamente por el crujido de la puerta al abrirse.

Gira la cabeza ante la intrusión, las manos dejan de teclear furiosamente en su laptop.

Es DoYoung, por supuesto que lo es, con una taza de té humeante en la mano.

Mira lánguidamente alrededor de los oscuros confines de la habitación, sus ojos se detienen una vez que ve la silueta de TaeYong posada en la parte superior de la silla en la esquina, la luz azulada de la pantalla ilumina la parte posterior de su cabeza.

—Oh —dice DoYoung, un poco de preocupación en su voz—, ¿no podías dormir?

TaeYong tararea en lugar de una respuesta, completamente paralizado por la vista: DoYoung parado justo en el umbral de su puerta, todo el cabello desordenado y la ropa holgada, la vista que, sin importar cuán común y mundana sea, sigue siendo tan hermosa como siempre en sus ojos.

DoYoung sólo le muestra una sonrisa, entrando a la habitación.

—Hice té. —afirma con naturalidad.

—¿Es para mi? —TaeYong mira hacia arriba para mirar al hombre a los ojos, con una leve sonrisa pintada en su rostro.

DoYoung asiente, colocando la taza sobre el escritorio— Podría ser que sí.

TaeYong le ofrece una sonrisa de gratitud y vuelve a mirar fijamente su laptop.

El otro se ríe levemente y asiente con la cabeza hacia la pantalla— ¿Cómo va tu borrador?

—Oh —suspira Taeyong—, podría ser mejor.

—Esta bien. Lo leeré mañana, ¿de acuerdo? —la voz de DoYoung es tranquilizadora— Además —se detiene deliberadamente ante cualquier consideración—, estoy demasiado atrasado con mi cosa más nueva para siquiera juzgarte.

Antes de que TaeYong incluso pueda preguntarle a qué se refiere decir con la cosa más nueva, antes de que pueda reflexionar sobre las palabras con certeza de DoYoung, el otro pone su mano en el brazo de TaeYong, lo aprieta y pronto se va, con un breve susurro de "Buenas noches" en sus labios.

Tal vez en algún lugar en el fondo, TaeYong sabe que todo es deliberado. Después de todo, conoce demasiado bien al desinteresado Kim DoYoung; el DoYoung que le hace té en medio de la noche, la única persona que aguanta sus hábitos de sueño y sus ataques incontrolables de fuerza de voluntad creativa.

No es la primera vez que es testigo de los grandes gestos de DoYoung y tampoco será la última.

Demonios, incluso se podría decir que conoce el lenguaje de amor de DoYoung de primera mano pero si tiene tan poco que ver con el lenguaje, ¿por qué tendría algo que ver con el amor genuino?

Ciertamente intercambian "te amos" cuando se envían mensajes de texto, se despiden o durante esas sesiones de abrazos que se cuelan en su rutina semanal desde que comenzaron a vivir juntos. Sin embargo, TaeYong es dolorosamente consciente de que el significado detrás de esas dos palabras olvidadas de Dios no es tan profundo como a él le gustaría que fuera.

Cierto.

TaeYong suspira profundamente y luego niega con la cabeza, como en un intento de deshacerse de todos los pensamientos que lo molestan. (No funciona.)

El monitor aún ilumina su rostro, un puro recordatorio del trabajo interrumpido no tan groseramente por DoYoung. Mira brevemente el reloj y toma un sorbo de té. Una sensación cálida, casi ardiente, se extiende por todo su cuerpo. Pone la taza en la superficie de su escritorio y vuelve a escribir el párrafo olvidado hace mucho tiempo.

Va a ser una noche larga.

(Y lo es, los ruidos sordos de escribir lo arrullan para dormir sólo en las primeras horas de la mañana).

(💌)

divido en 14 partes para fines prácticos

link de la historia original !