Amando a un doncel

Epílogo

Naru oyó el ascensor y se acuclilló al lado de la criatura adorable que se agarraba a la silla en el vestíbulo de entrada.

-Ahí llega papá -susurró. Y observó cómo se llenaban de alegría los ojos de su hijo

Se abrió el ascensor y salió Sasuke; sus ojos negros brillaron al verlos esperándolo. El niño soltó la silla con un gritito y se lanzó hacia él tambaleándose. Sasuke palideció, dejó caer el maletín y se arrodilló para tomarlo en sus brazos.

-¡Dios mío! -exclamó-. ¡Ya anda!

-Desde hace dos horas -sonrió Naru-. Se me para el corazón cada vez que lo veo.

-Pero es muy pequeño. Solo tiene siete meses -miró admirado la cabecita del niño cubierta de pelo moreno. Cuando empezó a gatear a los cinco meses, mostró la misma admiración. Si de él dependiera, Sasuke habría llevado en brazos a su querido hijito hasta que cumpliera cinco años. Por suerte, el niño desconocía el pánico de su padre ante su atrevimiento.

Sasuke, sin soltar al niño, besó a Naru en la boca largo rato, a pesar de que el pequeño intentaba meter los dedos entre los labios de ambos. Lo bautizaron como Itachi Uchiha Namikaze y lo llamaban Tachi.

Naru se aferró a su beso todo lo que pudo. Llevaba todo el día esperando que llegara a casa.

-Tenías razón -murmuró.

El hombre levantó la cabeza y le brillaron los ojos.

-Sí, ¿eh?

el doncel se echó a reír.

-Tú sabías que sí.

Habían decidido tener otro bebé lo antes posible. Tanto el embarazo como el parto fueron fáciles para Naru, y no querían esperar más.

Tres semanas atrás habían pasado la noche abrazados, perdidos en una pasión que no había decaído nada en sus dieciséis meses de matrimonio. Cuando despertaron al amanecer, para el ritual de hacer el amor de nuevo, Sasuke lo miró a los ojos.

-Anoche hicimos una niña -dijo.

Naru apoyó la cabeza en su hombro, recordando el terror que sintió cuando se enteró de su primer embarazo. Correr el riesgo de amar a Sasuke no había sido fácil, pero ahora habría alguien más a quien amar. No tendría ninguna defensa contra aquella personilla y le parecía que moriría de miedo. Pero Sasuke intuyó lo que le ocurría y no lo dejó en todo el día. No fue a trabajar y pasó el día haciéndole el amor. Y curiosamente, consiguió calmarla.

Tachi intentaba bajar al suelo. Sasuke se agachó con un suspiro y lo dejó sobre sus pies. En cuanto lo soltó, el niño se alejó como un cohete. Naru volvió a abrazarlo, pero ninguno de los dos perdía de vista a su hijito precoz, que investigaba una grieta en el suelo de madera.

En lugar de trabajar mucho y exigir que el acomodara su agenda a él, como había prometido, Sasuke había reorganizado su horario para poder pasar muchas horas con ellos. Naru sabía que era un hombre muy pasional, pero en lugar de asustarse, florecía con ello. Sasuke no era un hombre que amara superficialmente. Cuando amaba, era con todo su ser.

Tocó el vientre de su esposo.

-¿Estás bien? -preguntó con ternura. Naru sonrió.

-Nunca he estado mejor.

El hombre la besó.

-Te amo, -dijo, estrechándolo contra sí. Amarlo era lo más maravilloso que había hecho nunca. El le exigía todo y le daba todo, y la riqueza del vínculo que los unía lo dejaba a veces atónito. Había acertado; amar a Naruto exigía darle todo lo que tenía: su alma y su corazón.

Linda Howard - Serie Uchiha-Uchiha 2 - Amando a una doncel (Harlequín by Mariquiña)

LES RECUERDO QUE LAS HISTORIA QUE SUBO NO ME PERTENECEN LE PERTENECE A OTRA PERSONA QUE LE BAJARON SU CUENTA Y ME LA PASO PARA QUE LA SUBA ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ------GRACIAS.......